La pareja llegó el día miércoles a Mérida y se hospedó en el
hotel Pedro Infante. Durante la mañana de este día, María del Pilar Morasa
Garcilaza se encontraba en su habitación, cuando recibió una llamada de larga
distancia y bajo amenazas se le indicó
que saliera, comprara un teléfono y consiguiera un cuarto en otro lugar
cercano.
Mientras tanto,
Roberto Pineda Álvarez atendía otra llamada con la noticia de que a su
esposa la habían privado de su libertad y para entregársela tendría que
depositar 300 mil pesos.
Al mismo, tiempo la señora Morasa Garcilaza, ya encerrada en
un cuarto del hotel Flamboyanes, ubicado en la avenida Itzáes, era engañada vía
telefónica, solicitándole la misma
cantidad, para dejar libre a su esposo.
La mujer relató que a cada rato le marcaban y con palabras
altisonantes le exigían el dinero y le
ordenaban que no saliera de la habitación.
Al recibir la llamada de auxilio, la Unidad de Monitoreo e Inteligencia
Policial de la SSP de inmediato localizó a la señora, al igual que su esposo.
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