Mérida, Yucatán.- El proyecto de construir un parque eólico en Dzilam de Bravo
podría impactar en la salud de los habitantes por el ruido de 36
aerogeneradores, así como afectaría a murciélagos y aves de migración e
impactaría el acuífero, la alimentación de los flamencos y no contempla las
consecuencias en caso de huracán, advirtieron expertos del Centro Mexicano de
Derecho Ambiental.
Pidieron a la SEMARNAT que antes de que se emita una resolución
sobre el Manifiesto de Impacto Ambiental para operar el “Parque Eólico – Dzilam Bravo”, la empresa
“Eólica del Golfo 1 S.A.P.I. de CV” realiza una reunión pública de información,
a fin de que se dé a conocer el proyecto a la comunidad en general y los
empresarios atiendan las dudas planteadas.
Firman el documento Bárbara MacKinnon de Montes, reconocida
como la más importante autoridad en aves de la Península de Yucatán, fundadora
de la Asociación Amigos de Sian Ka’an, sub-editora regional de la publicación
North American Birds, Premio Nacional al Mérito Ecológico de la Secretaría del
Medioambiente y Recursos Naturales de México en 2006 y coordinadora por siete
años consecutivos del Festival de Aves Yucatán México “Toh”, así como la consultora
en Energía Eólica y Medio Ambiente, Jazmín
Irene Sánchez Arceo.
Indican que el proyecto destruiría el hábitat de dos
especies en peligro de extinción, la endémica Matraca Yucateca y el Colibrí Tijereta Mexicana. La primera que
únicamente sobrevive en Yucatán y el segundo con una población pequeña en
Veracruz, y lo hacen en los primeros 5 km de ancho de toda la zona costera.
Alertan la matanza masiva de miles de aves migratorias que
entran cada año a la costa yucateca, a altitudes entre 50 y 150m de altura, y
que en buen tiempo bajan a alimentarse y descansar en los primeros 5 km tierra
adentro, toda vez que los aerogeneradores tienen una altura de 175 metros.
El documento íntegro del comunicado:
Advierten organizaciones y expertos sobre impactos
ambientales de Proyecto eólico en la Península de Yucatán
·
Presentan junto con la comunidad de Dzilam de
Bravo comentarios dentro del procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental.
·
Se deben promover con responsabilidad las
energías renovables -dentro de las cuales la eólica es una de las más rentables
para México-, a fin de que los proyectos no ocasionen afectaciones ambientales
y sociales que superen los beneficios que pueden aportar.
Organizaciones de la sociedad civil, expertos en aves,
murciélagos e hidrología en los estados de Yucatán y Quintana Roo, así como
miembros de la comunidad de Dzilam de Bravo presentaron ante las autoridades
ambientales federales, dentro del procedimiento de Evaluación de Impacto
Ambiental, sus comentarios al Proyecto “Parque Eólico – Dzilam Bravo” el pasado
14 de agosto, en los que se advierten una serie de deficiencias y elementos que
ponen en riesgo el gran valor ambiental de la zona costera además de los
posibles impactos negativos sobre la población local por la ubicación propuesta
para el parque.
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada por
“Eólica del Golfo 1 S.A.P.I. de CV” para su autorización por la Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), establece que el “Parque Eólico
– Dzilam Bravo” instalará 36 aerogeneradores en poco más de 1,300 hectáreas de terrenos
privados, que serán arrendados durante la vida útil del proyecto. El sitio del
parque eólico, se ubica a 1.29 km de la Costa, al sur del Poblado de Dzilam de
Bravo. El proyecto operará en la costa yucateca, por un mínimo de 30 años, y
cada uno de los 36 aerogeneradores a instalar, alcanzarán hasta los 175m de
altura.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), como vocero
de las instituciones que participaron en la Consulta Pública en el
Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental señala: “Como representantes
del sector ambiental, estamos a favor de la promoción de las energías
renovables, dentro de las cuales la eólica es una de las más rentables para
México. Sin embargo, se debe tener mucha responsabilidad en la selección de los
sitios para estos proyectos, de manera que no ocasionen afectaciones
ambientales y sociales que superen los beneficios que pueden aportar”.
“La costa yucateca, que ahora es de interés para diversas
empresas de generación de energía a través del viento, también es una zona de
alta importancia ecológica, gran biodiversidad, e importancia turística, por lo
que se sugiere ubicar este tipo de proyectos más allá de los primeros 5-8 km de
la costa”.
De hacer valer el “principio Precautorio” se evitarían los
siguientes riesgos, según los expertos en la materia:
·
Afectación a los habitantes de Dzilam de Bravo,
por el ruido continuo de las aspas en movimiento, de todo el parque eólico.
·
Un impacto al sistema hidrológico costero,
causado por las cimentaciones de los aerogeneradores, que podría afectar la
disponibilidad de agua a los habitantes en la playa.
·
Un impacto sobre la salinidad del humedal que se
extiende de Dzilam de Bravo a San Crisanto y que afectaría la disponibilidad de
alimento para los flamencos.
·
Una afectación a la actividad ecoturística de la
región debido al Impacto Visual; así como a la comunidad de Dzilam de Bravo,
por un impacto de “sombras” o “parpadeo” que se genera cuando las aspas en
movimiento cortan la luz solar.
·
La destrucción del hábitat de dos especies en
peligro de extinción, la endémica Matraca Yucateca (Campylorhynchus
yucatanicus) y el Colibrí Tijereta Mexicana (Doricha eliza), la primera que
únicamente sobrevive en Yucatán y el segundo con una población pequeña en
Veracruz, y lo hacen en los primeros 5 km de ancho de toda la zona costera.
·
La matanza masiva de miles de aves migratorias
que entran cada año a la costa yucateca, a altitudes entre 50 y 150m de altura,
y que en buen tiempo bajan a alimentarse y descansar en los primeros 5 km
tierra adentro.
Al analizar el documento que se sometió a consideración de
la SEMARNAT, se detectó un déficit sustancial de la información que se requiere
previamente para realizar un adecuado proceso de Evaluación de Impacto
Ambiental que a su vez permita establecer medidas de prevención y mitigación
efectivas:
·
No se presentó el nivel de ruido continuo que
causarán los 36 aerogeneradores cuando el parque entre en operación.
·
No se realizó un estudio serio sobre el impacto
que tendría el parque en los murciélagos del sitio: se dedicaron únicamente
seis horas al monitoreo presentado y con técnicas no apropiadas para el tipo de
proyecto.
·
No se realizó el monitoreo de las aves durante
el período de migración de otoño. Expertos consultados en el último Simposio
sobre la Energía Eólica y la Fauna, efectuado en Mérida en el 2011, sugieren un
monitoreo previo de hasta 2 años.
·
No se presentaron acciones de mitigación al
impacto que se tendrá al Área de Importancia para las Aves, designada por
CONABIO, y que se extiende 8.6 km tierra adentro de la costa de Dzilam de
Bravo.
·
No se presentó un estudio geohidrológico
detallado que demuestre la presencia o no de impactos de corto y largo plazo sobre
el acuífero y sobre los flujos subterráneos.
·
Para la cimentación de cada aerogenerador será
necesario excavar un área de 20 x 20 m a una profundidad mínima de 2.1 m. Sin
embargo, no refiere la profundidad máxima. En otros proyectos eólicos, las
cimentaciones han llegado hasta los 4 m de profundidad. Siendo que en el sitio
propuesto de Dzilam de Bravo el manto freático está sólo entre 1- 2 m.
·
No se incluyen en la MIA los impactos por las
obras de una nueva línea de transmisión de 27 km.
·
No se describieron las medidas de acción
específicas para la prevención de riesgos a la comunidad en caso de huracanes.
·
No se especificaron los beneficios a la
comunidad, siendo que si el proyecto se lleva a cabo bajo la modalidad llamada
“de autoabastecimiento”, la energía que se produciría en el parque eólico de
Dzilam de Bravo servirá para el abastecer a los socios o copropietarios del
parque, y no a los 300,000 hogares de la región.
Por todo lo anterior, se ha solicitado a la SEMARNAT que
antes de emitir una resolución, se lleve a cabo la reunión pública de
información, a fin de que se dé a conocer el proyecto a la comunidad en general
y el promovente pueda atender a las dudas que le sean planteadas. Con una
participación informada y corresponsable de los actores involucrados se
mejorará el proceso de evaluación de estos proyectos, contribuyendo así a
garantizar que se consoliden en verdaderos motores de desarrollo sustentable en
la región.
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