- Destaca experta avance gradual de reformas legales
Por Norma Loto
Panamá (Cimacnoticias/SEMlac).- Poner fin a la impunidad es
el objetivo del Protocolo Latinoamericano de Investigación de las Muertes Violentas
de Mujeres por Razones de Género (feminicidio/femicidio), documento redactado
por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(ACNUDH) y ONU-Mujeres, junto a personas expertas de América Latina (AL).
Si bien hay avances en relación con la tipificación de esos
hechos en distintos países de AL, las iniciativas a veces sólo parecen quedar
en intentos, letra muerta y la escasa acción del sistema jurídico-penal, que
sigue arraigado a columnas patriarcales que impiden una correcta actuación.
En medio de este
panorama, representantes de 15 países de Iberoamérica se reunieron en Panamá
del 9 al 13 de septiembre con el fin revisar y validar el Modelo de Protocolo
Latinoamericano de Investigación de las Muertes Violentas de Mujeres por
Razones de Género.
A la reunión de
Panamá asistieron magistrados, jueces, policías, forenses, abogadas, abogados y
especialistas de la academia de Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica,
Chile, El Salvador, Ecuador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua,
Panamá, República Dominicana y Uruguay.
El objetivo fue
recoger experiencias y recomendaciones a fin de garantizar la aplicación del
Protocolo Latinoamericano.
En la actualidad se
apela al término femicidio para referirse a los asesinatos de mujeres por parte
de los hombres, motivados por desprecio, odio, placer o sentido de propiedad
sobre ellas.
En cambio,
feminicidio es un término con impronta política, acuñado por la antropóloga
mexicana Marcela Lagarde y que alude al acto de asesinar a una mujer por el
sólo hecho de ser mujer, pero con el matiz político añadido de denunciar la
inactividad de los Estados en el incumplimiento de las convenciones
internacionales.
“Se trata de una
fractura del Estado de Derecho que favorece la impunidad. Por ello afirmo que
el feminicidio es un crimen de Estado”, refiere Lagarde.
Poner énfasis en
estos crímenes sirve para fortalecer la concientización sobre la más grave de
las violencias contra las mujeres.
Según e l informe
2012 del Observatorio de Igualdad y Género de América Latina y el Caribe de la
Cepal, en 2011 se registraron mil 139 homicidios de mujeres por el hecho de
serlo en ocho países de la región.
La representante
regional de ACNUDH, Carmen Rosa Villa, afirmó en un comunicado que la muerte
violenta de mujeres por razones de género pone a millones “de todas las edades
en una situación de desasosiego permanente”, y agregó que “los Estados, las
sociedades y el sistema de las Naciones Unidas tienen que trabajar de la mano
para luchar contra ese fenómeno y contra la impunidad que los rodea”.
Esa iniciativa
responde a diversos llamados de atención provenientes de instituciones
internacionales de Derechos Humanos sobre deficiencias y dificultades que
persisten en las investigaciones del feminicidio/femicidio.
Entre otras, las
instituciones dieron cuenta de algunos vicios instaurados en el sistema
judicial, como los prejuicios y estereotipos en las personas que integran el
aparato judicial, demoras en el inicio de las investigaciones, estancamiento de
expedientes, y negligencias e irregularidades en la obtención de pruebas.
Moni Pizani,
directora de ONU-Mujeres para las Américas y el Caribe, señaló que el diseño de
Protocolo “es un instrumento técnico y práctico destinado a ofrecer a los
funcionarios judiciales, fiscales y policía, directrices para la investigación
penal eficaz de las muertes violentas de mujeres por razones de género, de
conformidad con las obligaciones internacionales suscritas por los Estados”.
“No es un instrumento
obligatorio; lo que estamos buscando es que sea reconocido y utilizado. Es una
herramienta que les ofrece a los operadores de justicia directrices para la
implementación penal y, en ese sentido, ayudará a desterrar algunos vicios”.
“El Protocolo ofrece
un estándar de las diligencias que redundará en la reducción de la impunidad”,
aseguró Pizani en diálogo con SEMlac. Detalló que el protocolo proporcionará
directrices generales y criterios dirigidos a mejorar las prácticas de los
operadores de justicia.
La idea es terminar
con un conjunto de arbitrariedades y brindar “una perspectiva de género en la
actuación de las instituciones a cargo de la investigación, sanción y
reparación”, afirmó a SEMlac.
A la par, esta
herramienta práctica busca garantizar los derechos de las víctimas,
sobrevivientes y familiares en el ámbito de la justicia, además de que
garantiza su participación en las etapas de investigación y juicio de los
feminicidas/femic idas, detalló.
Entre otros puntos,
el Protocolo refiere la importancia de las pruebas de contexto, es decir, todos
los hechos que antecedieron al femicidio, como las denuncias realizadas en la
policía, el testimonio de familiares, entre otros. Son factores a los que a
veces la justicia no les brinda el valor suficiente a la hora de emitir un
juicio, ya que se remiten a la información contundente.
Toda la información
de contexto son evidencias. “Por eso debe haber una trabajo de capacitación a funcionarios
y operadores de justicia, para que analicen de una forma distinta”, refirió
Pizani.
PROCESO EN
CONSTRUCCIÓN
Interrogada por
SEMlac acerca de las regiones más resistentes a aceptar el protocolo, Pizani
prefirió una mirada en positivo del proceso, que data de hace pocos años, y
abogó por elogiar a los países que ya tienen tipificado el
feminicidio/femicidio.
“Es como una ola que
despierta la atención en otros países y, seguramente, genera acciones que se
multiplicarán”, comentó.
Desde 2007, varias
naciones de AL han desarrollado un proceso de tipificación de las muertes
violentas de mujeres por razones de género, bajo la denominación de femicidios
o feminicidios, según los países.
El Salvado r,
Guatemala, Colombia, Nicaragua y Bolivia han creado leyes especiales de
prevención, atención y sanción de la violencia contra las mujeres, en tanto que
Costa Rica, Chile, Perú, Argentina, Honduras y México han reformado las normas
penales nacionales existentes.
El Modelo de
Protocolo Latinoamericano de Investigación de las Muertes Violentas de Mujeres
por Razones de Género es parte de las acciones de la campaña “ÚNETE para poner
fin a la violencia contra las mujeres”, del secretario general de las Naciones
Unidas, ACNUDH y ONU-Mujeres, que en junio de 2012 organizaron la primera
reunión de expertas y expertos para iniciar el trabajo de redacción.
Poner fin a la impunidad
por la violencia contra las mujeres es una de las metas que se propone Naciones
Unidas. El estudio del secretario general de la ONU “'Poner fin a la violencia
contra la mujer”', de 2006, se refirió así al efecto que tiene la impunidad
sobre la vida de las mujeres: “La impunidad por la violencia contra la mujer
agrava los efectos de dicha violencia como mecanismo de control de los hombres
sobre las mujeres”.
El estudio también
hace referencia al papel del Estado cuando no responsabiliza a los autores de
actos de violencia y sostiene que “la impunidad no sólo alienta nuevos abusos,
sino que tamb ién transmite el mensaje de que la violencia masculina contra la
mujer es aceptable o normal”. 13/NL/RMB
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