Otra aplicación
importante de este trabajo de investigación podría estar dirigida a la
generación y transmisión segura de imágenes, un nuevo método de envío
protegido.
De igual forma, el
sistema permite implementar muchos protocolos criptográficos de seguridad para
comprobar, por diferentes vías, que la transmisión de imágenes es segura.
Recientemente, en colaboración con otros colegas, Magaña Loaiza propuso abrir
una línea de investigación dirigida a la protección de datos. “Muchos de los protocolos de seguridad
empleados por el gobierno, corporaciones bancarias o empresas no son seguros.
Frecuentemente secretos de Estado o números de cuentas bancarias son robadas,
lo cual implica importantes pérdidas económicas. La técnica desarrollada
permite implementar estrategias inquebrantables. El objetivo es asegurarnos de
no ser víctimas de los hackers, y enviar una foto, una firma o una imagen sin
temor a que pueda ser robada o alterada”, asegura Omar Magaña, quien tiene una
Maestría en Óptica por el Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y
Electrónica (inaoe) y otra Maestría en Ciencias de Materiales por la
Universidad de Rochester.
En astronomía, esta
técnica también puede aplicarse. Los astrónomos reconstruyen imágenes del
espacio, frecuentemente borrosas o distorsionadas por la turbulencia de la
atmósfera, utilizando espejos deformables o manejando un potente haz láser. Con
esos sistemas los científicos son capaces de corregir los errores; sin embargo
son procesos complicados y costosos. “Nosotros proponemos una técnica simple,
no costosa y eficiente”, asegura el estudiante a doctor Omar Magaña, quien
actualmente está becado en el extranjero por parte del Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología, Conacyt.
El trabajo de
investigación consiste en un novedoso proceso que permite utilizar fotones
entrelazados y detección comprimida para identificar y seguir objetos, que
hacen posible implementar tecnologías a bajos niveles de luz, como las basadas
en imágenes fantasma.
“La imagenología
fantasma es una técnica donde se miden coincidencias espaciales entre dos haces
de luz; los fotones de un haz (a) están entrelazados con los fotones en el otro
haz (b), los fotones de uno de los haces iluminan un objeto y luego dicho haz
es medido por un detector que no proporciona información sobre la forma
espacial del objeto, solamente mide la intensidad del haz, o el número de
fotones en el haz. Sorprendentemente, cuando el haz (a) ilumina el objeto, la
imagen del objeto aparece en el otro haz (b), formando la imagen fantasma del
objeto, la cual es medida por un detector que es capaz de proporcionar
información sobre la forma de la imagen. Notoriamente este haz nunca interactúa
directamente con dicho objeto, aun así con la información de los dos
detectores, la imagen fantasma es formada”, explica Omar Magaña.
Es importante
mencionar —agrega el investigador— que estos haces o fotones enredados pueden
estar separados, uno pudiera estar en Nueva York mientras que el otro en la
Ciudad de México. Dicho entrelazamiento quiere decir que, si tenemos, por
ejemplo, una pareja de fotones, éstos están fuertemente relacionados entre sí,
de tal manera que cualquier perturbación en uno de ellos afecta al otro,
independientemente de su separación.
Hay muchas analogías
para ejemplificar este fenómeno: pensemos en un par de gemelos que nacieron con
un fuerte vínculo, al grado que, si uno es golpeado por una tercera persona,
automáticamente los dos se ven afectados por el dolor producido, a pesar de que
solamente uno fue agredido.
Este desarrollo
tecnológico fue resaltado por la revista Science, considerada la más popular e
importante de ciencia en el mundo. Los editores describieron el trabajo como
una técnica novedosa de formación y seguimiento de imágenes que permite
aprovechar las ventajas que brinda el carácter cuántico de la luz, las cuales
no siempre pueden ser utilizadas.
Cuando la teoría
cuántica comenzaba a desarrollarse, Albert Einstein no creía en la extraña
acción a distancia o no-localidad. Ahora sabemos que el entrelazamiento
cuántico es posible, y muchos científicos alrededor del mundo trabajan en el
desarrollo de tecnologías basadas en este principio.
“La investigación es
un proyecto concluido y se desarrolló en la Universidad de Rochester, en el
Instituto de Óptica y el Departamento de Física”, concluye Omar Magaña Loaiza,
quien estudia un doctorado en Óptica cuántica en la Universidad de Rochester,
Nueva York, Estados Unidos.
No hay comentarios.
Publicar un comentario