- Las selvas son los ecosistemas que guardan la mayor biodiversidad
México, DF.- Cada 26 de junio se celebra el Día
Internacional de la Preservación de los Bosques Tropicales, el cual se
estableció en 1999 por el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente), la WWF (Organización Mundial de Conservación) y la Unesco
(Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura) con el objetivo de fomentar acciones sustentables y armónicas con el
ambiente para el manejo adecuado de los bosques.
El Director General de la Comisión Nacional Forestal
(CONAFOR), Jorge Rescala Pérez, reconoce la importancia de las selvas en México
pues son fuente de maderas preciosas, leña y diversidad plantas y animales para
la subsistencia de comunidades rurales e indígenas.
México posee 31
millones de hectáreas de este tipo de bosques. Estos ecosistemas albergan la mayor riqueza de mamíferos, aves
y anfibios. Por otra parte, las maderas tropicales como el cedro, la caoba o la
teca, son las de mayor uso comercial en el país.
El Gobierno Federal de Enrique Peña Nieto a través de la
CONAFOR trabaja en proyectos para la conservación, restauración y
aprovechamiento sustentable de los bosques en el país.
En 2014 a través del Programa Nacional Forestal (PRONAFOR)
ha apoyado 13 mil 378 proyectos en las 31 entidades del país y el Distrito
Federal para realizar acciones como certificación de bosques, plantaciones,
reforestación, sanidad, servicios ambientales, silvicultura comunitaria, manejo
forestal, conservación de suelos, entre otros.
Tipos de bosques tropicales en México
Según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la
Biodiversidad (CONABIO), en México existen
dos grandes tipos de bosques tropicales la selva alta húmeda y la selva
mediana o baja, también conocida como selva seca o espinosa.
Las selvas húmedas o altas son las comunidades vegetales más
exuberantes del país, están formadas por árboles de hasta 30 metros o más de
alto.
En México se distribuyen casi exclusivamente en la vertiente
del Atlántico, desde el sur de San Luis Potosí a lo largo de Veracruz hasta
Tabasco y en el sur de la Península de Yucatán. Además se encuentra en una
angosta franja de la vertiente pacífica de la Sierra Madre de Chiapas, así como
áreas de menor tamaño en las faldas bajas de la Sierra Madre del Sur de Oaxaca
y Guerrero, por lo general en terrenos por debajo de los mil 200 metros sobre
el nivel del mar.
Son los ecosistemas con mayor riqueza de especies. El 99 por
ciento de sus especies se originaron en el sur del Continente Americano y
tienen una distribución amplia.
Por otra parte, las
selvas secas se desarrollan en climas del trópico húmedo y subhúmedo. Su nombre
se debe a que durante el estiaje más del 50% de sus especies pierden las hojas.
Se encuentran a lo
largo de la costa del Pacífico (hasta el sur de Sonora en su límite norte), a
lo largo de las faldas bajas y los cañones de la vertiente del Pacífico de la
Sierra Madre Occidental, en las planicies, llanuras y otras zonas bajas e
inundables de la Península de Yucatán
y el sur de Veracruz y Tabasco.
En las selvas secas
viven alrededor de 6 mil especies de plantas. Casi el 40 por ciento de sus
especies son endémicas, es decir solamente se encuentran en estos ecosistemas y
están adaptadas a la sequía. Entre las especies que la habitan hay una gran
variedad de copales.
Por otro lado, las
selvas espinosas se desarrollan en condiciones más secas que las
correspondientes a las selvas secas, pero a su vez más húmedas que las propias de los matorrales
xerófilos y, a diferencia de éstas últimas, que se restringen a cerros o laderas
con suelos someros, el bosque espinoso es frecuente en suelos profundos.
Con el buen manejo de
los bosques, garantizamos su productividad a largo plazo, el mantenimiento de
su riqueza forestal -maderable y no maderable- y la conservación de todos sus
recursos como fauna, flora, agua y oxígeno.
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