#UnDiaComoHoy,
22 de junio nacieron el escritor Ignacio Ramírez “El Nigromante” (1818), los
novelistas Henry Haggard (1856), Erich Maria Remarque (1898) y Dan Brown(1964),
así como la coreógrafa Rossana Filomarino (1945); murieron el pianista Conrad
Hansen (2002), el poeta Eugenio Florit (1999) y el lingüista Benito Fentanes
(1953).
#FraseCelebre
No hay Dios,
los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos.
Ignacio
Ramírez
Juan Ignacio
Paulino Ramírez Calzada, nació en San Miguel el Grande, Guanajuato, el 22 de junio de 1818 y falleció en la Ciudad
de México el 15 de junio de 1879), conocido como Ignacio Ramírez "El
Nigromante", fue un escritor, poeta, periodista, abogado, político e
ideólogo liberal mexicano.
Es considerado
uno de los artífices más importantes del Estado laico mexicano. Fue además un
reconocido masón, y varias logias en México llevan su nombre. También se le
conoció con el sobrenombre El Voltaire mexicano.
Fue hijo de
José Lino Ramírez y de Ana María Guadalupe Sinforosa Calzada, ambos de origen
mestizo, predominantemente indígena. Su padre se afilió al Partido Liberal
Federalista, defendió la Constitución de 1814, fue vicegobernador del estado de
Querétaro. Durante el gobierno de Valentín Gómez Farías peleó contra clericales
y centralistas, y fue insurgente durante la Guerra de Independencia de México.
Inició sus
estudios en Querétaro, ciudad natal de su padre, y en 1835 fue llevado al
Colegio de San Gregorio, dirigido por el pedagogo liberal Juan Rodríguez Puebla
en la Ciudad de México, donde estudió artes y en cuyas bibliotecas también leyó
todo tipo de temas científicos, culturales, artísticos y políticos. En 1841
comenzó estudios en jurisprudencia y en 1845 obtuvo el grado de abogado en la
Universidad Pontificia de México. Ingresó a los 19 años en la Academia
Literaria de San Juan de Letrán, integrada por los hombres más ilustrados de la
época.
Es célebre en los anales literarios de México
la presentación de Ramírez en dicha Academia, donde leyó un discurso sobre un
tema tan controversial que entonces hizo el efecto de una explosión de
dinamita. Ahí expresó: «No hay Dios; los seres de la naturaleza se sostienen
por sí mismos».
Fue aceptado
no obstante las protestas que causó su tesis tan revolucionaria y el discurso
que petrificó de estupor a la asamblea. Sin embargo, sería exaltado como el
primer orador y más tarde como el mejor escritor de su tiempo.
Se inició en
el periodismo en 1845, al fundar, con Guillermo Prieto y Vicente Segura
Argüelles, la publicación periódica Don Simplicio, donde firmó sus artículos
con el seudónimo El Nigromante. Sus colaboraciones se distinguieron por ser
encendidos artículos y agudos versos satíricos en donde hacía una terrible
censura a los actos del gobierno conservador, abogando por la reforma del país
en lo económico, religioso y político, lo que provocó que el periódico fuera
suprimido y Ramírez, encarcelado.
También
fundó el periódico Themis y Deucalión, donde publicó un artículo titulado
"A los indios", que defendía a los indígenas y pugnaba por su
libertad a rebelarse contra la explotación a que eran sometidos; ello lo llevó
a juicio, pero resultó absuelto gracias a sus artículos editados en El
Demócrata, en los cuales defendía su causa. Así mismo, en 1857, en compañía de
Alfredo Bablot fundó El Clamor Progresista, con el que apoyaron la candidatura
presidencial de Miguel Lerdo de Tejada.
En la ciudad
de San Luis Potosí colaboró en el periódico La Sombra de Robespierre. También
escribió para La Chinaca durante 1862; en La Opinión y en Estrella de
Occidente, del estado de Sonora, a fines de 1864, y antes de su destierro a los
Estados Unidos. Junto a Ignacio Altamirano, Guillermo Prieto y otros liberales,
en septiembre de 1867 fundó El Correo de México, financiado por Porfirio Díaz.
En esta época también colaboró con El Renacimiento, El Siglo Diez y Nueve y El
Monitor Republicano.
El
Nigromante también participó en la elaboración de las Leyes de Reforma, y fue
uno de los liberales más puros. Al ser derrotados los conservadores, el
presidente Benito Juárez lo nombró Secretario de Justicia e Instrucción
Pública, cargo que desempeñó del 21 de enero al 9 de mayo de 1861. Durante su
gestión creó la Biblioteca Nacional y unificó la educación primaria en el
Distrito Federal y en los territorios federales.
Del 19 de
marzo al 3 de abril de 1861, ocupó la Secretaría de Fomento. Asumió la
responsabilidad de la exclaustración de las monjas; reformó la ley de
hipotecas; hizo efectiva la independencia del Estado de la Iglesia; reformó el
plan general de estudios; dotó con equipo los gabinetes del Colegio de Minería;
seleccionó un excelente cuadro de profesores de la Academia de San Carlos;
salvó cuadros de pintura que existían en los conventos, con los cuales formó
una rica colección y formó una galería completa de pintores mexicanos; designó
al pintor catalán Pelegrí Clavé, al arquitecto Xavier Cavallari y al escultor
Felipe Sojo para que salvaran del Colegio de Tepotzotlán los tesoros de arte en
arquitectura, pintura, tallado e incrustaciones que contenía aquel magnífico
museo.
La honradez
de Ramírez fue acrisolada, pues cuando fue ministro pasaron por sus manos
millones de pesos y nadie osó decir que se hubiera apropiado lo más mínimo de
los tesoros que manejó.
No tomó
jamás ni un solo libro de los millares de volúmenes sacados de las bibliotecas
de los conventos, ni una pieza de los centenares de cuadros extraídos de los
claustros. No insinuó ni aceptó la menor recompensa por sus persecuciones y
miserias que pasó por largos años, ni se adjudicó la más pequeña propiedad para
pasar holgadamente el resto de sus días.
Regresó a
México antes de la caída de Maximiliano y fue encarcelado en San Juan de Ulúa y
posteriormente en Yucatán.
Periodismo
Colaboró,
entre otros, en los siguientes diarios:
- Don Simplicio
- Temis y Deucalión
- El Siglo Diez y Nueve
- El Clamor Progresista
- La Insurrección
- El Monitor Republicano
- La Chinaca
- La Estrella de Occidente
- La Opinión
- El Correo de México
- El Mensajero
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