- Más de mil 700 niñas y niños han sido atendidos en las Aulas Hospitalarias, desde 2012.
Desde que César tiene un año acude al hospital “Doctor
Agustín O’Horán” para recibir puntualmente su tratamiento, pero esa ya no es la
única razón por la que quiere visitar el nosocomio, sino porque desea convivir
con sus maestras, las cuales dan clases ahí a otros 123 infantes que como él no
están en un sistema escolarizado.
Se trata de las llamadas Unidades de Apoyo a la Educación
Básica en los Hospitales (Uaebh), creadas con el fin de contribuir a la
disminución del rezago educativo de niñas, niños y jóvenes que se encuentran
hospitalizados, en tratamiento o en rehabilitación.
Actualmente, uno de estos espacios está ubicado en donde
César es atendido y también existe otro más en el área de Pediatría del
Hospital Regional T1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Desde que mi hijo está en tratamiento no va a ninguna
escuela, entonces el estar en esta aula lo beneficia muchísimo porque así no se
atrasa. Cuando él vaya al kínder seguro no le costará nivelarse con sus
compañeros. Aquí ha aprendido lo básico: sabe contar, reconoce los colores y
algunas letras”, narró Esbeidy.
El hecho de que este sitio opere, tanto para el infante como
para su madre, se convierte en un maravilloso respiro. Las maestras confirman
que César llega emocionado cada día por los colores y los juguetes que le
ayudan a aprender. De esta manera, él entra más seguro y tranquilo a sus
sesiones con los médicos.
“A mí me da gusto que
exista esta área, cuando llegamos no me lo esperaba, pero saber que existe me
da emoción y alegría por mi hijo”,
añadió la mamá.
Desde 2012 a la fecha, son más de mil 700 pacientes
atendidos, provenientes de Mérida y del interior del estado, así como de
Quintana Roo, Campeche, Chiapas y Tabasco, e inclusive de Belice.
Para Lizbeth Alejandrina López Narváez, con más de siete
años en este proyecto y responsable del Aula Hospitalaria del nosocomio, esto
se trata de una bendición, pues son las niñas y niños quienes la llenan de
fortaleza cada instante.
“Por muy raro que pudiera parecer, se piensa que ellos no
tienen ganas de aprender, sin embargo, siempre tienen una motivación para
estudiar, para conocer, para ser felices”, comentó.
Las personas involucradas en esta dinámica realizan sus
planeaciones con base en los programas de la Secretaría de Educación. Por las
condiciones de los infantes, se hacen las adaptaciones precisas, incluso se
trabaja muy de la mano con los padres, pues son quienes los acompañan de manera
directa.
Aunque Lizbeth enseña a los estudiantes a leer, escribir y
reconocer su entorno, ellos le muestran el valor de la familia, la unidad, la
gratitud y la perseverancia, así como a sonreír ante toda circunstancia. “Las
niñas y niños que aquí vienen, más que pacientes, más que estudiantes, son
guerreros y nos dan lecciones de vida todo el tiempo”, expresó.
Es así como la Secretaría de Educación del Gobierno del
Estado de Yucatán (Segey) extiende cada vez más sus servicios para que los
infantes tengan la oportunidad de superarse a través del conocimiento.
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