El Charras 48 años de un crimen político-sindical

Fue secuestrado por policías y su cuerpo apareció cinco días después con señales de tortura y un balazo en la cabeza

El Charras 48 años de un crimen político-sindical

  • Fue secuestrado por policías y su cuerpo apareció cinco días después con señales de tortura y un balazo en la cabeza
  • -Señor gobernador -dice el jefe policiaco a Carlos Loret-: Dios quiere que usted gobierne en paz, tras el asesinato de Calderón Lara
  • En el sepelio participación unas 15 mil personas, con la banda de guerra de la UADY y decenas de autobuses. 
  • Hay una intensa movilización y presión contra el gobierno, se declara boicot al carnaval y aparecen paramilitares llamados "los Xkáues", integrados por golpeadores dotados de armas de fuego, garrotes, aparatos de radio.

Mérida, Yucatán.- El 13 de febrero de 1974 poco antes de la media noche, mientras transitaba en su automóvil, un vehículo se le emparejó y cerró el paso, descendieron unos sujetos, lo encañonaron con una pistola, lo metieron a empujones y se lo llevaron. Fue el secuestro del líder estudiantil Efraín Calderón Lara, El Charras, cuyo cadáver apareció cinco días después, el día 18 en la carretera Carrillo Puerto-Chetumal (Quintana Roo) donde fue abandonado por sus captores. El cuerpo tenía señales de tortura y una herida de arma de fuego en la cabeza. Después se supo que fueron policías. El gobernador era Carlos Loret de Mola.

Los hechos sucedieron después de una reunión a las 11 de la noche en el despacho del Charras, según narró Pedro Quijano Uc en una entrevista con el antropólogo Pedro Echeverría Várguez.

En aquella reunión el Charras nos dijo que había recibido muchas amenazas de muerte; que le habían avisado que le querían hacer una "batida", es decir, que lo querían cazar como a los venados; que no había tenido tiempo para elaborar su tesis; incluso planteó su retiro por algunos meses para ver a su novia y llevar una vida normal", comentó.

En el coche de Calderón Lara estaban Rafael González Sulub, Álvaro Aguilar, secretario general de la Conasupo, y el propio Quijano Uc, quien era dirigente del Frente Sindical Independiente.

Yo y Rafael, sin llaves del coche y sin saber manejar, nos separamos para correr a avisar a la gente. Yo recibí un aventón de moto hasta Itzimná y de allí un autobús del sindicato me llevó hasta el despacho desde donde le hablé a la policía, no sin antes avisar a varios compañeros", expone tras los hechos.

Los funerales se realizaron el día 20 de febrero y el 14 de marzo el gobernador informa que los culpables del homicidio fueron el director de seguridad pública José Felipe Gamboa Gamboa, el subdirector Carlos Manuel Chan y 5 de sus subalternos.

El próximo 11 de febrero, a las 11:30 horas, en la Facultad de Derecho de la UADY se develará una placa por el 48 aniversario luctuoso de Calderón Lara, a iniciativa de un grupo de académicos, incluido Quijano Uc.

También se ha organizado una mesa panel titulada La representación social universitaria en el crimen de ‘Charras’, a realizarse en la Facultad de Economía.

El Charras 48 años de un crimen político-sindical

Calderón Lara, apodado "El Charras", nació en Hopelchén, Campeche, el 13 de noviembre de 1947. Fue un estudiante de leyes, inscrito en la Escuela de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Yucatán.

Tres años antes, Víctor Cervera Pacheco tomó la alcaldía de en enero de 1971 y había tenido agrias disputas con el entonces gobernador Carlos Loret de Mola Mediz. En 1973 se postula para diputado federal y queda como sustituto en la alcaldía Wilbert Chi Góngora, quien siguió las hostilidades contra el gobierno estatal. Luis Echeverría Álvarez era presidente de México.

Para esa época Calderón asesoró, formó y apoyó sindicatos principalmente de conductores de autobuses y del ramo de la construcción independientes de los afiliados a las autoridades gubernamentales que estaban bajo el control de la CTM (la cual estaba liderada por Fidel Velázquez), con el fin de satisfacer sus demandas laborales.

Era Rector de la Universidad el Dr. Alberto Rosado G. Cantón, el director de la Escuela Preparatoria, el abogado Augusto Pérez Alpuche, el 4 de mayo de 1974 pues en ese periodo fue secuestrado Calderón Lara.

Los estudiantes paralizaron las actividades universitarias en protesta y el edificio central de la Universidad fue baleado por los elementos de seguridad pública. Todo Yucatán se indignó cuando se descubrió el cadáver del líder sindical secuestrado, según el texto sobre la historia de la Preparatoria Uno de la UADY.

Las protestas estudiantiles subieron de tono, los estudiantes sacaron silla, suspendieron el tránsito vehicular, quemaron llantas y proclamaron la huelga indefinida en protesta por el artero asesinato. El 18 de febrero el Consejo Universitario apoyó, el movimiento de huelga. Del 15 de febrero al 15 de abril de 1974, hubo paros de labores en la Universidad de Yucatán.

El 4 de mayo de 1974 fue nombrado Director de la Escuela Preparatoria el Abogado Jorge Zapata Cámara, cargo que desempeñó hasta el 20 de marzo de 1986, fecha de la sesión del consejo Universitario en la que se designó un nuevo director.

En la madrugada del 13 de junio de 1974 se produjo una balacera en la Escuela Preparatoria, en la que perdió la vida el estudiante de tercer año Moisés Esteban Fuentes Aguilar. El conflicto se produjo por divergencias políticas estudiantiles. Una parte mayoritaria del Consejo Universitario adoptó la enérgica pero justa resolución de suspender en sus derechos a los maestros y alumnos presuntos participantes en dichos ominosos actos, 15 de los cuales fueron sometidos a proceso judicial, siendo algunos de ellos encarcelados", se documenta.

El Charras 48 años de un crimen político-sindical

Los funerales de El Charras

Los funerales se realizaron el día 20 de febrero y el 14 de marzo el gobernador informa que los culpables del homicidio fueron el director de seguridad pública José Felipe Gamboa Gamboa, el subdirector Carlos Manuel Chan y 5 de sus subalternos.

El teatro de la Universidad de Yucatán fue bautizado en esa época con el nombre de "Efraín Calderón" (sin embargo, luego fue cambiado por el de "Felipe Carrillo Puerto").

Existe un libro llamado "Confesiones de un gobernador" publicado por el mismo Loret de Mola quien da su propia versión de los hechos: la intervención del presidente Luis Echeverría y sus colaboradores políticos en sabotear su gobierno, el origen campechano de "El Charras", la supuesta relación del sindicalista con Cervera Pacheco en un posible intento para derrocarlo de gubernatura junto con la ayuda de otros líderes políticos y sindicalistas de ese entonces. 

En su trabajo "El gobierno de Loret y el asesinato del "Charras" ¿Cómo pudo el gobernador controlar la prensa? publicado en enero de 1999, el antropólogo y profesor de la Universidad Autónoma de Yucatán, Pedro Echeverría dedica el capítulo  "5. Loret y el asesinato del Charras" donde ilustra los siguientes:

a) antecedentes

Se ha afirmado y reafirmado que fue el gobernador Loret de Mola quien mandó asesinar al "Charras" (Efraín Calderón Lara). La realidad es que es difícil probar tal aseveración, más hoy que el ex gobernador Loret ha fallecido. Otros hablan de que sólo se trataba de "asustar" al Charras o amenazarlo para que se alejara de los movimientos sindicales, pero que "se les pasó la mano" a los asesinos. Otra versión es que los empresarios de la construcción pagaron mucho dinero para "desaparecerlo". Es obvio que hay que investigar a fondo el hecho: desde indagar si Loret tenía perfil de asesino, si los momentos que vivía lo pudieron llevar a actuar como tal y si los empresarios intervinieron abiertamente.

Que han habido centenares de gobernadores y demás altos funcionarios implicados en asesinatos de miles de trabajadores, es indiscutible; empero este asunto del "Charras" aún no ha sido probado. Lo más que puede decirse es que el gobernador y nadie más fue responsable de todo lo sucedido en su sexenio, de que su ideología reaccionaria lo hacía enemigo de las luchas de los trabajadores y de que sus enemigos: Cervera Pacheco, Sansores Pérez, Gómez Villanueva, Gutiérrez Ruiz, Echeverría Alvarez, etc, le provocaban la ira y le turbaban la razón.

Al asesinato del Charras le antecede un fuerte enfrentamiento entre el gobernador y el cerverismo. Víctor Cervera Pacheco había subido a la presidencia municipal de Mérida en enero de 1971 y, desde entonces, había tenido serios enfrentamientos con el gobernador Loret. Los sucesos se inician a principios de 1973 cuando Cervera, para ser candidato a una diputación federal, dejó como interino en la alcaldía de Mérida a su amigo incondicional Wilbert Chi Góngora quien llevó, o permitió, el agudizamiento de los enfrentamientos con el gobernador hasta llegar a la violencia y a que el mismo Chi fuera desconocido por el congreso del estado.

Los priístas cerveristas -aprovechando algunas luchas sindicales que comenzaban a desarrollarse en Yucatán, coordinadas por el abogado Calderón Lara y el Frente Sindical Jacinto Canek, buscaban fortalecerse contra el gobierno de Loret; sin embargo el deslinde era claro: los cerveristas luchaban para derrocar a Loret (así como el PAN lucha hoy contra Cervera); el Frente, por el contrario, batallaba por la formación de sindicatos democráticos e independientes y por los derechos de los trabajadores.

La realidad es que las luchas obreras en México abarcaron casi toda la década de los setenta, y en cuanto al sexenio de Luis Echeverría se ha dicho que las relaciones entre la burocracia sindical y el estado mostraron dos etapas perfectamente diferenciadas: la primera que va de 1971 hasta 1973, que se caracteriza por una pugna más o menos intensa entre el presidente y los charros, y la segunda que abarcó de 1973 a 1976 que quedó marcada por la adopción pública de un acuerdo político entre los hasta entonces contendientes. (Ver revista Punto Crítico)

Una de las principales luchas que dieron inicio a la década fue la de los electricistas agrupados en el Sindicato de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (STERM) encabezada por Rafael Galván. Se inició a raíz del conflicto por la titularidad de su contrato colectivo. En aquella época se presentaron también movimientos por la independencia sindical en otros sectores, respondiendo probablemente en forma tardía al sacudimiento provocado por el movimiento estudiantil de 1968, y motivados por el proceso inflacionario que significó el deterioro de los salarios reales.

La coincidencia de esas dos circunstancias permitió al STERM jugar un papel importante como líder nacional de este movimiento sindical independiente. Sin embargo su objetivo fundamental no era el de conservar esta "independencia"; al contrario, desde la nacionalización de la industria, su tesis había sido la de luchar por la creación de un solo sindicato nacional que agrupara a todos los trabajadores, lo cual fortalecería al movimiento obrero. Este movimiento concluyó en un acuerdo de "alto nivel" al crearse en 1973 el SUTERM con Pérez Ríos a la cabeza y con Rodríguez Alcaine años después.

En los seis años las demandas dominantes en los conflictos laborales fueron de tipo salarial (aumentos, prestaciones, reparto de utilidades), pero también fueron constantes las demandas por problemas de empleo (planta para los eventuales, reinstalación de despedidos) y por el empeoramiento de las condiciones de trabajo (firma de contrato colectivo, violaciones al mismo y aumentos en las cargas de trabajo); en esa misma dirección, hubo conflictos de gran envergadura solicitando el registro de la organización sindical, peleando la titularidad del contrato y en defensa del manejo democrático de la vida sindical.

Hubo numerosas huelgas en textiles: Hilos Cadena, Medalla de Oro, Celanese Mexicana, etc.; en la industria del calzado: Sandak, Zero, Panam, Duramil; en aparatos eléctricos: General Electric, Kelvinator; en la industria vidriera: Vidrio Plano, Vidriera de Monterrey; en la industria de la construcción: Tula, Up-john, Liga de Soldadores; en la minero-metalúrgica y metales básicos: Cinsa-Cifunsa, Spicer, Fundidora de Monterrey; en la industria automotriz: Volswagen, Nissan, Trailmobile, General Motors y Ford.

Las organizaciones independientes más destacadas eran: el Movimiento Sindical Revolucionario (MSR) encabezado por Rafael Galván; la Unidad Obrera Independiente (UOI) dirigida por Juan Ortega Arenas; el Frente Auténtico del Trabajo (FAT) identificado con una corriente social-cristiana. Las organizaciones sindicales eran: el Sindicato de Trabajadores Electricistas República Mexicana (encabezado por Galván); el Movimiento Sindical Ferrocarrilero (dirigido por Demetrio Vallejo); el Frente Sindical Independiente (brazo del PCM); el Frente Popular Independiente (de corte maoísta).

b) organizaciones sindicales en Yucatán

Ante una inflación que tendía a crecer -señala el escritor José Agustín- agravada por los aires "izquierdistas" del presidente Echeverría, los obreros en 1971 iniciaron movilizaciones y huelgas que se incrementaron notablemente en 1973 y 1974. Por lo general, se luchaba por mejores condiciones económicas, pero también, cada vez más, por democratizar el aparato corrupto, vertical y muchas veces gansteril del sindicalismo oficial, que, encabezado por el viejo Fidel Velázquez, cada vez más poderoso y lleno de mañas, sólo tendía a empeorar.

En 1971 la Junta de Conciliación y Arbitraje decidió en favor del sindicato de electricistas que dirigía Francisco Pérez Ríos y en contra del STERM de Rafael Galván. A partir de ese momento Galván se alió con el Movimiento Sindical Ferrocarrilero creado por Demetrio Vallejo, y con el nombre de Insurgencia Obrera los dos grupos llevaron a cabo impresionantes marchas en la ciudad de México durante 1972. Estas batallas tuvieron importantes repercusiones en telefonistas, en el SNTE, en petroleros.

De un acuerdo entre estas dos organizaciones de electricistas surgió el Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) encabezado por Pérez Ríos y, al poco tiempo, al morir, quedó en manos de Leonardo Rodríguez Alcaine, hoy máximo jerarca de la CTM. En teléfonos, Francisco Hernández Juárez derrocó de la dirección sindical a Salustio Salgado; en el sindicato de maestros Jongitud Barrios y gente armada expulsó a Carlos Olmos de la dirigencia sindical y entre los petroleros la Quina Hernández Galicia consolidó su enorme poder haciendo negocios sindicales con la empresa Pemex.

En 1968 se fundó en el estado la Federación de Trabajadores de Yucatán (FTY), filial de la Confederación de Trabajadores de México bajo el mando de Fidel Velázquez. A principios de los setenta la FTY y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos(CROC) (filial Yucatán), eran los organismos obreros más fuertes por el apoyo gubernamental que recibían y por la cantidad de sindicatos que corporativamente controlaban.

El Sindicato de Cordeleros de Yucatán, a principios de los setenta, por sus orígenes anarcosindicalistas, seguía siendo el único sindicato independiente. A pesar del duro golpe que recibió del gobierno, de los órganos del trabajo y de la gerencia de Cordemex encabezada por Olea Enríquez, por la gran huelga que realizó en 1968, seguía en pie de lucha y apoyando a los grupos de huelguistas que acudían a él en busca de solidaridad.

Por ello la creación de sindicatos independientes y combativos entre choferes de autobús, gasolineros, zapateros, panaderos, empleados de Conasupo y de la UADY, así como en la rama de la construcción en 1972, 1973, 1974 y 1975, con la asesoría de Calderón Lara y bajo todo el ambiente de lucha que perduró después de su asesinato, fue indudablemente un buen jalón para el desarrollo de la conciencia de los trabajadores yucatecos.

Después de 25 años del asesinato del Charras, mucho se ha perdido porque las políticas gubernamentales y de los empresarios se han fortalecido por la crisis económica permanente. Las autoridades del trabajo, los organismos laborales, las leyes y demás comisiones "obrero-patronales", han amenazado y golpeado a los trabajadores y sus luchas. Las comisiones que fijan salarios mínimos y "topes salariales" han impuesto reglas que nadie ha podido romper. En este campo no ha habido fascismo declarado, pero sí se ha vivido un régimen de control y represión parecido.

El Charras 48 años de un crimen político-sindical

c) Las confesiones del gobernador Loret de Mola

Dos años después de dejar la gubernatura, Loret de Mola publicó su libro "Confesiones de un gobernador". En 12 capítulos reporta los momentos principales del sexenio que gobernó, y en uno de ellos, el número IX, que lo titula "1974: el drama", el gobernador da su versión sobre el asesinato del Charras.

El libro es una denuncia del ex gobernador y periodista contra el presidente Echeverría y varios de sus colaboradores políticos que, según él, interferían para perjudicar la obra de gobierno que realizaba en Yucatán. En ese ensayo de 306 páginas uno puede ver cómo Loret de Mola siempre creyó, posiblemente hasta lo cegó la ira, pensar que Cervera Pacheco, aprovechándose de Sansores Pérez, de Gómez Villanueva y del mismo Echeverría, estaba siempre atento para destruir su gobierno.

Por eso Loret siempre creyó ver detrás del movimiento sindical independiente de 1973-1974 la mano de Cervera Pacheco y de los altos políticos que lo apoyaban. Por ejemplo, en septiembre de 1973, en los días que los choferes de autobuses urbanos exigían el cumplimiento de sus demandas, se registraron en Mérida fuertes disturbios estudiantiles promovidos por los cerveristas en defensa del ayuntamiento de Mérida desconocido por el congreso del estado, llevando a la renuncia del jefe de la policía Leopoldo Castro Gamboa, amigo íntimo del gobernador quien se vio obligado a sustituirlo con un recomendado: el teniente coronel retirado Felipe Gamboa Gamboa.

Según señaló Loret, "la Unión de Camioneros no constituye una empresa emplazable: es una asociación, una cooperativa: Lo peor es que los agitadores hacen cundir entre los choferes la idea de que deben "ordeñar" la caja recaudadora para perjudicar al patrón y "emparejarse". (Pero) los choferes realizan paros el 15 de junio y el 5 de septiembre con resultados desastrosos para el tránsito público. La prensa censura al gobierno... tras el paro de junio logro que los permisionarios se comprometan a firmar contratos con los choferes. Los patrones no cumplen y llega el paro de septiembre y obligo a los patrones a cumplir".

Los socios de la Unión, escribe Loret, siéntense agredidos. El asesor dinámico de los choferes es un joven campechano inscrito en la escuela de jurisprudencia de la Universidad de Yucatán, Efraín Calderón Lara, quien además dirige, incansable, a otras organizaciones, forma grupos independientes y disputa a viejos líderes cetemistas los controles de sindicatos diversos. Es un líder inquieto, inteligente, inmaduro, inexperto y deseoso de aprender y de servir. Fácilmente puede ser aprovechado por mis enemigos políticos para crearme problemas... Su origen campechano y sus relaciones con Cervera Pacheco me preocupan.

Como podrá verse, al gobernador sólo le interesaba el bienestar de la empresa y que los trabajadores no se organizaran en sindicato ni pidieran salarios o condiciones adecuadas de trabajo. Después -continúa Loret- "intervengo para solucionar las huelgas contra las gasolineras en diciembre de 1973". En Mitza, empresa de la industria de construcción, el sindicato independiente pierde el recuento que gana la CTM; en Cusesa, compañía que pavimenta la calles del fraccionamiento "Campestre", la CTM reclama para sí el contrato; sin embargo, asesorados por Calderón, cuarenta y ocho trabajadores realizan un paro "ilegal".

El Charras 48 años de un crimen político-sindical

d) El asesinato según escribe Loret

Que su nuevo jefe policíaco le dijo: "Señor gobernador: yo quiero servir a usted y a Yucatán. Esto de "Charras" está insoportable. Creo que ha llegado la hora de ser enérgicos con él". Le contesto: "¡Cuidado con tocar físicamente a "Charras"! (Pero) "al día siguiente... el procurador general de Justicia me informa confidencialmente que hay una denuncia en el sentido de que Calderón Lara fue secuestrado la noche anterior cerca del fraccionamiento "Campestre".

Escribe Loret que ordena que lo comuniquen con el coronel Gamboa para preguntarle dónde está el desaparecido y que no logra dar con él. "Me tiene doce horas en suspenso, mientras los estudiantes bloquean la calle 60 en su esquina con la 57, es decir, frente a las oficinas centrales de la Universidad, en señal de protesta por la desaparición de Calderón Lara.

"A medianoche del 14 me telefonea a mi domicilio, desde Valladolid, el coronel Gamboa:

-La situación es nebulosa -me dice con voz enronquecida-, pero no se preocupe usted. Mañana a primera hora le informaré.

-No me informe; devuelva a "Charras" inmediatamente. Creo que usted lo tiene, ¿no?

-Le ruego me perdone, señor gobernador, unas horas. Estaré con usted en la mañana. Buenas noches, señor.

No acude a primera hora. Llega a palacio a la una de la tarde, muy pálido, y me pide un aparte. Al concluir la audiencia que sostenía penetro al saloncito donde me aguardaba Gamboa y me quedo mirándolo:

-Señor gobernador -dice-: Dios quiere que usted gobierne en paz.

-Pues, por favor, que lo demuestre, porque están bloqueando las calles. ¿Dónde está el "Charras", coronel? ¿Por qué no lo devuelve inmediatamente? ¿Por qué me deja usted sin comunicación tantas horas? ¿Qué pasa?

-El pobre muchacho se les ahogó en la cajuela del carro en que lo llevaban.

-¿Quiénes, coronel? ¿Dónde están?

-Estoy desolado, señor. Es una gran desgracia; pero Dios quiere que usted gobierne en paz.

Según relata Loret, deja Mérida en ascuas bajo la protesta estudiantil en ascenso. Viaja a México pero no encuentra a Moya Palencia, secretario de Gobernación y se dirige al subsecretario Gutiérrez Barrios a quien le relata los hechos. Estima Loret que debe renunciar, pero el subsecretario le dice que no y que espere hablar con Moya quien también, al otro día, le manifestaría su oposición a la renuncia.

El sábado 16 regresó Loret de México y le preguntó al coronel Gamboa: ¿dónde dejaron el cuerpo de Calderón?, ¡Ah! nadie lo encontrará jamás, respondió Gamboa; está en el monte más intrincado de Quintana Roo. Pero el martes 19 el Diario de Yucatán dio la noticia del hallazgo de un cadáver no lejos de la población de Carrillo Puerto. El perito Ernesto Abreu le dijo a Loret que había un 90% de probabilidades de que el cadáver sea del Charras. Llega el féretro en la madrugada del 20. La autopsia incompleta de los legistas no detecta la herida de bala de calibre 22 que penetró en el rostro y causó la muerte... los médicos de Mérida la descubren. El "Charras" fue muerto de un balazo. No se ahogó en ninguna cajuela.

Mi hipótesis, escribe Loret, consiste en que: Felipe (Gamboa) quiso asustar a "Charras"; espantarlo para que se fuera de Yucatán, y él se atribuye un gran triunfo que lo fortaleciera delante de los patrones amenazados y los líderes obreros irritados contra el joven asesor; e incluso me comprometiera a mí para agradecerle "el gran servicio".

Según Loret, en las confesiones del presunto homicida Francisco Pérez Valdés hechas al criminalista Quirós Cuarón, "el homicida dijo que de la policía lo llamaron y le ofrecieron trabajo comenzando con la detención arbitraria de "Charras", para llevarlo fuera de Yucatán y "asustarlo"; pero el que "asustó" a Pérez Valdés fue "Charras", por lo que aquél, al abandonarlo en el monte, y por temor a ser denunciado, en un arranque de desesperación, le disparó un tiro en la cara, tapándosela para no ver el rostro de la víctima, con una toalla".

Para concluir el capítulo el gobernador Loret de Mola apunta en su libro que "De pronto, se me invitó a una junta a la que asistieron las personas más significativas de Yucatán y me ofrecieron su absoluto apoyo...: las de los máximos dirigentes de la prensa, como mi viejo director, amigo y maestro don Abel Menéndez Romero y su hijo Carlos; y los jefes de la televisión y de "Novedades de Yucatán", caballeros amigos Andrés García Lavín y Jorge Medina Alonzo".

"Las personas de la iniciativa privada de Yucatán que apoyaron al régimen con sus firmas, espontáneamente, y quienes condenaron la campaña anarcolibelista contra el ejecutivo, fueron: Arturo López Alonzo, Alberto Casares Ponce, Jorge Mendoza Blanco, Agustín Canto Peniche, Alberto Gutiérrez Alcalá, Felipe León, Wilberth Carrillo, Omar Díaz y Díaz, Víctor Arjona Barbosa, Fernando Zapata Ambrosio, Joaquín Cámara Monsrreal, Abel Menéndez Romero, Alejandro Domínguez Moreno, Luis López Gamboa, Jorge Medina Alonzo, Hernán Cámara Barbachano, Francisco Rosado de la Espada, Fausto Heredia González, Mario Carrillo Lugo, José León Trejo, Nicolás Toraya, Jorge Seijo Gutiérrez, Armando Casares Ponce, William Rosado Nuñez, Ernesto Novelo Serrano, Alfredo Esquivel Medina y Carlos Casares Baqueiro).

El Charras 48 años de un crimen político-sindical

6. Entrevista con el dirigente Pedro Quijano Uc, acompañante del "Charras" cuando éste fue secuestrado

El profesor Pedro Quijano Uc era dirigente del Frente Sindical Independiente. La noche del 13 de febrero de 1974 acompañaba a Efraín Calderón Lara al salir de una reunión, cuando este fue encañonado y sacado brutamente del coche en que viajaban para luego llevarlo por rumbo desconocido. Quijano inmediatamente denunció el secuestro entre sus compañeros y en la policía.

PEV: Pedro ¿cuándo conociste a Efraín y a qué se dedicaba en aquel tiempo?

PQU: Conocí a Efraín quizá en octubre de 1972, cuando organizamos un Frente Cultural Estudiantil para recordar el movimiento de 68, el jueves de Corpus o el asesinato de Jenaro Vázquez que se dio ese año. En aquel Frente participaron activistas de la Normal de Maestros, entre los que figuraban Justo González y yo; el grupo estudiantil del Tecnológico, en el que participaba Fredy Espadas y el grupo de la escuela de Derecho en el que participaba Efraín. Marchamos del edificio central de la UDY hasta el Monumento a la Patria. Efraín casi había concluido sus estudios; sólo tenía pendiente hacer su tesis, no sé si debía alguna asignatura.

PEV: Pedro ¿qué era el Frente Sindical Independiente y cómo surgió?

PQU: Surgió en octubre de 1973 de una gran asamblea en la escuela de Economía, entonces ubicada en la calle 61 entre 66 y 68, en la que participaron trabajadores gasolineros, de la Autamuady, camioneros, zapateros, empleados de Conasupo y trabajadores de Cusesa. Antes, en 1971, habíamos formado el "Frente Cultural Estudiantil Jacinto Canek" con el fin de realizar actos conmemorativos (Vietnam, movimiento del 68), así como editar revistas, volantes. Participaban Justo González, Daniel Caballero, Rolando Pech, yo y algunos más.

PEV: Pedro ¿cómo se inicia la formación de grupos y qué locales se utilizan?

PQU: A partir de aquella manifestación al monumento, de octubre de 1972, comenzamos a realizar reuniones en el local del STERM situado en la calle 61 por 48; nos prestaban local y mimeógrafo, pero nosotros en correspondencia participábamos en las marchas que el STERM convocaba en apoyo a su lucha por la titularidad de su contrato colectivo.

Comenzó a participar Antropología, representada por Castellanos; Química, por Fredy Poot; Medicina, por Fidel Chin y Fernando Gasque, así como la Prepa 1. Sólo más adelante se integró Economía con Roger Pool y Andrés Rubio. Además del local del STERM, comenzamos a utilizar el Museo Cantón y el despacho jurídico del Efraín que se ubicaba en la calle 59 entre 68 y 70.

PEV: Pedro ¿se hizo antes algún trabajo político en Progreso?

PQU: Mira, el Frente Estudiantil Jacinto Canek desarrolló en Progreso una actividad política que llevó a la formación de un Comité Popular en la colonia Francisco I. Madero con la destacada participación de nuestro amigo Pedro Velázquez. Se realizaron marchas, plantones y, con la participación de los pobladores vecinos a la ciénega, se consiguió la introducción del agua potable, así como es establecimiento de un consultorio médico en el que participaron los pasantes: Fernando Gasque, Escalante, Milo Contreras, Fidel Chin, Lorenzo Peraza y otros.

PEV: Pedro ¿qué puedes contar de la formación del sindicato de camioneros?

PQU: Al darse cuenta Efraín de la febril actividad política y sindical del Canek, ofreció su despacho para que se convirtiera en lugar de reuniones y asesorías.

Franklin Alonzo y Beto Sosa contactaron con camioneros encabezados por Justo Pastor Molina y Julio Olalde, que querían organizar su sindicato para poder defenderse del despotismo de la empresa; les ofrecieron la asesoría jurídica de Efraín y las partes se comprometieron a no traicionar.

La Unión de Camioneros de Yucatán, empresa que siempre estuvo al servicio del gobierno, comenzó despidiendo a 7 choferes; los trabajadores respondieron con un paro de 10 minutos, con brigadas, boteos, apoyo estudiantil; después paro de 30 minutos y la empresa no cedía. Se pasó entonces al secuestro de autobuses que en número de cien fueron encerrados en los terrenos de la escuela de Química, de Medicina y en el Tecnológico. Ante la amenaza de represión del gobierno, los camioneros y el pueblo que apoyaba amenazó con quemar las unidades prendiendo antorchas. A fines de mayo se constituyó el Sindicato de camioneros Jacinto Canek en el Teatro STIC (calle 56).

PEV: Pedro, Después de aquel sindicato, ¿cómo vinieron los otros?

PQU: En agosto de 1973 se constituyó el de la Conasupo. Era de cargadores con el importante apoyo de sus mujeres.

En septiembre se organizó el de los zapateros en el que se distinguieron: Gaspar Martín, Julio Castillo, Manuel Basto. La cantante Amparo Ochoa animó las marchas.

En octubre se organizó el Autamuady. Destacaron Luis Carrillo, Ángel Loríoa, José Ordoñez, Lupita de Medicina, Juan Nadal, Luis Várguez. Cantó José de Molina en escuelas y parques.

En noviembre los gasolineros realizaron una huelga y recibieron mucho apoyo de vecinos y clientes. Destacaron las gasolinerías: Lago (ubicada hasta hace unos 10 años en el "remate" del Paseo de Montejo), Miguel Alemán, San Juan, San Fernando y Santa Ana. Su dirigente fue Víctor Novelo.

En noviembre y diciembre las costureras de la fábrica de ropas Romarco, ubicada en la ciudad industrial, recibieron mucho apoyo en su movimiento por la sindicalización que al fin lograron. Destacaron Fausto Tamayo y Juan Santoyo.

En diciembre se desató la lucha de los fileteadores de la congeladora Yucalpetén de Progreso.

En enero de 1974 se creó con 80 obreros el sindicato de Mitza que recibió mucha solidaridad, aunque también los empresarios recibieron el apoyo de golpeadores de la CTM.

PEV: Pedro ¿Qué pasó la noche del secuestro y cómo fue éste?

PQU: El 13 de febrero de 1974 terminamos una reunión a las 11 de la noche en el despacho del Charras. En aquella reunión el Charras nos dijo que había recibido muchas amenazas de muerte; que le habían avisado que le querían hacer una "batida", es decir, que lo querían cazar como a los venados; que no había tenido tiempo para elaborar su tesis; incluso planteó su retiro por algunos meses para ver a su novia y llevar una vida normal. Dijo que ya hay sindicatos y que sólo había que atenderlos.

Rafael González Sulub, Celso Chim y yo nos metimos al coche de Efraín y nos fuimos al banco de piedra de la colonia Bojórquez y de allí Rafael y yo continuamos con Efraín al Campestre para hacer una reunión. Se agregaría Álvaro Aguilar, secretario general de la Conasupo. En el trayecto se nos emparejó y cerró un vehículo, encañonó con una pistola al Charras, lo obligó a bajar y lo metió a empujones al coche de los secuestradores.

Yo y Rafael, sin llaves del coche y sin saber manejar, nos separamos para correr a avisar a la gente. Yo recibí un aventón de moto hasta Itzimná y de allí un autobús del sindicato me llevó hasta el despacho desde donde le hablé a la policía, no sin antes avisar a varios compañeros.

PEV: Pedro ¿qué sucedió después de la denuncia?

PQU: Vinieron las movilizaciones que ya muchos conocen y que sin duda contribuyeron a desarrollar la conciencia ciudadana.

PEV: Pedro, última pregunta: ¿qué quedó de aquellos sindicatos?

PQU: Conasupo, zapateros, Romarco, fileteadores, Mitza, Cusesa, plásticos, desfibradores NADA; sólo existen Autamuady, gasolineros y panaderos. El estado les partió su moder. ¿Qué más se podría esperar de estos gobiernos?.

El movimiento llega a su fin

El 18 de febrero se hizo pública la noticia del asesinato y el movimiento estudiantil se convirtió en popular. Todos los sectores colaboraban; unos con dinero, otros regalando comida, papel, etc. Jugó un papel destacado el presidente de la FEU: Fidel Rodríguez; también el de la FEY: Carlos Briseño.

El 20 se realizó el sepelio popular con la participación de 15 mil personas. Suena la banda de guerra de la UAdY y participan decenas de autobuses. Se declara un boicot al carnaval y es en ese día cuando comienzan a actuar los grupos paramilitares llamados "los Xkáues" que no fueron más que bandas de golpeadores dotados de armas de fuego, garrotes, aparatos de radio.

El 14 de marzo, después de un mes de huelga, coincidiendo con una manifestación silenciosa de más de mil personas, el gobernador informó que los responsables del asesinato y quienes "traicionaron su confianza" fueron el director de seguridad pública José Felipe Gamboa Gamboa, el subdirector Carlos Manuel Chan y 5 de sus subalternos.

Las demandas del movimiento giraban en torno al esclarecimiento del crimen y el castigo a los culpables, pero surgieron otras como reivindicación popular: contra la carestía de vida, mejores condiciones de trabajo, mayores salarios, sindicalización, mayores créditos, mejoramiento de los servicios públicos, agua potable, etc. En torno a estas demandas surgieron los comités de lucha.

Durante estos meses se forman numerosos grupos de obreros que se vincularon al Frente Sindical. Se hizo contacto con trabajadores de las desfibradoras, panaderos, voceadores, obreros del plástico, trabajadores de la Junta del Agua Potable de Yucatán, enfermeras del Hospital O´Horán, venteras del mercado. Se organizaron 22 comités de barrio en suburbios y colonias de Mérida en los que predominan mujeres, así como comités de defensa popular, comités ejidales, incluso cooperativas.

El grupo cerverista, descontento con Loret, había apoyado siempre la consigna de forzar la renuncia del gobernador. Se definen tres posiciones: 1. mantener la huelga sin otro objetivo que la caída del gobernador; 2. desenmascarar a los intelectuales de asesinato; y 3. un regreso organizado a clases para consolidar los avances. Ganó esta última posición. El 15 de abril, 60 días después de iniciada la huelga, se realizó un acto de masas en el campo deportivo de la universidad donde se dio por terminado el paro, posteriormente se trasladó la gente a la plaza donde se realizó un mitin.

Referencias

HISTORIA - Escuela Preparatoria Uno

 «El gobierno de Loret y el asesinato del "Charras" ¿Cómo pudo el gobernador controlar la prensa?». Archivado desde el original el 6 de febrero de 2012. Consultado el 10 de enero de 2011.

Noticias Mérida: Efraín Calderón Lara: 36 aniversario luctuoso

Bibliografía

Loret de Mola y Mediz, Carlos, Confesiones de un gobernador, 6ª edición, Editorial Grijalbo, 1978. ISBN 9684190379.

Control de autoridades

No hay comentarios.

Publicar un comentario

© all rights reserved
Hecho con