- Pide conservar las semillas nativas
- Se reunió con legisladores de la CNC
México, DF.- José Sarukhán Kermez, exrector de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y coordinador general de la
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO),
dejó en claro ante legisladores del sector rural, que no debe permitirse la
introducción para uso comercial de maíz transgénico a México, por la razón de
que es centro de origen de ese alimento básico.
Durante una reciente reunión con legisladores de la
Confederación Nacional Campesina que preside el senador Gerardo Sánchez García,
quien hizo entrega de un reconocimiento a la labor del científico y académico,
que, a su vez, celebró hablar del tema ante un grupo nutrido de mexicanos
interesados, dijo, en la importancia de la actividad agrícola y su relación con
el cuidado de la naturaleza.
En la sala de usos múltiples “Emiliano Zapata” de la CNC, el
exrector de la UNAM explicó, de acuerdo con la versión dada a conocer hoy, que
en el país no hay capacidad de monitoreo ni de vigilancia ni de control sobre
el maíz transgénico, pero por las razones que se han hecho, que tienen que ver
con soberanía alimentaria, no debe permitirse, porque, además, no hay suficiente
evidencia aún, de si hay daños a la salud y la industria no ha querido esperar
el tiempo suficiente para hacer pruebas adecuadas, que arrojen resultados.
“Ahora mismo, recordó, hay una batalla en el Congreso de
Estados Unidos sobre el etiquetado de los productos con caracteres
transgénicos. No sé cuál es el problema si las compañías productoras de los
organismos genéticamente modificados aseguran que no pasa nada con su consumo.
La verdad, es que representa un problema con muchos elementos de tipo social
que no quieren enfrentar”.
Expuso que el abuso de los transgénicos ha provocado el
surgimiento de super-insectos y super-malezas. Dijo que no arrojan ningún
rendimiento mayor por hectárea, que su ventaja radica en que ha reducido el uso
de los herbicidas, pero advirtió que pasa lo mismo que con los antibióticos,
que han provocado un serio problema con la salud humana por su utilización
excesiva e irracional.
Allí, agregó, ha habido una total falta de transparencia y
un mutismo que parece es inaceptable.
“Lo que me preocupa mucho en este asunto, es si vamos a caer en manos de los
monopolios que manejan las semillas en el mundo, seis compañías manejan como el
70 %, en vez de tener un sistema propio en cada país que realmente pueda recomendar
qué tipo de ellas semillas se requiere para las diferentes condiciones”.
Pero en un país con la diversidad biológica de México,
insistió, centro de origen de tantas variedades de maíz, frijol, calabaza,
chile, y otras., no creo que podamos darnos el lujo de decir, bueno, no pasa
nada. Me parece que eso atenta a la soberanía alimentaria y honestamente para
mí, es un problema muy fuerte”, resaltó.
El doctor José Sarukhán se refirió también al tema del
Clembuterol, usado para la engorda de ganado sin considerar los daños a la
salud de los humanos, y consideró que se requiere tener un sistema de
protección de la sanidad mexicana con los productos que se comen, de tal manera
que realmente no se engañe ni a los consumidores ni a los productores, esto es,
“tenemos que lograr que nuestra alimentación sea lo más sana y segura posible”,
afirmó.
En lo referente a la dependencia alimentaria, sostuvo que
los granos y alimentos básicos, sí deben de preocupar a los mexicanos y en
particular a los gobierno en sus tres instancias. “Debemos alcanzar la
soberanía y la seguridad alimentaria”, señaló
En su exposición indicó que la investigación agrícola de
México ha caído enormemente, en los últimos 40 años, por la falta de recursos.
“Esta situación que se vive, es totalmente equivocada y nos pone en desventaja
con muchos países. Sólo comparemos la inversión que se realiza en México con la
de Francia. La diferencia es abismal”.
Ante los legisladores cenecistas, el doctor José Sarukhán se
pronunció por la necesidad de impulsar la producción y uso de semillas
mejoradas o certificadas, siempre y cuando resuelvan problemas del campo
mexicano y de los agricultores mexicanos.
Los materiales nativos no tendrían que ser los preferentes en
determinados casos, siempre hay que innovar.
Sin embargo, reiteró, “debemos tener en cuenta que las
semillas nativas se han producido en México por milenios y siguen siendo una
opción productiva, pero si las mejoramos en cuanto a aumento de productividad y
sanidad, es posible alcanzar mejores resultados. Necesitamos mantener el
proceso de selección y conservación de las semillas nativas”.
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