- El controvertido filme mexicano ganador en Locarno se estrena este 4 de diciembre en el complejo del Conaculta
México, DF.- El mundo de los festivales y de la
cinematografía pueden ser muy glamorosos, y hacen perder los pies en la tierra,
pero la realidad del cine va más allá, pues es la única actividad que te da la
posibilidad de convivir con aquellos a los que llaman escoria y contar sus
vidas, así ve las cosas el sociólogo Ricardo González Silva, previo al estreno
de su película Navajazo (México, 2014), en la Cineteca Nacional.
A partir de este 4 de diciembre llega a las pantallas del
complejo perteneciente al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y a las
salas del Cine Tonalá y Cinépolis, este filme ganador del Leopardo de Oro
Cineastas del Presente en el Festival Internacional de Cine de Locarno, del
reconocimiento a Mejor Largometraje en el Festival de Milán y el Premio del
Público en el Festival Internacional de Cine de la UNAM, entre otros
reconocimientos.
Se trata de una docuficción distribuida por Interior 13, con
la que Ricardo González debuta en la dirección de largometrajes. En este
material nos adentra a la cruda realidad en la que están inmersos aquellos
conocidos como marginales: prostitutas, junkies, dementes, homicidas,
traficantes, huérfanos y productores de cine porno, que habitan en la frontera
de Tijuana.
Con este trabajo, el cual surgió como parte de las
investigaciones que como sociólogo lleva a cabo desde hace algunos años en
aquella ciudad, González Silva tuvo la oportunidad de llegar a grandes
festivales sin que esa fuera su intensión. Pues, como reconoció en entrevista
para el Conaculta, comparado con los grandes cineastas considera que aún no
sabe hacer cine, sino que apenas está aprendiendo a contar historias.
"Realmente teníamos la intención de hacer algo honesto
y no pensando en festivales, ni en cine, mucho menos en los premios;
simplemente hicimos un ensayo para ver qué salía y el resultado, que por cierto
no costó más de cinco mil dólares, fue una suerte de película que alguien vio,
le gustó y empezó a caminar sola", dijo.
El también reportero gráfico, especialista en temas de
narcotráfico y prostitución, admitió que si bien los festivales les han dado la
posibilidad de llegar a este estreno nacional, para él la cinematografía tiene
otro significado. "El cine es la facilidad de poder meterme a la mierda y
salir limpio. ¿De qué otra forma podía haberlo hecho?”.
Explicó que dado el entorno de filmación, los métodos
sociológicos y los mismos personajes filmados pusieron en riesgo su vida y la
del resto del crew, quienes sufrieron asaltos, robos y amenazas. Sin embargo,
lejos del miedo, la experiencia lo ha hecho adicto a la adrenalina de entrar y
salir de este entorno.
Y reconoce que a partir de esta experiencia entendió que no
puede tener una actitud de documentalista hacia sus personajes y tratarlos como
si fueran menos. Se trata de estar al mismo nivel si la intención es que
compartan su vida.
"Al filmar entramos a transgredir vidas y espacios, y
es posible meterse con quien sea y a donde quiera: con narcos, prostitutas y
violadores, con el simple pretexto del cine, pero con la intención de mandar un
mensaje al mundo", admitió.
El material contiene escenas muy explícitas para las que la
mayoría del público podría no estar preparada. Al respecto, dijo que sabe que
tiene que ser responsable de lo que sucede, sin creer que con ella va a cambiar
la vida de los protagonistas. "No está tan mal cuando estás consciente y
hablas con la neta”.
El novel cineasta confió que Navajazo no es nada nuevo, es
algo que ya se ha hecho muchas veces. Aseguró que justamente esa honestidad,
tanto al momento de filmar como al presentar la película en los festivales, es
lo que ha marcado el éxito del filme.
“No sabía que hasta aquí iba a llegar la película, yo no sé
lo que estoy haciendo, pero estoy viendo que el material sí está consiguiendo
algo. No como Ricardo Silva, sino el material en sí. La película está cambiando
cosas que ni siquiera esperaba cambiar y esto se convierte en un parámetro”.
El sociólogo y cineasta explicó que una de las cosas que más
le han enriquecido de la crítica son las diversas interpretaciones artísticas
que se han hecho de la cinta.
"Hay cosas que ni siquiera he pensado que pude haber
hecho, pero hay interpretaciones tan
bonitas y tan poéticas, y la gente ha escrito ensayos, reseñas y críticas que
me parecen increíbles, pues ven en la película cosas que yo no veo y que no
concebí así. Como un ensayo que habla sobre el amor a los personajes, que
aunque no lo concibo así, me gusta pensar que en algún momento pude sentir
eso", finalizó.
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