Torres Peimbert señaló que, de acuerdo con la experiencia
internacional, es necesario un impuesto especial a los refrescos lo
suficientemente alto para disuadir efectivamente a los consumidores de su
compra y provocar que migren a otros productos más sanos. De esta manera
aseguró que la propuesta del Ejecutivo Federal, contenida en la Reforma
Hacendaria de gravar únicamente con un peso a las bebidas azucaradas, no es una
medida adecuada.
Por el contrario, afirmó que con su iniciativa de establecer
un impuesto de dos pesos a estas bebidas se espera un decrecimiento del 24 por
ciento en el consumo del refresco y una disminución de las estadísticas que
colocan a México como el mayor consumidor de refrescos per cápita en el mundo.
En efecto, la Secretaria de la Comisión de Anticorrupción y
Participación Ciudadana señaló que se calcula que un mexicano consume alrededor
de medio litro de refresco todos los días y que 80 mil muertes al año en
nuestro país son causadas por diabetes. Más aún, 7 de cada 10 mexicanos padecen
obesidad o sobrepeso y 3 de cada 5 niños tienen algún problema de obesidad.
Junto con esta iniciativa, la senadora afirmó que se van a
presentar otras medidas relacionadas con la publicidad engañosa y el etiquetado
de los refrescos y de todos los productos alimenticios que se consumen en
México, para que se especifique de manera clara y muy pedagógica qué es lo que
estamos consumiendo.
Asimismo, se abordarán políticas públicas que garanticen el
acceso al agua potable en las escuelas y las comunidades más alejadas y
desprovistas de nuestro país, así como la prohibición del consumo de refresco y
de alimentos chatarra en todas las escuelas públicas.
Con estas medidas, Torres Peimbert aseveró que se estará
trabajando para “tener un país más sano y liberarnos de esta epidemia que nos
está provocando que tres de cada cuatro camas de hospitales públicos estén
ocupadas por pacientes cuyos padecimientos son consecuencias de la obesidad, el
sobrepeso o la diabetes”.
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