- Necesitamos más periodistas comprometidos, afirmó.
- El verdadero peligro: dejar de ser periodista para convertirse en mensajero
- Algunos trabajadores les es más fácil estampar su nombre en los boletines oficiales
- Pide hacer un alto para revisar qué está sucediendo, pues las redacciones no son más aquellas aulas donde se revisa de manera escrupulosa la escritura
Afirmó que las redacciones ya no son más aquellas aulas
donde había una revisión escrupulosa de la escritura “y una muestra de ello, de
manera cotidiana, son los errores ortográficos en las páginas de las más
prestigiadas publicaciones. Debemos hacer un alto para revisar qué está
sucediendo”.
Los medios de comunicación tienen el papel de educar y,
luego entonces preguntarnos ¿Qué sociedad estamos formando? Los jóvenes
egresados de las escuelas, con sus títulos de licenciados, no inician en
policía o aeropuerto, desean ser los gerentes o directores.
Bien lo decimos un poco en broma, un poco de verdad: el
título no hace al periodista. Regresemos a nuestras raíces. Yucatán, cuna de
grandes periodistas literatos, lo merece, la sociedad lo demanda.
Recordó las añejas demandas de los periodistas: Vivienda,
prestaciones, becas escolares, para los hijos, un mausoleo en el cementerio y
un monumento nuestro donde cada 7 de junio vayamos a depositar una ofrenda
floral. Ahora se agrega una ley que proteja a las y los periodistas.
Necesitamos más periodistas comprometidos. Hoy se califica como una actividad peligrosa, pero ha sido desde tiempos inmemoriales, porque a los que detentan el poder no les gusta el cuestionamiento, y a algunos trabajadores les es más fácil estampar su nombre en los boletines oficiales.
Ese es el verdadero peligro, dejar de ser periodista para
convertirse en mensajero. Antes eran las amenazas, los “sustitos”, los despidos
por afectar intereses y ahora, más que nunca, va de por medio la vida, como
vemos en otros estados del país.
En Yucatán, un estado culto, de paz y seguridad, estamos a
tiempo para dignificar el periodismo. Esta sociedad merece un periodismo sin
cortapisas. Un estado que impulsa la transparencia, que combate la corrupción,
merece un periodismo sin censuras. Un periodismo que informa y que forma una
mejor sociedad.
La presidenta de AMEES, Diané Carrillo Vega, dijo que la
agrupación continuará trabajando a favor de las mujeres, particularmente las
periodistas quienes sufren diferentes tipos de agresiones cuando realizan sus
actividades.
Los galardonados este año son Tita Escudero Mass. Ex
colaboradora de Milenio Novedades de Grupo SIPSE y locutora de Radio Fórmula
Yucatán conduciendo el programa Expresión de Mujer. También fue conocida por
defender los derechos de los menos protegidos: discapacitados, niños y
animales.
Juan Jesús Matú Chalé. 21 años de experiencia. Reportero de
la agencia del gobierno de México (Notimex) desde 1995, con asignación en
diversas fuentes principalmente la politica, electoral, legislativa, religiosa,
educativa y cultural. Es colaborador de la página electrónica "Reporteros
Hoy".
Gonzalo Domínguez Soto. 51 años de actividad periodística.
Locutor, reportero, presentador de noticias, jefe de información y demás en Grupo
SIPSE.
El decano de la fotografía: Isidro Ávila Villacís. 58 años
de labor ininterrumpida como fotógrafo del Diario de Yucatán.
Rafael Arenas Rosas. 61 años de actividad periodística.
Reportero, columnista, director de Novedades de Yucatán y subdirector editorial
de Por Esto! Todo un privilegio haber trabajado bajo su mando.
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