El proyecto es una
propuesta de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas
(CDI), delegación Yucatán, y el Centro Cultural “Ricardo López Méndez” de la
Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta) del Gobierno del Estado,
a fin de que los niños encontrarán, a
través de la lectura, una forma de interacción con otros niños de su misma
generación y de otros ámbitos sociales.
Los primeros en llegar al Centro Cultural “Ricardo López”,
sede del festival, fueron los alumnos de los albergues de Tahdziú y Tixméuac,
quienes con cierta timidez esperan a los
niños de la primaria “Zamná” de Mérida, con quienes mantuvieron contacto en las
últimas semanas por medio de misivas.
Para Juan Gabriel Chablé Cano, de 13 años y del albergue de
Tahdziú, participar en el proyecto fue bonito y le gustaría que se repitiera la
experiencia, mientras que para José Alfredo Canul Chablé y Juan José
Kantún May, ambos de 12 años, lo que más les gustó es haber leído el libro
de poemas “El canario rubio” y compartir con los niños de Mérida lo que
aprendieron.
“Estamos dispuestas a pedirles una reta de fútbol a los
niños de Mérida para que vean como jugamos”, comentaba a su vez Clarisa
Angélica Tapia Briceño, quien con sus compañeras del albergue de Tixméauc,
Yasmín Uluac Chap, Yasuri Poot May y María Luisa Hoil May estaban deseosas de
platicar con sus “amigos secretos” de cartas, preguntarles cómo viven, cómo son
sus familias, qué les gusta jugar y qué hacen para divertirse.
Como preámbulo del festival, el delegado estatal de la CDI,
Jesús Carlos Vidal Peniche, les pidió a los participantes aprovechar la
experiencia de convivir con niños de otras comunidades e invitó a los de Mérida a conocer el albergue
de Tadhziú, mismo que este año será rehabilitado en su totalidad como parte de
las acciones que emprenderá la CDI.
Luego del acto protocolario, el colectivo Miranfú encabezó
el festival con dinámicas para que los niños comenzaron a conocerse. A su
llegada a cada menor se les entregó una
letra del alfabeto con la cual pudieron conocer
a su compañero de ciudad.
En el escenario una biblioteca fue testigo de los
encuentros; algunos niños se dieron la mano, otros entregaron obsequios, como
bolsas de dulces, y hubo quien se atrevió a dar un abrazo.
Las letras fueron la voz cantante del festival: la “V”
sirvió para que Zandra Pruneda les hablara de los viajes que se pueden hacer
por todo tipo de diccionarios; la “J” para el cuenta cuentos “Juan” Alberto
Castillo hablará sobre el mágico Japón, mientras que “Tío Tino” (Justino
Carrillo) optó por un fragmento de la obra de Jacinto Canek. Cerró el festival
la cantante Malena Durán, con dos temas dedicados a la Madre Tierra y el Sol.
Al final se sirvió un refrigerio a los menores quienes regresaron hoy mismo a
sus comunidades con la ilusión de que la experiencia se repita.
El proyecto “Convivir en las letras” fue dirigido a niños de
tercero a sexto de primaria. Se escogió a Mérida y Tahdziú porque ambos municipios forman
parte de la Cruzada Nacional contra el Hambre, que emprendió el gobierno
federal que encabeza el Presidente Enrique Peña Nieto, y cuyos indicadores contienen el que se
refiere a disminuir el porcentaje de personas con carencia por rezago educativo.
Durante la presentación del proyecto la maestra Ligia Muñoz
Be, directora de la primaria “Zamná” y Martha Leticia Pasos Tuyub, jefa del
albergue de Tahdziú, agradecieron en sus mensajes el que sus centros de trabajo
fueron elegidos para fomentar la lectura y la convivencia entre los niños.
En la presentación del proyecto estuvieron también presentes
el maestro Néstor Rodríguez Silveira, jefe del Departamento de Educación y
Fomento Artístico de la Sedeculta; Ing. Gilberto Navarrete Correa, subdelegado
de la CDI; Rudy Omar Coronado Góngora, director del CCDI de Peto, Diego de la Rosa Méndez, director del Centro
Cultural “Ricardo López Méndez”, y Andrés Silva Piotrowsky, coordinador del
proyecto “Convivir por las letras” por parte de la Sedeculta..

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