Brasil.- Reconvertido desde hace unos años en asesor
deportivo de distintos medios de comunicación, Bixente Lizarazu no ha dejado el
mundo del fútbol, más bien al contrario. Radio, televisión, prensa escrita, al
excampeón mundial en 1998 y de Europa en 2000 no hay terreno que se le resista.
Presente en Brasil para cubrir la Copa Mundial de la FIFA™,
el que fuera lateral izquierdo de los Bleus y del Bayern de Múnich concedió una
entrevista exclusiva a FIFA.com antes de los dos últimos encuentros de la cita
planetaria.
¿Qué pensó al ver la brutal derrota de Brasil en
semifinales?
Una mezcla de muchas cosas… Lo que pasó no es lógico. En una
derrota por 7-1 en semifinales de la Copa Mundial realmente no se puede hacer
un análisis técnico o táctico. En mi opinión, es un tema de índole psicológica,
emocional. Pienso que ha habido un exceso de emociones en la gestión de esta
Copa Mundial por parte de Brasil. Si tensas demasiado la cuerda, se rompe. Es
la única explicación que veo. Daba la impresión que esta Copa Mundial era una
cuestión de vida o muerte. Antes de los partidos, en los himnos, en los
momentos clave. Todo era demasiado intenso. Para competir al más alto nivel se
necesita perspectiva y sangre fría, y tengo la sensación de que eso es lo que
les ha faltado.
A su modo de ver, ¿Brasil no hubiese podido ganar?
Los hay que opinan a posteriori y afirman que el equipo no
era bueno, y sin embargo derrotó a Chile y Colombia. ¡Casi nada! Desde luego,
no pudieron contar con Neymar y Thiago Silva para la semifinal, pero fue un mal
partido de todo el conjunto, que no se convirtió de la noche a la mañana en un
equipo de quinta división. Todo se había vuelto demasiado serio. Demasiado para
un partido de fútbol.
¿Cómo podrán rehacerse para intentar ganar el duelo por la
tercera plaza contra Holanda?
No lo sé, nunca me he visto en esa situación, porque es
prácticamente inédita en una Copa Mundial. Si Felipão tuviese la clave, habría
encontrado una solución en el descanso para que los suyos remontaran. Es como
cuando una persona está a flor de piel durante semanas y semanas, las cosas se
van acumulando, y en un momento dado se hunde y sufre una crisis nerviosa. No
hay nada más que añadir sobre ese último encuentro, que no será nada fácil de
abordar y que, pase lo que pase, no borrará el 7-1.
¿Cuál fue el mérito de Alemania?
Todo el mundo habla de Brasil, y entiendo que haya malestar
porque hubo mucha diferencia entre los dos rivales. Dicho esto, creo que
Alemania hizo un partido colosal. Ha hecho una progresión táctica excepcional
en esta Copa Mundial. Ha sabido solucionar sus problemas a cada paso,
especialmente los errores defensivos contra Argelia, donde se salvaron gracias
a Manuel Neuer. Se ha reubicado a Philipp Lahm en el flanco derecho y los dos
mediocampistas defensivos, Sami Khedira y Bastian Schweinsteiger, han ido a más
poco a poco. El punto de inflexión llegó contra Francia con el regreso de Mats
Hummels al centro de la defensa. Alemania ha encontrado el equilibrio. Se
tiende a obviar su mérito porque es Brasil la que ha quedado eliminada, pero
Alemania ha alcanzado, como mínimo, las semifinales en 2002, 2006, 2010 y 2014.
¿Cómo explica su regularidad en las grandes competiciones?
Cuentan con una generación excelente, que no obstante no ha
ganado nada. Se lo merecían, aunque eso no quiera decir gran cosa. Para mí,
cuando más cerca estuvieron fue en la Eurocopa 2012, donde perdieron ante
Italia por errores defensivos colosales, pese a que partían como claros
favoritos. Quizás se obnubilaron un poco con el juego bonito. Alemania es, junto
con España, la selección que, para mí, mejor ha sabido producir un fútbol de
calidad de manera continuada, si bien le faltaron cosas, como el instinto para
definir y sentenciar un partido cuando es necesario. Ahí les hemos visto
adaptarse a diferentes situaciones para alcanzar la perfección contra Brasil
desde el punto de vista táctico. Y hay jugadores que nos han llegado por su
elegancia, con sus pases y sus triangulaciones y un gol casi en cada disparo.
Esta generación merece ganar finalmente un título internacional, porque ha
estado tan cerca tantas veces...
Argentina-Alemania, ¿le gusta la final?
¡Es una gran final! A Argentina le ha costado meterse en la
competición. También ha tenido problemas defensivos, pero ha sido igual de
inteligente que Alemania en cuanto a los cambios, con Martín Demichelis
convertido en titular en el centro de la defensa, Lucas Biglia recolocado y
Javier Mascherano como jefe del centro del campo. Todo eso ha reequilibrado al
equipo. Les hemos visto muy competitivos defensivamente contra los belgas, así
como frente a Holanda, que fue "EL" partido de los defensas.
Perdieron una pieza importante con Ángel Di María, y no se sabe si podrá estar
en la final, pero tienen a Lionel Messi, que ha estado decisivo y que tiene su
propia historia que escribir. Gonzalo Higuaín lleva dos encuentros muy buenos y
Sergio Agüero ha vuelto, así que el potencial ofensivo está ahí. Es una
formación muy astuta, con capacidad para ralentizar el juego y adaptarlo a su
ritmo. Argentina es calculadora, y no es fácil llevarla a tu terreno.
Impresiona por la rapidez, la vivacidad y la técnica de sus delanteros. En mi
caso, ha suscitado mi interés por su capacidad para romper el juego del rival.
Holanda apenas pudo expresarse, cuando había sido uno de los conjuntos más
espectaculares del certamen.
Hablemos un poco de Francia. ¿Le ha gustado su actuación en
la Copa Mundial?
Hay cosas que me han gustado, pero me decepcionó al final,
me quedé un poco frustrado. Me pareció que al final le faltó brillo. Ese es mi
único pero. Cierto que fue contra Alemania, que ya hemos visto de lo que fue
capaz contra Brasil. Es un equipo experimentado que ha vivido mucho, algo que
Francia aún no posee. Ya sea porque jugó con el freno echado y demasiada
prudencia, o porque no tenía bastante gasolina en el motor, pero le faltó
osadía. Para mí, el partido más complicado fue el de Nigeria, porque éramos
favoritos, no así contra Alemania. En esos casos, uno puede soltarse y
psicológicamente no hay nada que perder. Tuve la sensación de que se podía
haber dado algo más.
¿Quién le gusta en la selección de Francia?
Didier Deschamps. Me encanta porque ha fijado el rumbo y las
líneas maestras, tanto en la elección de sus hombres como en sus mensajes. Ha
sabido emplear los ingredientes y las palabras necesarios. Supo estar atento
para que el equipo no se subiera a la parra tras el 5-2 contra Suiza. Ha puesto
orden, que no ha sido tarea fácil, ha sabido apaciguar el ambiente en torno a
la selección. Reina la calma y es agradable haber recuperado la normalidad. Ha
sido un trabajo arduo que será útil en los años venideros. Lo que también me gusta
mucho es su lucidez. No nos vende sueños. Es un constructor, y me gusta esa
mentalidad, porque las cosas no se hacen de la noche a la mañana, y mucho menos
un equipo que gane la Copa Mundial en dos años. En cambio, en cuatro, podemos
mostrarnos muy sólidos en la Eurocopa 2016, en Francia. (Fifa.com)
No hay comentarios.
Publicar un comentario