México, DF.- Las
Comisiones de Derechos de la Niñez y de Derechos Humanos analizarán una
iniciativa que propone expedir la Ley del Defensor de los Derechos del Menor, a
fin de que esta figura los proteja, vigile los programas a su favor y diseñe
acciones específicas.
Impulsada por los diputados Agustín Miguel Alonso Raya,
Fernando Cuéllar Reyes y Javier Salinas Narváez, del PRD, la iniciativa busca
que la Defensoría de los Derechos del Menor sea un organismo público
descentralizado, con personalidad jurídica y autonomía técnica, funcional y de
gestión.
La propuesta presentada a la Comisión Permanente establece
que el Defensor del Menor se encargará de vigilar el cumplimiento de los
programas que garanticen educación, salud y vida digna de los menores de edad;
la prevención a través de programas específicos, y situaciones de riesgo
físico, económico, sexual y emocional de los menores de edad.
Además, protegerlos frente a los factores que privan o
limitan el pleno disfrute de sus derechos, y diseñar acciones dirigidas a la
población infantil en desventaja.
Los legisladores sostienen que las niñas, niños y
adolescentes son un grupo especialmente vulnerable, ante lo cual es necesario
establecer instituciones y procedimientos especializados para proteger y
promover sus derechos.
Subrayaron que los menores se encuentran en vulnerabilidad
porque están en una posición limitada para hacer valer sus derechos por sí
mismos, ya que no tienen voz ni voto, ni influencia en los grupos de presión o
en las instituciones que asesoran sobre la política y la economía.
Agregaron que aún existe la idea tradicional de que “los
niños son propiedad de sus padres”, y la actuación del Estado en su defensa se
interpreta como una intrusión.
Valoraron las estructuras institucionales, legales y
sociales necesarias para permitir que los derechos de los niños deben ser
reconocidas y respetadas, pues estimaron que la Ley para la Protección de los
Derechos de las Niñas, los Niños y los Adolescentes es insuficiente para
asegurar su protección real.
En dicha ley, explicaron que la responsabilidad hacia las
niñas, los niños y adolescentes se divide entre distintas secretarías y
organismos, fracasando el desarrollo de servicios integrados y desconociéndose
su impacto global en los propios menores.
Ante este panorama, destacaron que los defensores de los
derechos de los menores no deben estar sujetos a manipulación por parte de los
gobiernos o de los partidos políticos, ni los funcionarios del gobierno deben
poder dificultar sus funciones.
De igual manera, los defensores deberán ser accesibles para
los menores, y para lo cual su oficina tendrá que poseer características
informales, con la finalidad de que los infantes sientan confianza para
acercarse directamente al Visitador de la Defensoría.
Desatacaron que la tarea del Defensor será promover los
derechos del niño, además de identificar y mostrar cómo y por qué fracasan las
políticas en la materia, y proponer medidas para atender las fallas.
Por otra parte, cuando la legislación interna sea conforme a
dichas normas, el papel del Defensor será la de supervisar su aplicación
efectiva, y si ésta no es cumplida deberá promover el cambio necesario en la
legislación y las políticas y las recomendaciones del Comité de los Derechos
del Niño de las Naciones Unidas.
No hay comentarios.
Publicar un comentario