- A propuesta del presidente del Conaculta arranca el foro Una probadita del siglo XXII
- Se trata de visualizar las estructuras en que se desarrolla, no sólo nuestra vida, sino la de nuestra especie: Tovar y de Teresa
Por ello, a iniciativa del encargado de las políticas
culturales, La Ciudad de las Ideas, en su séptima edición, inició el foro de
reflexión Una probadita del siglo XXII / A taste of the XXII century, donde
especialistas hablarán de cómo se espera que vaya a ser el cerebro humano en el
siguiente siglo.
Tovar y de Teresa señaló que se trata de tener un
conocimiento general de la tendencia por donde irá la evolución de la cultura
en una época como la actual, marcada por la revolución cuántica, la informática
y la genética, que nos llevará a tener una visión distinta del mundo, de
nosotros mismos y del proceso en que transitamos.
Sobre todo ahora que, dijo, las ideas se expanden a una
velocidad que nunca tuvieron; por ejemplo, las nociones de Galileo en el siglo
XVII, cuando le quitó al hombre la arrogancia de ser el centro del universo y
situó a la Tierra como un planeta que gira en torno al Sol, tardaron en
difundirse unos 200 años y las teorías de Darwin y la evolución, todavía “no
acaban de llegar al mundo contemporáneo y, en una buena parte de Estados
Unidos, se sigue creyendo en el ‘creacionismo’, que somos un ser que tal cual
Dios nos creó, como somos ahora”.
En estos días, acotó, se puede tener acceso inmediato a los
trabajos, investigaciones y reflexiones del mundo pensante que van a
transformar las estructuras sociales, políticas, económicas y culturales en las
que nos desarrollamos.
“Y éstas, necesariamente vistas hacia el siglo XXII, serán
distintas, porque cambiará la expectativa de vida, cambiará el modo de
reconocernos ante nosotros, la inmediatez de la comunicación, en fin, tantas
cosas”.
Sin embargo, los temas siguen siendo válidos, porque están
ligados a una cierta condición humana. “Cómo todo esto va a impactar en
nosotros como especie humana y cómo los temas fundamentales que al hombre han
inquietado, desde el Antiguo Testamento, los griegos, los latinos, en fin,
todos los temas universales en las religiones, cómo el hombre se relaciona con
la eternidad, con la muerte, con la vida, cómo se relaciona con el amor, qué es
lo importante, lo que es trascendente, necesariamente eso se va a transformar”.
Lo importante, destacó Tovar y de Teresa, es que “seremos la
primera generación que empiece a visualizar que las estructuras en que se
desarrolla, no sólo nuestra vida, sino la de nuestra especie, será radicalmente
distinta a la de todas las generaciones que nos han precedido”.
El presidente del Conaculta destacó que no se trata de
optimismo ni pesimismo, “sino con datos que están frente a nosotros, por eso el
valor de La Ciudad de las Ideas, porque aquí es donde nos adentramos a lo que
es la vanguardia del pensamiento”.
En tanto, Andrés Roemer, curador de La Ciudad de las Ideas,
celebró la integración de este nuevo foro de discusión a propuesta de Rafael
Tovar y de Teresa, ya que se trata de un ejercicio para entender qué es el
amor, los celos, las relaciones interpersonales, el noviazgo, los intereses del
hombre y la mujer, del cerebro.
Para tener una probadita del siglo XXII, comprendiendo lo
que pasa en el 2014, el foro arrancó con la participación de David Buss,
conocido como el padre de la psicología evolutiva, quien abordó el tema de la
lujuria.
Este sábado y domingo, en A taste of the XXII century,
diversos especialistas abordarán distintas perspectivas: Paul Bloom hablará del
enojo; Michael Shermer, sobre Dios; Lawrence Krauss abordará el tema de
ciencia; Louann Brizendine hará lo propio con los celos y Paul Rozin con la
gula.
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