A 114 años del natalicio del prócer Leopoldo Peniche Vallado

Titular de la Dirección General de Bellas Artes; secretario particular, secretario general de Gobierno y gobernador interino de Yucatán

A 114 años del natalicio del prócer Leopoldo Peniche Vallado

  • Fue redactor fundador del Diario del Sureste a partir de 1931; durante varios años jefe de redacción y subdirector del mismo
  • Titular de la Dirección General de Bellas Artes; secretario particular, secretario general de Gobierno y gobernador interino de Yucatán
  • Diputado local; director de la Biblioteca Central Manuel Cepeda Peraza; escribió más de 20 libros

Mérida, Yucatán.- Quedó huérfano a los siete años de edad cuando su padre falleció de una pulmonía. Su destino ya estaba escrito. El pequeño, tras estudiar la primaria, secundaria, bachillerato y un año de Jurisprudencia, inició su meteórica carrera en las letras, donde recibió grandes reconocimientos, y en la política, en la que llegó a ser gobernador interino de Yucatán.

Fue diputado local y miembro de la Comisión Editorial de Yucatán y de la Academia Yucatanense de Ciencias y Artes, así como presidente del Consejo Editorial de Yucatán.

Fue hijo de don Porfirio Peniche López y doña Gertrudis Vallado, habitantes de Espita, quienes a finales del siglo XIX emigraron hacia la capital yucateca y se establecieron en el barrio de Santiago con sus ocho hijos. Leopoldo nació el 23 de febrero de 1908 y falleció el 1 de octubre de 2000 en Mérida.

En 1946 fue electo gobernador de Yucatán el profesor José González Beytia, el primero que encabezó un periodo sexenal en el estado en el siglo XX.

Ese año González Beytia, recién electo gobernador, lo nombró su secretario particular y poco tiempo después, secretario general de gobierno.

En 1951, cuando inicia el proceso para la sucesión gubernamental del estado y ante el evidente favoritismo del presidente Miguel Alemán Valdés hacia Tomás Marentes Miranda, quien finalmente fue postulado candidato por el PRI, González Beytia expresa su desacuerdo y decidió pedir licencia al cargo e irse a vivir a La Habana. En Cuba vivió hasta 1970, año en que regresó a Mérida. Falleció a los 80 años de edad.

Al irse Beytia a Cuba Leopoldo quedó como gobernador interino.

Tras las elecciones, en 1952, retorna al periódico y permanece en él hasta 1976, año en que asume el cargo de director de la Biblioteca Central Manuel Cepeda Peraza (1976-1988), donde trabajó hasta su retiro. A partir de ese momento, se dedicó solamente a la escritura, su gran pasión. 

Previamente fue titular de la Dirección de Bellas Artes del Estado de Yucatán (1942-1946) y de la Academia Yucatanense de Ciencias y Artes (1983-1995).

En 1931, fue convocado por el sabio matemático, Joaquín Ancona Albertos, para formar parte del grupo de colaboradores del recién inaugurado Diario del Sureste. Las aptitudes y férrea vocación de Leopoldo eran notables y su carrera logró un rápido ascenso al ser nombrado Jefe de Redacción del Diario y al poco tiempo, subdirector.

En 1942 el gobernador Ernesto Novelo Torres nombró a Leopoldo director de la Escuela de Bellas Artes, fundada en 1915 por el General Salvador Alvarado. A partir de ese momento trabajaba en el periódico por las mañanas, y en la escuela por las tardes.

En 1952, retorna al periódico y permanece en él hasta 1976, año en que asume el cargo de director de la Biblioteca Central Manuel Cepeda Peraza, donde trabajó hasta su retiro en 1988. A partir de ese momento, se dedicó solamente a la escritura, su gran pasión.

Obra y nombramientos

Escribió más de veinte libros sobre temas literarios, históricos y sociales. Colaboró con artículos y ensayos en numerosos periódicos y revistas y escribió para la Enciclopedia Yucatanense la actualización del capítulo sobre teatro en Yucatán.

Gran parte de la obra de Leopoldo versó sobre la problemática social en Yucatán. Henequén, evocación dramática, publicada en 1961 fue su obra más reconocida y obtuvo el premio del jurado en el concurso del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) de Veracruz. 

Escribió dramas como La batalla perdida, estrenada en 1959 en el teatro de la Universidad de Yucatán y premiada como la mejor obra inédita en el cuarto certamen dramático regional organizado por el INBA. 

En 1962, Comida de almas -obra inédita- y Memoria de uno de tantos, también recibieron premios en concursos regionales. Cecilio el Magno, escrita en 1968 fue basada en el líder maya Cecilio Chi, cacique de Tepich y uno de los protagonistas de la Guerra de Castas.

Fue autor de obras de teatro como Venados y hombres, Cuatro entremeses que no escribió Cervantes, Extranjeros en el mundo; y de poesía como Canto al Lobo, Verserío y De poesía política y otras poesías. Colaboró en revistas locales, nacionales y extranjeras durante muchos años, como Cuadernos Americanos, revista creada por el historiador Jesús Silva Herzog. 

Su novela El dilema del gobernador, fue una de sus últimas obras. 

Fue miembro de la Comisión Editorial de Yucatán, de la Academia Yucatanense de Ciencias y Artes, y presidente del Consejo Editorial A.C.

En 1929 conoció Concepción Barrera, de Campeche, con con contrajo matrimonio cinco años después en la iglesia de San Juan. Tuvieron dos hijos Roldán y Hugo Peniche Barrera-

Premios y distinciones

Recibió la Medalla Eligio Ancona en 1973. En 1989, el Premio al Mérito Periodístico José Pagés Llergo; un año después la Medalla Héctor Victoria le fue otorgada por el Congreso del Estado. En 1991 recibió la Medalla Yucatán y en 1993 el Premio de Literatura Antonio Mediz Bolio. Al año siguiente, su último reconocimiento en vida fue el Premio de la Excelencia Literaria que entrega la Academia Yucatanense de Ciencias y Artes.

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