López Bello, de 28 años, de El Imparcial y colaborador de
Radiorama en el estado sureño de Oaxaca, fue asesinado la madrugada del
miércoles 17 de julio. Según medios locales, cerca de las siete de la mañana se
informó del hallazgo de dos cuerpos en el paraje “La Humedad”, en el municipio
de Trinidad de Viguera en las afueras de Oaxaca, capital del estado del mismo
nombre. El cadáver del periodista, con varios impactos de bala, fue encontrado
junto al de Alejandro Franco Rojas, quien aparentemente trabajaba para la
policía del área.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e
Información de la SIP, Claudio Paolillo, expresó su solidaridad con familiares
y colegas de López Bello. Paolillo, director del semanario uruguayo Búsqueda,
dijo que “casos como este demuestran la inefectividad y fragilidad de las
políticas del gobierno en asegurar la integridad física de los periodistas y
para sancionar a los responsables de los delitos”.
De acuerdo al comisionado de la policía estatal, César
Alfaro, los cuerpos presentaban “lesiones contundentes”. Sin embargo, el
funcionario no especificó el origen de las heridas. El Imparcial de Oaxaca
condenó el asesinato en un breve comunicado y exigió el pronto esclarecimiento
del crimen, el cual “demuestra la vulnerabilidad, a la que están expuestos los
comunicadores en su labor diaria para informar veraz y oportunamente a la
ciudadanía”.
Paolillo agregó que “la ineficacia de la ley de protección y
la lentitud para castigar los ataques y actos de violencia contra medios y
periodistas en México, reduce cada vez más la oferta informativa que reciben
los ciudadanos en zonas del país afectadas por el crimen organizado, ya que por
temor a represalias los medios y los periodistas se ven obligados a practicar
la autocensura como acto de sobrevivencia”.
El 18 de mayo, López Bello fue detenido por policías
estatales junto con Jacobo Robles, también periodista de El Imparcial, mientras
tomaban fotografías a una manta aparentemente colocada por el crimen organizado
en un puente peatonal, cerca del aeropuerto local. En dicho cartel
aparentemente se vincularían a funcionarios estatales con las mafias.
En aquella oportunidad los oficiales les retiraron el equipo
y sus teléfonos, y fueron trasladados al cuartel de la Secretaría de Seguridad
Pública en Santa María Coyotepec, donde los ficharon y luego los llevaron a la
Procuraduría General de la República de Oaxaca, según detalló el sitio
www.noticias.net.mx. Cinco horas después, el Ministerio Público los liberó tras
determinar que su detención fue ilegal.
En los últimos meses en Oaxaca se ha reportado un incremento
en la presencia del narcotráfico, el cual hasta hace poco no afectaba a la
capital estatal.
Sobre los posibles móviles del crimen, no se descarta que el
crimen sea producto de la labor periodística de López Bello, quien desde hace
más de seis años cubría la sección policiaca para El Imparcial. En octubre de
2007 fueron asesinados tres voceadores del diario en el municipio Tuxtepec en Oaxaca.
El ataque obligó a cerrar las instalaciones del medio en esa zona debido a las
constantes amenazas de presuntos integrantes del crimen organizado. El caso aún
no ha sido esclarecido.
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