- Surge a partir del proyecto El viaje del Elefante, beneficiario del PECDA 2013 en el estado de Guanajuato
México, DF:- El filósofo griego Aristóteles dijo alguna vez
que el elefante era el animal que superaba a todos los demás en mente e
ingenio.
Para el actor Karim Torres se trata de un ser fascinante con
una variedad de comportamientos asociados con al duelo, el aprendizaje, el
cuidado maternal, el juego, el altruismo, el uso de herramientas, la compasión,
la cooperación, la conciencia de sí mismos, la memoria y el lenguaje.
A partir de estas singulares características es que trabaja
en el montaje ETNAFELE surgido del proyecto El viaje del Elefante, primera
parte de la creación de un unipersonal con un mensaje encaminado hacia la
reconexión como seres humanos con nuestro entorno y la naturaleza.
“Se presenta a un hombre que al ver todo este caos citadino
en la que hay una enajenación en el contacto con el otro, un egoísmo y
necesidad vacía de un consumo de cosas inútiles e innecesarias, toma conciencia
y decide renunciar a su naturaleza de ser humano para adoptar la del paquidermo
y así encontrar una manada para sobrevivir”.
Luego del encuentro con los asesores involucrados en el
proyecto beneficiario del Programa de Estímulos a la Creación y el Desarrollo
Cultural (PECDA) 2013 en el estado de Guanajuato, se hizo un trabajo de
investigación que contempló el estudio de diversas técnicas.
“Con Indira Pensado trabajé la técnica Roy Hart, con Tania
González la técnica vocal Linklater y con Gerardo Trejo Luna toda la
investigación corporal que culminó con un working progress que se ha presentado
esporádicamente ante público para ir diseñando el montaje final”.
Como parte del proceso, —aseguró el actor— fue esencial
estudiar el movimiento de los elefantes, su condición corporal, el juego que
tienen con su trompa, la forma en que pueden arrancar un árbol, pero también
sostener un maní y hasta sus arrebatos de violencia.
Así, empezó a apropiarse de esas cualidades y la utilidad
que pueden tener para el montaje. También revisó textos como El viaje del
elefante de José Saramago, poesía de Rosario Castellanos, libros académicos y
de su autoría.
“Dentro de estas investigaciones asistí a dos sesiones del
circo Atayde y tuve la oportunidad de bañarlos, alimentarlos y tener una
conexión más clara y fuerte con ellos”.
Y es que el cerebro de los elefantes es similar al de los
humanos en términos de estructura y complejidad al poseer la misma cantidad de
neuronas.
El montaje definitivo está proyectado para mediados del 2015
con la participación de Antonio Ocampo como director de escena y en
colaboración con el colectivo Teatro Sin Paredes (TSP).
“Les presenté mi proyecto y van a albergarlo para que con su
ayuda pueda ser más viable y más fácil terminar de conseguir el recurso
necesario para el montaje. En cuanto a producción manejo el espacio vacío
porque quiero tener la facilidad de presentarlo en cualquier tipo de
condiciones y experimentar en espacios alternativos”.
Además, se contempla la propuesta de una posible
intervención de trabajo multimedia a cargo del creativo de TSP, agrupación
caracterizada por explorar distintos lenguajes escénicos con el objetivo de
establecer un diálogo con el espectador.
Durante ocho años, Karim Torres fue integrante del grupo
Odisea Teatro a cargo del maestro Leopoldo Ibarra en León, Guanajuato. Ha
participado en diversos talleres y cursos de formación actoral y corporal,
además de formar parte del diplomado del Centro de Estudios para el Uso de la
Voz (CEUVOZ).
Destacó que más allá de lo económico, el ser beneficiario
del PECDA representó una apertura de panorama en cuanto a la forma de creación y
a la iniciativa que se puede detonar a partir de la necesidad de comunicar.
“Al tener el apoyo del PECDA, la propuesta es ofrecer el
unipersonal en lugares del estado. Una de mis apuestas es presentarlo en todos
los festivales de monólogos”.
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