En Pachuca, ciudad que es considerada la cuna de este
deporte en nuestro país, puede visitarse la exposición Los encuadres del
fútbol. Fotografía y balompié en la década de los 40, organizada por el Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH) y compuesta por 36 imágenes que
muestran las acciones de jugadores en el esférico, así como los contrastes
entre el fútbol amateur y el profesional.
Así como el pambol que se jugaba en el país creció en términos
de calidad durante esa década, la técnica fotográfica también experimentó
avances que posibilitaron capturar movimientos, como aceleraciones, cambios de
dirección, e incluso tiros que, en el caso de un disparo a gol, viajan a una
velocidad de entre 90 y 104 km/hr.
Como explica Heladio Vera Trejo, curador de esta muestra y
conservador de fotografía, gracias al desarrollo tecnológico de la industria
fotográfica, los practicantes de esta disciplina tuvieron la posibilidad de
contar con equipo de formato medio, cuyos rollos de película en blanco y negro,
les permitieron acceder a nuevas maneras de aprehender las imágenes.
Por esa razón, Los encuadres del fútbol, montada en la Sala
“Nacho López” de la Fototeca Nacional, acopla la fotografía y el balompié en
los 40, pues antes de esta década, las imágenes del fútbol eran acartonadas, ya
que eran tomadas con placas de vidrio. El fotógrafo utilizaba un paño oscuro y
realizaba la toma como si estuviera retratando a un grupo de jugadores quietos
para la cámara.
Con las modificaciones que desde fines de los años 30
comenzaron a tener las cámaras fotográficas, esto cambió. Heladio Vera detalla
que los aparatos pudieron obturar a velocidades altas, hasta un quinientavo de
segundo. Agencias como la Casasola —a cuyo fondo corresponden la mayoría de las
imágenes de la exhibición— pronto adquirieron este tipo de equipo.
Heladio Vera refiere que la exposición fotográfica, vigente
hasta el domingo 18 de agosto, es el adelanto de una selección de imágenes que
acompañarán un libro escrito por Juan Villoro, bajo el sello de la editorial
Era. La elección de las fotografías está basada en una concatenación de
acciones, como el fútbol mismo.
“Lo que me interesó —abunda el curador de la muestra— fue
dar una secuencia a las imágenes, agruparlas para tener una lectura que nos
lleva acción tras acción, las intentonas de gol, las jugadas de medio campo, el
tiro de esquina y el indirecto, la falta y la intromisión de los aficionados
que en refriega invadían el campo de juego y, por supuesto, el ¡gooool!”.
En las instantáneas en blanco y negro destacan espacios como
el Campo Unión. Al fondo de esta terregosa cancha se alcanzan a ver las
viguetas de acero de lo que sería el Palacio Legislativo, en la Ciudad de
México, y que terminó siendo el Monumento a la Revolución.
También sobresale el Campo Asturias. En marzo de 1936, dicho
estadio —que estuvo ubicado en la hoy Calzada de Chabacano— fue el primero en
tener capacidad para 25 mil espectadores, además de ser escenario de históricos
encuentros y también de riñas, según se puede observar en algunas fotografías
de Los encuadres del fútbol.
Heladio Vera, técnico conservador de la Fototeca Nacional,
describe la “interesante composición” de esta imagen en el Campo Asturias,
donde “las líneas de marcación del mismo campo, junto con los tapetes de
entrenamiento dispersos en el césped y la agitación de los aficionados en las
gradas, crean un todo confuso”.
En contraparte a estas escenas espontáneas, están las de
conjunto, por ejemplo, un retrato de los miembros del equipo Pachuca. Otro
personaje destacado es el célebre jugador Luis “Pichojos” Pérez, quien fue una
leyenda en el Club Necaxa y pilar de una dinastía de futbolistas.
Los encuadres del fútbol. Fotografía y balompié en la década
de los 40 permanecerá en la Sala “Nacho López” de la Fototeca Nacional (Ex
Convento de San Francisco, Casasola s/n, centro de Pachuca, Hidalgo) hasta el
18 agosto, de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. La entrada es libre.
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