- A pesar de los importantes progresos realizados en gran parte de Asia y el Pacífico, las políticas de protección social siguen estando por detrás de otras zonas del mundo, según un nuevo informe de la OIT.
Bangkok, Tailandia (OIT Noticias) - Menos de la mitad de la población de Asia y el Pacífico tiene acceso a alguna prestación de protección social, y el gasto público en protección social en la región está significativamente por debajo de la media mundial, según un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El gasto en protección social en la región ha sido, en promedio, del 7,5% del PIB en los últimos dos años, y la mitad de los países gastan el 2,6% o menos. Esta cifra es significativamente inferior a la media mundial del 12,9%.
El Informe Mundial sobre Protección Social 2020-22: Informe complementario regional para Asia y el Pacífico (solo disponible en inglés) concluye que sólo el 44,1% de la población de la región tiene acceso a al menos una prestación de protección social. Si nos fijamos en algunas prestaciones específicas, sólo el 45,9% de las nuevas madres reciben una licencia de maternidad remunerada y sólo el 14% de los trabajadores desempleados reciben prestaciones de desempleo.
Los regímenes contributivos de protección social suelen limitarse a los que trabajan en el sector formal, mientras que los regímenes no contributivos suelen dirigirse a un pequeño grupo de los más pobres de una sociedad. Esto significa que un grupo grande e importante de trabajadores queda desprotegido. Esta "zona perdida" incluye a muchas mujeres, trabajadores migrantes, autónomos, trabajadores de microempresas y pequeñas empresas, trabajadores domésticos, trabajadores a domicilio y otros trabajadores que ayudan a las familias.
Además de estas importantes lagunas de cobertura, un segundo problema es que la cobertura que existe es a menudo demasiado baja para proporcionar una protección adecuada, debido al nivel relativamente bajo de financiación e inversión en los regímenes de protección social.
"Esta región se encuentra en una encrucijada. Se enfrenta a retos en cuanto a la adecuación de las prestaciones y la sostenibilidad del sistema, junto con el bajo gasto público y la persistencia de formas de trabajo atípicas", dijo Panudda Boonpala, Director Regional Adjunto de la Oficina Regional de la OIT para Asia y el Pacífico. "La crisis de la COVID-19 ha dejado claro que, para la mayoría de los países de la región, es necesario un cambio de paradigma urgente. La necesidad de protección social nunca ha sido tan evidente".
"La protección social en la región debe responder no sólo a la pandemia de COVID-19, sino a otras tendencias importantes, como el envejecimiento de la población, la migración, la urbanización, el progreso tecnológico, las catástrofes y el cambio climático", dijo Nuno Meira Simoes Cunha, Especialista Técnico Superior en Protección Social de la OIT.
El informe insta a los países de la región a elegir entre diferentes vías de desarrollo. Una de ellas es dar un nuevo e importante papel a la protección social, para que sea más inclusiva y no deje a nadie atrás, al tiempo que apoye un mayor crecimiento, impulsado por la demanda interna, y contribuya a un mayor desarrollo de las capacidades humanas. La otra opción es centrarse en la consolidación fiscal y seguir un enfoque que mantenga a los países atrapados en un patrón de crecimiento de "bajo coste - bajo desarrollo humano".
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