- Mesa panel en la V Semana Cultural por los Derechos Humanos
La mesa panel estuvo integrada por los investigadores, Pedro
Lewin Fisher y Estela Guzmán, así como la presidenta de la Federación Yucateca
de California, Gladys Pinto Muñoz; y fue
moderada por María Teresa Vázquez Baqueiro, Directora del Centro de Investigación
Aplicada en Derechos Humanos de la CODHEY y el Consejero José Inés Loría Palma.
Los investigadores Pedro Lewin y Estela Guzmán, coincidieron
en el caso de Yucatán, la migración estatal es fundamentalmente a Mérida; la
nacional a Quintana Roo y la internacional, al estado de California, Estados Unidos.
Estela Guzmán detalló que se han identificado 220 mil 604
migrantes en 101 municipios del estado que representan al 29 % de la población
total de esos municipios.
De los 102 mil 455 migrantes al interior del estado, el
83.7% migra a la ciudad de Mérida y son originarios de 93 municipios yucatecos.
Cada día se incrementa el número de inmigrantes originarios
de otros estados de la República (Oaxaca, Chiapas).
Las mujeres que migran a la capital del estado se incorporan
masivamente al trabajo doméstico, los servicios y las maquiladoras.
Asimismo, precisó que de los 71 mil 403 yucatecos que
radican en otro estado del país, el 94 % migró al estado de Quintana Roo
(66,877 yucatecos), la mayoría laboran en Cancún, Playa del Carmen y Cozumel.
En California, abundó, se concentra el 78.5% de yucatecos en Estados Unidos y radican en
29 ciudades de esa entidad.
Por su parte, el investigador, Pedro Lewin Fisher detalló
que las mujeres establecen una clara diferencia entre el beneficio económico y
material y las consecuencias emocionales de la migración.
“Las mujeres tienden a sacrificar emocionalmente su propia
pareja a cambio de un futuro material mejor; tienden a cargar con un doble
peso: el de renunciar a su vida conyugal y el de asumir (con dificultad) la
paternidad de sus hijos”, dijo a los asistentes.
Detalló que las mujeres, particularmente las esposas de
migrantes nacionales e internacionales, viven un doble dolor: sufren la
ausencia del esposo y, sufren el dolor de sus propios hijos, por la ausencia del padre.
“Las mujeres, imaginan un futuro para sus hijos fuera de la
comunidad, es decir, consideran que tendrán que migrar para tener un futuro
mejor”, remarcó.
Los investigadores concluyeron que la comprensión y atención
del fenómeno migratorio requiere de un acercamiento diferenciado de sus
sujetos: su condición cultural, su sexo y edad, el destino migratorio y la
temporalidad de la migración, entre otros aspectos.
“El tratamiento indiferenciado de los sujetos desdibuja el
entendimiento de la movilidad migratoria y condiciona la viabilidad de las
políticas públicas para su atención”, precisaron.
Asimismo Estela Guzmán hizo un llamado urgente a
reconsiderar nuestra comprensión de la migración indígena, tanto interna como
internacional, ya que la migración indígena dentro de nuestro país ha
transformado el mapa étnico de México.
“Necesitamos trascender nuestros tradicionales esquemas de
interpretación que identifican población indígena con territorios tradicionales
y municipios rurales. Una
reconsideración de esta naturaleza no sólo centrará nuestra visión del fenómeno
migratorio, sino que hará justicia a los dinámicos procesos de adaptación y
reproducción cultural de la población indígena de México”, comentó.
Además, señaló que gran parte de los estudios migratorios
han priorizado exclusivamente al migrante, a su condición masculina y a las
contribuciones económicas a las familias y regiones de origen.
“Sin demeritar estos procesos, resulta urgente volcar
nuestra mirada hacia aquellos sectores y dinámicas de la migración que
permanecen en el origen y que, sin los cuales, el fenómeno migratorio no se
comprende en su totalidad”, dijo.
“Las y los que se quedan, principalmente las esposas e hijos
de los migrantes, forman parte de estos sectores y dinámicas. No sólo reciben
remesas, sino que padecen de ausencias y consecuencias “invisibles” que
necesitamos entender y atender con urgencia. Los efectos emocionales provocados
por la migración, tanto entre migrantes como entre “los que se quedan”, afectan
la estabilidad emocional de las mujeres y niños que permanecen en el origen”,
finalizó.
Por su parte, Gladis Pinto, habló sobre el Movimiento
Migratorio Internacional y subrayó los riesgos que enfrentan los migrantes al
viajar principalmente a los Estado Unidos, tales como: ser objeto de secuestro,
maltrato físico o psicológico, racismo., abuso de autoridades de EUA y,
lamentablemente, hasta de autoridades mexicanas.
Lo grave de su situación, expresó, se agudiza en el trabajo
por la falta de documentación, “si no tienes documentos, te pagan lo que
quieren y te discriminan”, declaró.
Asimismo, hizo un reconocimiento a los programas del
gobierno del estado para informar acerca de los riesgos de migrar de forma
desordenada e insegura a jóvenes estudiantes vulnerables, así como de
asistencia jurídica para detenidos, entre otros programas de apoyo a los
servicios que requieren los migrantes.
Por la tarde, en el
salón de Consejo Universitario de la
Universidad Autónoma de Yucatán, se llevará a cabo la mesa panel “Los Derechos
Humanos en el Cine” en la que participarán el
Mtro. Jorge Álvarez Rendón, cronista de la Ciudad, Lic. Alejandro
Pulido, crítico de cine y Lic. Oscar Urrutia, cineasta, contando con la presencia como moderador al
Lic. Gerardo Alejos Victoria, promotor cultural.
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