Inaudito: Mujer fue recluida en penal varonil de Zacatecas donde fue violada varias veces por un comandante

Una mujer denuncio que durante los dos meses que estuvo recluida en un Centro Regional de Reinserción Social Varonil fue víctima de un comandante de violarla, de toquetearla y amenazarla con involucrar a su proceso penal a una hermana que iba a visitarla.
  • El comandante AR la atacaba “subiéndole la blusa y el brasier, besando sus pechos y cuello”. En otra ocasión la volvió a llevar al área de teléfono, le tocó sus pechos y la besó a la fuerza, le desabrochó el pantalón, le metió la mano e introdujo dos dedos en su vagina, sangrándola. 
Zacatecas.- Una mujer denuncio que durante los dos meses que estuvo recluida en un Centro Regional de Reinserción Social Varonil fue víctima de un comandante de violarla, de toquetearla y amenazarla con involucrar a su proceso penal a una hermana que iba a visitarla.

De acuerdo con el Expediente: CDHEZ/391/2018, suscrito por la Dra. en D. Ma. de la Luz Domínguez Campos, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Zacatecas la denuncia de hechos fue presentada el 19 de septiembre de 2018, donde VD señaló que los hechos sucedieron entre los meses de agosto y septiembre de 2018 (tiempo en el cual estuvo privada de su libertad en la referida cárcel distrital).

Presuntamente, una trabajadora administrativa del centro se encargaba de bañarla, pero el comandante de los custodios la amenazaba con retirlarle los cigarrillos que le enviaba su familia y hasta con hacerle daño a su compañero de celda.

La mujer reportó que dos meses que estuvo internada en esa cárcel distrital fueron un infierno. 

El comandante la amenazaba con estar con ella mientras las cámaras no los estuvieran filmando: la besaba a la fuerza y le condicionaba las llamadas telefónicas. 

Por cerca de dos meses, sufrió unos seis casos de abuso sexual que se atrevió a denunciar hasta que fue trasladada a un centro femenil de reinserción. 

La Comisión de Derechos humanos  documentó las denuncias sobre el caso, y determinó que no se asignó al personal adecuado para vigilar la privación de la libertad de una persona del sexo femenino-

Los visitadores acreditaron que VD, era la única mujer recluida en la cárcel distrital, institución carcelaria que, además, no es exclusiva para el género femenino, por lo cual, la infraestructura, la organización y el funcionamiento del establecimiento de reclusión, gira en torno a las necesidades de los hombres. 

Esta situación colocó a la agraviada en una condición de vulnerabilidad y de subordinación, al carecer de medios para salvaguardar de manera efectiva sus derechos humanos, de manera específica, su derecho a la integridad.

En la denuncia de hechos presentada el 19 de septiembre de 2018, VD señaló que, entre los meses de agosto y septiembre de 2018 (tiempo en el cual estuvo privada de su libertad en la referida cárcel distrital), el comandante AR, comenzó a hacerle comentarios en doble sentido relacionados con situaciones sexuales, realizando expresiones corporales como tocarse sus genitales y sacar la lengua; después comenzó a condicionarle las llamadas telefónicas con su abogado, así como los cigarros que su familia le llevaba, pues para obtenerlos, el comandante le subía la blusa y le tocaba ambos senos, le bajaba el pantalón e introducía sus dedos vía vaginal, por lo que una vez que ella exigió que la soltara, recibió por parte del Policía Penitenciario la amenaza de afectarla en su proceso penal, afirmando que vincularía tanto a ella, como a su hermana Q1, con una célula delincuencial; luego afirmó que los tocamientos lascivos ocurrieron en seis ocasiones.

Expresó la quejosa que la forma en la que era agredida empeoró, pues cuando quedaban sus senos al descubierto, su agresor los chupaba, y ella solo lloraba por no poder hacer nada, además del asco que le ocasionaba. 

Asimismo, refirió que, por las noches, la obligaba a dormir desnuda y descubierta, repegada (sic) a la pared para que la cámara de seguridad no la captara, pues al día siguiente, a las seis de la mañana, al pasar lista, tenía que verla desnuda, solo así le entregaba un cigarro de los que su propia familia le llevaba.

Precisó que el 12 de septiembre de 2018, fue la última vez que la violentó, pues le dijo que la llevaría a la celda conyugal, que él la quería bañar, ya que él tenía conocimiento que tenía mucho tiempo que no estaba con un hombre y que se imaginaba teniendo relaciones sexuales con ella. Finalmente, que el viernes 14 de septiembre siguiente, le pidió que se desistiera de su solicitud de trasladarse al Centro Estatal de Reinserción Social Femenil, que si no lo hacía matarían a golpes a PPL1, su compañero de celda.

Domínguez Campos preciso que en la Recomendación se incluirá el contenido de las declaraciones rendidas ante personal del Centro Estatal de Reinserción Social Femenil y ante la Fiscal del Ministerio Público de la Unidad Especializada en la Investigación en Delitos contra la Libertad Sexual e Integridad de las Personas, adscrita al Centro de Justicia para las Mujeres, en donde la agraviada amplió la narrativa de los hechos sufridos, lo anterior se determina de esa manera pues al tratarse de violaciones graves a derechos humanos, al tratarse de transgresiones a los derechos fundamentales, cuyas consecuencias físicas y psicológicas trastocan gravemente la personalidad de la sujeto pasivo; por tanto, para evitar la revictimización o victimización secundaria68 de VD como sujeto pasivo de conductas.

De la declaración rendida ante el personal del Centro Estatal de Reinserción Social Femenil, VD reiteró que fueron varias las ocasiones que el comandante AR le tocó partes de su cuerpo, desde los senos, hasta tocarle e introducir en varias ocasiones sus dedos en la vagina, lastimándola; así como la amenaza de llevarla al área conyugal; que se cuidaba que nadie lo viera, que estuvieran solos y que las cámaras no captaran; finalmente, que la amenazaba con involucrarla, tanto a ella, como a su hermana Q1, con el crimen organizado, motivo por el cual se vio en la necesidad de pedirle a su hermana que dejara de visitarla.

En el acta de ampliación de denuncia efectuada el 25 de septiembre de 2018 ante la Fiscal del Ministerio Público de la Unidad Especializada en la Investigación en Delitos contra la Libertad Sexual e Integridad de las Personas, adscrita al Centro de Justicia para las Mujeres, se desprende el señalamiento de que un día anterior (24 de septiembre de 2018) había acudido al Centro Estatal de Reinserción Social Femenil, un comandante, con la finalidad de recabar la denuncia penal, pero que con él le dio vergüenza detallar lo que le había ocurrido mientras se encontró privada de la libertad en la cárcel distrital de [...] Zacatecas, esto en virtud de ser un hombre.

En su narrativa señaló que, al inicio de su estancia en la cárcel distrital, cuando requería realizar alguna llamada telefónica, el comandante AR la llevaba al área del teléfono, en donde comenzó a preguntarle sobre su estado civil, así como si no sentía la necesidad de hombre, para lo cual ella respondió que no le gustaba hablar de su vida privada, por lo cual el comandante le condicionó la llamada afirmándole que tenía que portarse bien con él si quería llamadas. 

Que, en los primeros días de septiembre de 2018, aproximadamente a las seis de la tarde, mientras ella se encontraba realizando una llamada telefónica, el comandante en cuestión entró al área del teléfono, la tomó por atrás y le tocó sus “pompis”, por lo que ella colgó la llamada y al voltearse él le subió tanto la blusa como el brasier y comenzó a chuparle los pechos, ante la resistencia que opuso la quejosa, recibió como amenaza dejar de recibir cigarros. 

A la siguiente guardia del comandante, entró por ella un custodio afirmando que tenía una llamada telefónica, pero al entrar al área del teléfono, se encontraba ahí el comandante AR, quien la volvió a atacar, subiéndole la blusa y el brasier, besando sus pechos y cuello. Que en otra ocasión la volvió a llevar al área de teléfono, le tocó sus pechos y la besó a la fuerza, le desabrochó el pantalón, le metió la mano e introdujo dos dedos en su vagina. Afirmó que luego de ese ataque tuvo un sangrado vaginal, precisando que eso no tenía ninguna relación con su periodo menstrual.

En su denuncia penal también infirió que el comandante AR le indicó que tenía que desnudarse diario a las seis de la mañana cuando él estaba trabajando, que tenía que recargarse a la pared donde las cámaras no enfocaran, viéndose ella obligada a cumplir, por lo que luego su agresor expresaba que así le gustaba que se portara. 

Que en otra ocasión, en la misma área del teléfono, la empezó a tocar y a besar sus pechos y, en otra metió sus dedos en su vagina, lastimándola de nueva cuenta ya que era muy violento, luego la agarró del cabello, y la bajó para que le hiciera sexo oral, “él se bajó el pantalón y se sacó su pene y me obligó a que le hiciera sexo oral y terminó en mis pechos”, afirmó que fueron 3 ocasiones que la obligó a hacerle sexo oral y siempre eyaculaba en sus senos.

Finalmente, al hacer referencia a otra de las ocasiones en las que el comandante AR la violentó, detalló que la llevó al área del teléfono, comenzó a tocarla y a besar sus pechos, luego le introdujo los dedos vía vaginal, muy bruscamente, para sacarlos e introducirlos vía anal, lastimándola mucho ya que los metía y sacaba, refiere que luego de ese violento acontecimiento volvió a sangrar de la vagina y que para la fecha de su declaración aún se encontraba dolorida tanto del área vaginal como del anal, además del dedo índice izquierdo, mismo que afirmó haberse lastimado al tratar de defenderse”.

La recomendación:http://cdhezac.org.mx/wp-content/uploads/2017/04/VP-Recomendación-13-CDHEZ-391-2018-2.pdf

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