México, DF.- El cuento clásico de El gato con botas, la
encrucijada de Manuelita de darse la oportunidad con otra persona o esperar a
su amor Pepito, las aventuras del ruso Sadkó, y la comedia de Don Escrúpulos,
quien recibe el encargo de crear una nueva compañía de ópera pero no tiene
dinero, son las historias que integran el ciclo La ópera es puro cuento.
Carlos Arturo Briz, director de Programación Artística del
Centro Nacional de las Artes (Cenart), acompañado por Óscar Tapia, director de
la puesta El empresario; Rodrigo Diego Rivera, productor de Pepito o la
señorita de Elizondo, y Petr Nevelitchkii, integrante de la obra Los cuentos de
Sadkó, comentó que el ciclo dirigido al
público infantil da la oportunidad de formar nuevos públicos no sólo para la
ópera sino también para las artes escénicas.
En el Teatro de las Artes del Cenart, cuatro compañías
mexicanas presentarán dentro del ciclo las puestas Los cuentos de Sadkó, El
gato con botas, Pepito o la señorita de Elizondo y El empresario; los fines de
semana del 3 al 25 de agosto.
La temporada de ópera para niños arrancará con la
presentación el 3 y 4 de agosto de Los cuentos de Sadkó, en la que Sadkó, un
personaje de cuento de folclor ruso, cuenta sus aventuras y viajes por el mundo
a través de la música, la ópera y el teatro.
Petr Nevelitchkii explicó que la ópera, dirigida por Juan
Antonio Llanes, se basa en un cuento ruso “muy bonito” que para presentar al
público infantil se le hicieron arreglos musicales y contará con la
participación de dos narradores.
La puesta que cuenta con una antología de las obras de
Nikolai Rimsky-Korsakov, Anatoli Liadov, Modest Mussorgsky y Alexander Borodin,
busca familiarizar a los niños con el género de manera amena, al tiempo que los
introduce a personajes e historias de la literatura rusa.
El sábado 10 y domingo 11 de agosto se ofrecerá la ópera para niños en un
acto El gato con botas, basada en el
cuento clásico de Charles Perrault, en la que la voz de la mezzosoprano
Verónica Alexanderson da vida a un gato
que valiéndose de un par de botas ayuda a su dueño, un molinero del
pueblo, a convertirse en el Marqués de
Carabás y a conquistar el corazón de la princesa.
La escenificación de esta obra, que presenta títeres y un
interesante vestuario, ubica a la orquesta en el escenario, mientras los
cantantes interactúan con el público y los instrumentos, de esa manera la
historia es convertida en una pieza musical en la que cinco voces distintas
encarnan al molinero, la princesa, el rey, el ogro y el gato.
Pepito o la señorita de Elizondo, de Jacques Offenbach,
llegará al Teatro de las Artes el sábado 17 y domingo 18 de agosto. La opereta
cuenta en español la historia de Manuelita, una dulce joven que tiene reservado
su corazón para Pepito, un muchacho que se fue a la guerra y que prometió
regresar para casarse con ella, pero el tiempo ha pasado y Pepito no ha vuelto.
Un día Miguel, el mejor amigo de la infancia de Manuelita llega al pueblo. Ella
tendrá que decidir si sigue esperando a Pepito o le da una nueva oportunidad al
corazón.
Rodrigo Diego Rivera, productor de la puesta, comentó en
conferencia que este estreno nacional se busca complacer al público infantil,
el más exigente, pues el niño no atiende a las reglas. “El niño si se aburre se
levanta, se para, habla, por ello apostamos por una obra traducida del francés
al español, pensando en que podamos atender a niños más pequeños”.
El joven productor detalló que para la obra se realizó una
escenografía llamativa para el público infantil y un arreglo musical con instrumentos
nada convencionales en la ópera: el piano, el acordeón y la guitarra. La
dirección musical está a cargo de Daniel
Madero y la dirección escénica de Omar Flores Sarabia.
El ciclo cerrará con
El empresario, de Wolfgang Amadeus Mozart el 24 y 25 de agosto, una comedía en
un acto adaptada a México y dirigida por Óscar Tapia. La trama presenta a Don
Escrúpulos, un empresario que ha sufrido varios descalabros económicos, ante
los caprichos de dos divas: una soprano y una mezzosoprano.
Óscar Tapía expuso
que con la obra traducida al castellano, en la que se presenta todo el look
fastuoso de la ópera, se busca romper la cuarta pared y atrapar al espectador.
“Buscamos entretener
al público con el género de la ópera y estar a la altura de los niños, pues
queremos divertirlos y enriquecerlos con algo que pueda generar algo más en su
vida. Este ciclo, dijo, es una pepita de oro de los esfuerzos que se están haciendo
para difundir a la ópera”.
“La ópera es un
espectáculo que sumerge al espectador sensorialmente en la música, en los
argumentos. Yo no sé quién dijo que es
aburrida, contra eso es lo que tenemos que luchar. Los que estamos aquí tenemos
pasión, amor y las ganas de dar lo mejor al público”, expresó Óscar Tapia.
En opinión de Rodrigo
Diego Rivera la realización de ciclos como La ópera es puro cuento brindan la
oportunidad de que los niños y el público en general vean otros espectáculos.
“La gente está interesada en ver otro tipo de cosas y otro tipo de
entretenimiento un poco más inteligente y completo”.
Se presentó un
proyecto interactivo con el fin de apoyar el acercamiento de los niños hacia la
ópera de manera lúdica. En él los infantes y los grandes conocerán las
distintas tesituras de voces que tienen los y las cantantes que participan en
ella. El interactivo se encuentra en la liga
www.cenart.gob.mx/las-voces-en-la-opera.
El ciclo La ópera es
puro cuento se llevará a cabo los sábados y domingos de 3 al 25 de agosto, a
las 13:00 horas, en el Teatro de las Artes del Cenart, ubicado en Río
Churubusco 79, esquina Calzada de Tlalpan. Localidades 60 pesos. Para mayor
información y consulta de cartelera visite: http://www.cenart.gob.mx/.
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