- Yucatecos se reencuentran con sus fieles difuntos y les entregan ofrendas.
Mérida, Yucatán.- Entre dulces de pepita, juguetes,
incienso, velas y flores multicolores, este día dedicado a las almas de los
difuntos infantes, diversas instituciones participaron en la Segunda Muestra de
Altares de Hanal Pixán, efectuada en el
Parque Ecológico Metropolitano del Sur “Yumtsil”.
Acompañado de vecinos provenientes de colonias de dicha
zona, así como de niños y adultos mayores, el titular de la Secretaría de
Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), Eduardo Batllori Sampedro, indicó
que en un marco de naturaleza viva, por segundo año consecutivo se organizó el
emotivo evento, a fin de fortalecer la identidad yucateca y afianzar los
valores culturales.
“Desde hace cinco mil años se ha venido realizando este
ritual en el que el pueblo maya recuerda de una manera especial a sus seres
queridos que se adelantaron en el viaje eterno. Además, es una actividad que
representa la relación holística que existe entre la naturaleza y su
aprovechamiento sustentable”, expresó.
En este marco, Batllori Sampedro anunció que el 1 de
noviembre a las 18:00 horas, se realizará “La caminata de las ánimas” para
fomentar la convivencia familiar a través de un reencuentro con las raíces del
pueblo originario, así como continuar reflexionando sobre el vínculo existente
entre lo contemporáneo y lo ancestral.
Abundó que dicho evento se llevará a cabo alrededor de este
recinto ecológico y culminará con una danza prehispánica, además de la
representación de rituales, entre los que destaca el nacimiento del sol y la
luna.
En esta cita de convivencia entre vivos y muertos,
participaron con representativos altares la Seduma y la Secretaría de
Desarrollo Social (Sedesol), la Fundación Haciendas del Mundo Maya, la
organización Kanan Kab A.C. y el Centro Estatal de Prevención Social del Delito
y Participación Ciudadana de Yucatán (Cepredey).
Durante un recorrido por la muestra, las autoridades y los
asistentes participaron en las ceremonias efectuadas por quienes, con rezos,
invocaron las almas de los pixanes.
Asimismo, personal de las dependencias explicó detalladamente
el motivo por el que se colocó cada elemento en las mesas hechas de bejuco,
tales como una cruz verde, chocolate, pibes, relleno negro, atole y tortillas
de maíz nuevo, dulces de calabaza y tejocote. De igual modo, un camino de
cenizas al pie del altar que guía a las almas hacia la ofrenda.
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