- Rafael Tovar y de Teresa da el pésame a su esposa, hijos y a su entrañable amigo Gabriel García Márquez
- El poeta y escritor nació en Bogotá, Colombia, en 1923 y residió en México por más de 50 años
México, DF:- “Álvaro Mutis ha fallecido, mi pésame a Carmen
y sus hijos y a Gabriel García Márquez, por el fallecimiento de su amigo más
entrañable”, expresó a través del twitter Rafael Tovar y de Teresa, presidente
del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, ante el deceso del escritor
colombo-mexicano, sucedido este domingo 22 de septiembre a las 16:20 horas, en
el Instituto Nacional de Cardiología.
Álvaro Mutis (Bogotá,
Colombia, 25 de agosto, 1923, Ciudad de México, 2013) ha sido sin duda uno de
los escritores de habla hispana más destacados de nuestro tiempo, poeta de gran
riqueza expresiva, cuyo fallecimiento representa una gran pérdida para las
letras del mundo. Su obra recibió en vida del autor grandes reconocimientos
internacionales como el Premio Xavier Villaurrutia, el Príncipe de Asturias de
las Letras, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, así como el Premio
Cervantes.
El cuerpo del poeta y
escritor será velado este lunes 23 de septiembre a partir de las 10:00 horas en
la funeraria García López de San Jerónimo.
La importancia de la
obra literaria de Álvaro Mutis, señaló el escritor Hugo Gutiérrez Vega, “es que
describe un mundo perdido, la antigua Colombia de los propietarios rurales,
como los de la familia Mutis”, así como la creación de personajes emblemáticos
como Maqroll el Gaviero.
“Yo diría –apuntó
Gutiérrez Vega en entrevista con el Conaculta– que es de los principales
escritores colombianos de nuestro tiempo y latinoamericanos, fue además un
maestro, el personaje de Maqroll el Gaviero, es uno de los personajes centrales
de la poesía latinoamericana contemporánea”.
Además de ser un
escritor muy importante –agregó– tuvo como gran virtud el no creerse
importante, a pesar de haber creado a ese personaje tan emblemático que es un
alter ego, que es y no es, el mismo Álvaro Mutis.
Maqroll, apuntó, es
uno de los personajes más conocidos, ya que los libros de poesía del colombiano
han sido traducidos a varios idiomas “y lo que a todo el mundo le interesa,
quién es Maqroll, de dónde viene y a dónde va”.
Como un hombre
ingenioso, de gran sentido del humor y sobre todo, muy culto, calificó el
escritor Hugo Gutiérrez Vega al poeta y novelista colombiano Álvaro Mutis,
quien el pasado 25 de agosto cumplió 90 años, de los cuales vivió más de 50
años en México
“Fue un hombre muy
ingenioso, muy amable, muy educado, con un gran sentido del humor, a pesar de
la enfermedad que lo hacía temblar constantemente y, por lo tanto, debería
tener un humor endemoniado pero no, siempre se mantuvo optimista, viendo la
vida, caminando la vida y gustando de la vida.
“Además de ingenioso,
era muy culto, un erudito, sabía mucho de muchas cosas, sobre todo de
literatura y de historia de la literatura, aunque también de política y de
sociología, aunque en esto fue bastante conservador, decía que la última buena
noticia que le interesó en política, fue la caída de Constantinopla a manos de
los turcos”, acaecida en 1453.
La vida de Álvaro
Mutis fue intensa, pues con tan sólo dos años de edad, a causa de la profesión
de su padre, se fue a vivir a Bélgica e hizo sus primeros estudios en Bruselas.
Realizó viajes constantes durante las vacaciones entre Europa y Colombia, a
donde regresó a vivir tras la muerte de su padre en 1931, para instalarse en
una finca cafetalera y cañera en Coello, cerca de Tolima, que había fundado su
abuelo y que heredó su madre.
De esas primerias
travesías surge su fascinación por el mar y los barcos. El contacto físico con
el trópico, con el clima de la tierra caliente, el aroma del café, el plátano y
los árboles frutales, marcarían su posterior producción literaria.
De hecho, el autor
colombiano reconocía que “todo lo que he escrito está destinado a celebrar, a
perpetuar ese rincón de la tierra caliente del que emana la substancia misma de
mis sueños, mis nostalgias, mis terrores y mis dichas. No hay una sola línea de
mi obra que no esté referida, en forma secreta o explícita, al mundo sin
límites que es para mí ese rincón de la región de Tolima, en Colombia”.
Muy joven, en 1941 y
con sólo 18 años, contrajo matrimonio con Mireya Durán, con quien tuvo tres
hijos y en 1942 para ganarse la vida, comenzó a trabajar en la emisora de radio
Nuevo Mundo, después pasó a ser relacionista público de varias empresas como
Esso, Standard Oil y Columbia Pictures,
empleos en los que viajaba constantemente y que le dieron la oportunidad de
conocer su país y muchas partes del mundo.
Tras dos años de
estancia en Esso, fue demandado por la compañía debido a que ciertas cantidades
de dinero que debían ser asignadas a obras de caridad, Mutis las usó en
aventuras culturales, por lo que viajó de urgencia a México en 1956, país que
desde entonces se convirtió en su lugar de residencia.
Este exilio, comentó
Gutiérrez Vega, “marcó mucho a Álvaro, pero también le permitió colocarse en
una perspectiva desde la cual veía a Colombia con mayor precisión, con mayor
claridad, a veces abandonar el propio país nos permite verlo más claramente.
Álvaro sí era muy colombiano en todos
sentidos, en civilidad, etcétera, pero yo diría que era un colom-mex”.
Sin embargo, a los tres años de su llegada a nuestro país,
en 1959 se hicieron efectivas las demandas en su contra y fue recluido en la
cárcel de Lecumberri durante un año y tres meses. Su experiencia en la cárcel
cambió del todo su visión del dolor y del sufrimiento humano.
Hugo Gutiérrez Vega recordó este importante hecho. “Cuando
llega a México tiene un problemilla por ahí en una empresa donde trabajaba,
parece ser que no era muy bueno con las cuentas. Y estuvo en Lecumberri y escribió
un libro realmente muy interesante que se llama Diario de Lecumberri, no son
sólo sus memorias, sino las reflexiones sobre la condición humana”.
Su producción literaria arrancó en 1948 con la publicación
de su primer volumen de poesía, La Balanza, al que siguió en 1953, Los
elementos del desastre. En 1960 da el viraje a la prosa con Diario de
Lecumberri y es en 1973 cuando se inicia en la novela con La mansión de
Araucaima.
Su reconocimiento popular llegó en 1986 con la publicación
de la primera novela de Maqroll el Gaviero, La nieve del Almirante y al año
siguiente, apareció la segunda obra de la saga: Llona llega con la lluvia, que
le valió la Medalla de la Orden del Águila Azteca.
En 1988, la
Universidad del Valle le concedió el grado de doctor Honoris Causa en letras y
recibió el Premio Xavier Villaurrutia. La tercera obra de la serie de Maqroll,
Un bel morir, apareció en 1989 y también publicó La última escala del Tramp
Steamer.
El gobierno francés
le otorgó la Orden de las Artes y las Letras en el Grado de Caballero. En 1990
publicó la novela Amirbar, por la que el gobierno italiano le concedió el
Premio Nonino, al mejor libro extranjero.
Después fue la Universidad de Antioquia la que le concedió
el grado de doctor Honoris Causa en literatura. En 1997 fue galardonado con el
Premio Cavour, en Italia y con el Príncipe de Asturias, en España. Finalmente,
en 2001 se hizo con el máximo galardón de las letras hispanas, el Premio
Cervantes
Álvaro Mutis fue gran amigo del también escritor colombiano
Gabriel García Márquez, de quien es el primer lector de sus borradores, además
de que dos de sus novelas han sido llevadas al cine, La mansión de Araucaima
(1986), dirigida por Carlos Mayolo Llona
llega con la lluvia (1996) de Sergio Cabrera.
Para celebrar el 90 aniversario del natalicio del escritor,
el gobierno colombiano llevó a cabo un homenaje a su vida y obra del 26 al 29
de agosto, que incluyó un ciclo de cine con la proyección de las cintas basadas
en sus novelas y conferencias que destacarán su legado.
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