- Presupuesto del Programa para el Mejoramiento de la Producción y la Productividad Indígena (PROIN) no cubre toda la demanda
- Al mes de septiembre, el Programa de Apoyo para la Productividad de la Mujer Emprendedora (PROMETE) otorgó incentivos económicos a 11 mil 876 mujeres
México, DF.- El director general del Centro de Estudios para
el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA), Jorge
Cárdenas Elizondo, consideró que los programas de apoyo a las mujeres indígenas
y rurales necesitan mayores recursos.
“Aquí hay claramente una necesidad de mayor techo
presupuestal. Si tuviéramos una buena planeación presupuestal, se le daría la
prioridad correspondiente”, dijo durante el Taller “Las mujeres productoras
rurales en México”.
Luego de escuchar las presentaciones de las funcionarias de
la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(Sagarpa) y de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas
(CDI) sobre programas de apoyo a las mujeres del campo, Cárdenas Elizondo
consideró que “los anexos del presupuesto en materia de género resultan meras
sumas de gastos, no son realmente un ejercicio de planeación presupuestal”.
Lamentó que la pobreza extrema del país se ubique en el
sector rural y, a pesar de eso, actualmente exista una discusión sobre quitar
los programas de apoyo de apropiación individual e irse a los bienes públicos,
“o sea infraestructura, investigación, extensionismo, etcétera, los que tienen
que ver con el beneficio de conjunto”.
Al participar, la directora regional del Programa para el
Mejoramiento de la Producción y la Productividad Indígena (PROIN) de la
Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), María
Guadalupe Escalona Sánchez, informó que el programa cuenta con un presupuesto
de mil 335 millones de pesos; sin embargo, enfatizó, “no alcanza para toda la
demanda”.
Señaló que se tiene un 98 por ciento de avance en ese
presupuesto, y estimó que probablemente, con el problema de Baja California
Sur, haya recursos adicionales para proyectos productivos, al igual que en
Guerrero, “y quizá para noviembre estemos ejerciendo una parte”.
Indicó que el apoyo se maneja con un esquema de gradualidad,
con asistencia técnica desde la producción hasta la conformación en empresas
indígenas y cadenas de valor, para garantizar la consolidación de proyectos en
tres años.
Detalló que el nivel básico de ayuda es de hasta 250 mil
pesos, para proyectos con actividad de traspatio, de auto-abasto y
comercialización; el intermedio es de hasta un millón de pesos, para proyectos
que manejan transformación y valor agregado con procesos de comercialización; y
el avanzado, que cubre hasta dos millones de pesos, para proyectos con cadenas
de valor, equipamiento infraestructura, comercialización, convenios con
gobiernos estatales y el apoyo de instituciones como FONAES o Financiera Rural.
La asesora de enlace sectorial de los programas Fondo para
el Apoyo a Proyectos Productivos en Núcleos Agrarios (FAPPA) y Programa de
Apoyo para la Productividad de la Mujer Emprendedora (PROMETE), de la Sagarpa,
Ana Libia Leyva Hernández, destacó que al mes de septiembre este último esquema
ha beneficiado a 11 mil 876 mujeres, para la implementación de 2 mil 61
proyectos productivos, cuyo monto asciende a 466.3 millones de pesos.
“El 46.6 por ciento
de las mujeres no realizaban ninguna actividad que les generara ingresos, a
partir de los incentivos otorgados se incorporaron a alguna actividad
remunerada”, expuso en su ponencia “PROMETE, mujer y empleo en la ruralidad”.
Explicó que el PROMETE coadyuva al desarrollo de los núcleos
agrarios del país, mediante el otorgamiento de incentivos económicos para la
implementación de proyectos productivos.
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