- El becario del Sistema Nacional de Creadores del Fonca muestra su humor e ironía en El idioma materno
- Esta publicación surgió a raíz de una colaboración mensual en el periódico Clarín, reconoce el poeta
México, DF.- Una meditación sobre la escritura y el proceso
de ésta se conjunta en El idioma materno, libro de Fabio Morábito publicado por
editorial Sexto Piso. En 84 ensayos breves, el autor muestra su humor e ironía,
con la cual el lector reflexiona en torno a los temas que tienen que ver con el
acto de escribir.
En entrevista con el
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en la librería Elena Garro de
Educal, Fabio Morábito explicó que esta publicación surgió a raíz de una
colaboración mensual en el periódico Clarín, de Buenos Aires, Argentina.
Su primera columna la tituló El libro en llamas, donde
"están en potencia todos los motivos y temas" que darían origen a El
idioma materno y la cual también se incluyó en el libro.
"En ese momento descubrí que lo que me importaba era
justamente escribir un libro con ese formato, es decir, textos muy breves sobre
esa temática y no tanto la columna periodística a la cual seguí colaborando
durante dos años y medio, pero en realidad lo que estaba haciendo era ya este
libro", añadió el becario del Sistema Nacional de Creadores del Fonca.
Asimismo, comentó: "Creo que todo escritor llegado a un
grado de tiempo, de edad o lo que sea, tiene necesidad de responder a ciertas
preguntas que se ha hecho a lo largo de su experiencia y de plantearse
otras".
Es un poco el objetivo del libro, es decir, responder a la
pregunta ¿por qué me hice escritor? ¿Cómo fue que terminé por dedicarme a esa
extraña actividad que es escribir libros? Entonces, más que escribir sobre
literatura, en efecto es un libro sobre escritura. Sobre todo lo que la
escritura implica tanto de beneficioso como de pernicioso, tanto en la cultura
en general como en la vida de los individuos y concretamente en la mía."
Aunque en esta ocasión Fabio Morábito abarca el ensayo
corto, él se considera fundamentalmente un narrador de cuentos y un poeta.
Estos géneros los considera similares, ya que el relato corto pertenece a la
narrativa, "guarda con la poesía la misma intensidad y sobre todo
imprevisión. Es decir, un cuento se escribe sin saber a dónde va, se puede
saber más o menos pero siempre nos va a deparar sorpresas cuando lo escribimos
y a menudo nos lleva por caminos insospechados, tal como se escribe la poesía,
verso por verso, no hay forma de prever qué verso va a seguir a éste.
"Ese me parece un carácter fundamental para aunarlos,
mientras que la novela es más arquitectónica, se presta más a una preparación y
programación. Aunque claramente como en cualquier cosa que se escribe, es la
escritura lo que decide cómo se hace un libro si no fuera así, escribir sería
de lo más aburrido, porque sería solamente verter por escrito algo que ya está
formado en la mente, sería un ejercicio de lo más mecánico y aburrido",
agregó.
Para el también autor de Caja de herramientas, "la
escritura subraya la realidad", ya que educa la mirada y conduce hasta
ciertos aspectos que no habíamos considerado.
El idioma materno lo escribió gracias a una beca del Sistema
Nacional de Creadores del Fonca, al respecto destacó que "estos apoyos son
muy envidiados por gente que vive en otros países", debido a que tener una
beca permite concentrarse en la labor creativa y adquirir un ritmo propio de
trabajo.
El idioma materno es publicado por la editorial Sexto Piso y
puede conseguirse en la red de Librerías Educal de todo el país.
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