Mérida, Yucatán.- La reintegración social, familiar y
cultural de las personas en desarrollo que delinquen, así como la reparación
del daño a la víctima, son los ejes centrales del sistema de justicia para
adolescentes en Yucatán, coincidieron especialistas en la mesa panel “Justicia
para adolescentes en el sistema penal acusatorio y oral".
La mesa estuvo integrada por el magistrado de la sala
especializada en justicia para adolescentes del Tribunal Superior de Justicia
Santiago Altamirano Escalante, la juez
especializada en el sistema de justicia para adolescentes Manuela Chiu Dorantes
y el director del Centro Especializado en la Aplicación de Medidas para
Adolescentes (Ceama), Didier José Escalante Vega.
La magistrada de la sala colegiada penal, Ligia Aurora
Cortés Ortega, coordinadora del evento,
señaló la importancia de tener un sistema especializado en justicia para
adolescentes, de corte acusatorio y oral, así como también un nuevo paradigma
en la impartición de justicia para este sector de la población, al pasar los
jóvenes a ser sujetos de derechos y obligaciones.
La jueza Chiu Dorantes expuso el procedimiento que se sigue
en el sistema especializado, el cual es similar al procedimiento que se sigue a
los adultos, con la intervención de tres jueces, el juez de control que se
encarga de la audiencia inicial e intermedia, el juez de juicio oral que lleva
las audiencias de juicio y el juez de ejecución de sentencias que se encarga de
la correcta aplicación de las medidas que haya determinado por juez de juicio.
Explicó que el procedimiento inicia con la noticia criminal
que conoce el Ministerio Público y que en él casos de haber sido realizado por
un menor de edad, se lleva a través de los juzgados especializados y se inicia
la investigación.
La autoridad judicial conoce del caso por una orden de
comparecencia o por una orden de presentación,
o bien una audiencia de control, seguidamente se realiza la audiencia de
formulación de la imputación, la vinculación,
se establecen medidas cautelares,
así como el plazo del cierre de la investigación y la audiencia
intermedia, estas audiencias son propias del juez de control.
Seguidamente, se realiza la audiencia de juicio oral en la
cual se desahogan todas las pruebas que se admitieron en la audiencia
intermedia y después de dictada la sentencia el menor queda a disposición del
juez de ejecución de sentencia, quien realiza un Programa de ejecución
personalizado en el cual pueden incluirse medidas de orientación y medidas
disciplinarias, conforme al reglamento del CEAMA.
En su oportunidad, el magistrado Altamirano Escalante expuso
una breve reseña de cómo la codificación para adolescentes ha evolucionado con
el tiempo, siendo que desde 1972 se implementó en Yucatán el Código de menores
del Estado de Yucatán, dicho ordenamiento era aplicable hasta los 16 años.
En 1981 entró en vigor la Ley para la rehabilitación de los
menores, cuya característica, al igual que el ordenamiento anterior, era que
los menores eran juzgados por tribunales conformados por un abogado, un médico
y un psicopedagogo.
Posteriormente, en 1999 entra en vigor la Ley para el
tratamiento y protección de los menores infractores del Estado de Yucatán,
estos ordenamientos eran unilaterales, pero con la entrada en vigor de la Ley
de Justicia para adolescentes se empezaron a reconocer sus derechos y en la
última reforma de esta norma, en 2012, se prioriza la reinserción social del
joven y la reparación del daño a favor de la víctima.
Por último, el director del CEAMA, Escalante Vega, realizó
una exposición de cómo se le da seguimiento a los jóvenes que están sujetos a
un proceso penal mediante recomendaciones y diagnósticos del Consejo Técnico
Interdisciplinario, el cual está compuesto por especialistas del área de
educación y psicología, y resaltó el seguimiento que se da a cada caso, sean
medidas externas o internas, dependiendo de la medida cautelar que se imponga
al o a la joven.
El seguimiento interno consiste en coordinar las actividades
que se realizan dentro del CEAMA, mientras que en el seguimiento externo abarca
el monitoreo de los jóvenes que mantienen una medida cautelar distinta a la
detención preventiva.
En el Centro se les impone un programa especializado acorde
a cada joven para una adecuada socialización, con apoyo para continuar y
terminar sus estudios, así como valoraciones psicológicas y médicas.
Para la realización de cada programa especializado es
fundamental la planeación del trabajo que, con ayuda diversas instituciones y
asociaciones, se ejecutan, dichos programas constan de tres partes, la inicial,
intermedia y conclusiva.
En la etapa inicial, prácticamente es el joven quien decide
cuánto tiempo pasará en ella, pues se tocan temas sobre el proceso como tal, en
la intermedia se empiezan a plantear cuestiones para superar todo lo relativo
al proceso y en la conclusiva se busca la reinserción completa del joven en la
sociedad.