MC propone despenalizar el aborto en Yucatán

“Las personas gestantes tienen derecho a decidir sobre su cuerpo, sin miedo a ser tratadas como criminales”, manifestó

Larissa Acota (MC) dijo que la lucha por la despenalización del aborto no es de unas cuantas sino de todas

  • Muchas se ven obligadas a viajar a otros estados o a someterse a procedimientos inseguros porque aquí no existe la opción de elegir, expuso la legisladora de MC 
  • Sueño que cuando aprobemos la Ley para la despenalización del aborto podamos decir “fuimos todas”, “fuimos todas”, no un partido, no una colectiva, no un liderazgo. “Fuimos todas, fuimos todas, fuimos todas”, dijo

Mérida, Yucatán.- La diputada Larissa Acosta Escalante (MC) propuso despenalizar el aborto en Yucatán porque “muchas se ven obligadas a viajar a otros estados o a someterse a procedimientos inseguros porque aquí no existe la opción de elegir“.

--“No estamos pidiendo nada fuera de lo que ya es un derecho humano fundamental. La despenalización del aborto es justicia, es libertad, es dignidad. Las mujeres y personas gestantes en Yucatán no merecen menos”, indicó.

Aseguró que la despenalización del aborto es un paso hacia la justicia reproductiva. “Las personas gestantes tienen derecho a decidir sobre su cuerpo, sin miedo a ser tratadas como criminales. En Yucatán, enfrentamos desigualdades extremas. Muchas se ven obligadas a viajar a otros estados o a someterse a procedimientos inseguros porque aquí no existe la opción de elegir”, dijo.

Hoy quiero recordar que las personas que más sufren con esta situación son las mujeres y personas gestantes más vulnerables: las que viven en zonas rurales, las de comunidades indígenas, las que no tienen recursos ni acceso a la salud. La despenalización del aborto es un acto de justicia que puede salvar vidas. subrayó.

Hoy hago un llamado a este Congreso, a todas y todos mis compañeros: es hora de estar a la altura de lo que este momento exige. Es hora de legislar por la vida digna, por la dignidad y por el derecho a decidir.

Sueño que cuando aprobemos la Ley para la despenalización del aborto podamos decir “fuimos todas”, “fuimos todas”, no un partido, no una colectiva, no un liderazgo. “Fuimos todas, fuimos todas, fuimos todas”.

Discurso Dip. Larissa Acosta Escalante 27/09/2024

Elvia Carrillo, Rita Cetina, Consuelo Zavala, Ligia Vera, Amelia Ojeda, Nancy Walker, Gina Villagómez, Bertha Munguia, Leticia Murúa, Rocío Quintal, Teresa Munguia, Adelaida Salas, Sandra Peniche, Georgina Rosado, Vida Gómez, Emmy Puerto, Kelly Ramírez, Celeste Patiño, Rosa Cruz, Milka Rodríguez, Mariana Zepeda, María Paula Balam.

No están todos los nombres que quisiera reconocer hoy, pero ellas nos representan a todas. Y sé que, en este pleno, también hay legisladoras sentadas en curules que quieren, y pueden, sumarse a esta lista de nombres. Porque esta lucha no es de unas cuantas, es de todas.

El derecho a decidir sobre nuestros cuerpos es una libertad que nos pertenece. Las mujeres y personas gestantes no podemos seguir siendo criminalizadas por tomar decisiones sobre nuestra salud, sobre nuestra vida. Yucatán no puede quedarse atrás. La libertad de decidir es exigencia histórica, una demanda de justicia social.

Un derecho que debe ser garantizado sin importar nuestra condición social, económica o cultural.

La evidencia es contundente: la penalización del aborto no lo evita. Lo que sí hace es criminalizar a las mujeres más vulnerables, a las que no tienen acceso a servicios de salud seguros y que, por ello, se ven obligadas a recurrir a procedimientos clandestinos y peligrosos. Criminalizar el aborto es, en realidad, criminalizar la pobreza.

Despenalizar el derecho a decidir es salvar vidas. No podemos hablar de garantizar la salud integral de las mujeres y personas gestantes si no existe el acceso a un aborto seguro, legal y accesible. La penalización pone en riesgo la vida de miles de personas que, ante la falta de opciones, optan por métodos inseguros.

Este es un paso hacia la justicia reproductiva. Las personas gestantes tienen derecho a decidir sobre su cuerpo, sin miedo a ser tratadas como criminales. En Yucatán, enfrentamos desigualdades extremas. Muchas se ven obligadas a viajar a otros estados o a someterse a procedimientos inseguros porque aquí no existe la opción de elegir.

Hoy quiero recordar que las personas que más sufren con esta situación son las mujeres y personas gestantes más vulnerables: las que viven en zonas rurales, las de comunidades indígenas, las que no tienen recursos ni acceso a la salud. La despenalización del aborto es un acto de justicia que puede salvar vidas.

Hoy hago un llamado a este Congreso, a todas y todos mis compañeros: es hora de estar a la altura de lo que este momento exige. Es hora de legislar por la vida digna, por la dignidad y por el derecho a decidir.

No estamos pidiendo nada fuera de lo que ya es un derecho humano fundamental. La despenalización del aborto es justicia, es libertad, es dignidad. Las mujeres y personas gestantes en Yucatán no merecen menos.

 Sueño que cuando aprobemos la Ley para la despenalización del aborto podamos decir “fuimos todas”, “fuimos todas”, no un partido, no una colectiva, no un liderazgo. “Fuimos todas, fuimos todas, fuimos todas”.

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