- Desmitifican que la producción jeroglífica se perdió en las hogueras del “auto de fe” ejecutada en Maní en 1562; conclusiones de la IV Mesa Redonda
Mérida, Yucatán.- Con base en nuevas evidencias de las
fuentes eclesiásticas coloniales, la escritura jeroglífica maya no se perdió en
las hogueras del “auto de fe”, promovido por Fray Diego de Landa en 1562 en
Maní, como muchos estudiosos han pensado, sino sobrevivió por el uso persistente
y continuo de los códices mayas en rituales coloniales.
Hay evidencia y testimonios extraídos de los juicios
eclesiásticos contra la llamada “idolatría maya” que demuestran que los códices
jeroglíficos se siguieron produciendo durante el periodo colonial y utilizando
en los siglos XVI y XVII.
Lo anterior se desprende de las conclusiones arrojadas por
la Mesa Redonda del Mayab, que por cuarto año consecutivo organiza en Yucatán
el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), un congreso que reúne a
renombrados investigadores de diversas partes del mundo.
El evento se realiza en el marco del Festival Internacional
de la Cultura Maya que se desarrolla en el Estado y que este año lleva como
título “El lenguaje entre los mayas”.
Al concluir hoy la IV Mesa Redonda del Mayab “Balance y
Perspectivas de la Lengua Maya de Ayer y Hoy” se entregó un ovacionado
reconocimiento al coordinador del evento, el arqueólogo Alfredo Barrera Rubio,
quien previamente ofreció un epílogo del congreso, destacando el uso de la
lengua maya en las fuentes documentales de la Colonia.
Indicó que algunos códices mayas sobrevivieron hasta el
siglo XVIII o más tarde, a la par con los libros de Chilam Balam en lengua
maya, escritos en letras latinas, de acuerdo con John F. Chuchiak IV, de la
Universidad Estatal de Missouri.
Las cartas escritas en lengua nativa, en el siglo XVI, dejan
entrever la importancia que tuvo para los conquistadores trasladar ese
incomprensible lenguaje a los caracteres latinos, consiguiendo con eso la
preservación de la lengua maya, afirmó por su parte el investigador Lázaro
Hilario Tuz Chi, de la Universidad de Oriente.
En este congreso se presentaron varias ponencias en lengua
maya, siendo un precedente positivo que permitió la apropiación de este espacio
académico por los mayahablantes, destacó Barrera Rubio.
En consecuencia, consideró importante continuar con esta
práctica en las siguientes mesas redondas y establecer como idiomas oficiales
el maya y el español, en forma permanente.
Entre los ponentes asistentes de varias latitudes existe un
consenso: se deben aplicar políticas públicas que revitalicen la lengua maya y
promover una educación bilingüe en todos los niveles de enseñanza en Yucatán,
así como apoyar a los escritores de maya para dar continuidad al renacimiento
de las letras y la poesía creativa de los mayahablantes.
En representación de la Dirección General del INAH
estuvieron los coordinadores de Difusión, Leticia Perlasca Núñez, y de
Monumentos Históricos, Arturo Balandrano Campos, acompañados por el director
del Centro INAH-Yucatán, Eduardo López Calzada.
Por su parte, el director del Instituto de Historia y Museos
de Yucatán, Jorge Esma Bazán, entregó un reconocimiento al arqueólogo Barrera
Rubio, por su empeño y esfuerzo al coordinar por cuatro años en forma exitosa
la realización de la Mesa Redonda del Mayab.
Asistió el recipiendario de la Medalla al Mérito Académico
“Yuri Knórosov”, el arqueólogo Peter Schmidt, en tanto que el otro galardonado,
el lingüista Fidencio Briceño Chel, no pudo asistir por cuestiones de salud,
presa de una neumonía.
Se anunció que el tema de la próxima edición del Festival y
la Mesa Redonda será “la cosmogonía maya”.
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