- Esta nueva técnica busca optimizar la prueba oftalmológica tradicional conocida como Hees-Lancaster.
Lizbeth Serrano Gómora /CONACYT
México, D F.- Científicos de la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM), unidad Iztapalapa, desarrollaron un sistema capaz de
diagnosticar y corregir el estrabismo, deficiencia visual que, de acuerdo con
datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta a uno de cada diez
individuos a nivel mundial.
Esta afección, también conocida como “ojos bizcos”, se
caracteriza por la pérdida de paralelismo de ambos ojos, de modo que cada globo
ocular mira en dirección distinta al otro. Tal desviación puede ser hacia
adentro (endotropía), hacia afuera (exotropía), mirando arriba (hipertropía) o
hacia abajo (hipotropía). En consecuencia, el individuo no logra observar un
mismo objeto al mismo tiempo.
Dicha condición puede ser congénita o adquirida debido a
traumatismos, presencia de un tumor, aneurisma o por un accidente
cerebrovascular, entre otras causas.
Con el propósito de contribuir a un diagnóstico más preciso
y oportuno, investigadores de esta casa de estudios lograron patentar un
sistema más eficiente y certero, al momento de tratar pacientes con estrabismo.
Esta tecnología, que obtuvo una patente en mayo de 2013,
mejora la técnica tradicional para detectar dicha afección, denominada
Hess-Lancaster (prueba oftalmológica estándar que evalúa desviaciones oculares
de los distintos campos de visión).
Víctor Rogelio Barrales Guadarrama, doctor-investigador del
Departamento de Electrónica de la UAM-Iztapalapa, señaló que este sistema ha
sido patentado con base en su ventaja para arrojar resultados más precisos que
la técnica tradicional previamente mencionada.
A diferencia de la técnica estándar, este nuevo método
realiza las mediciones de forma sistematizada; esto significa que ya no se
realiza los cálculos de forma manual, sino que se auxilia de un procesamiento
digital de imágenes que permite a los médicos obtener resultados de una forma
más rápida y con un menor margen de error.
“Ya que los datos arrojados por este sistema hayan
determinado el número exacto de dioptrías necesarias para los lentes del
paciente, el oftalmólogo indicará el tiempo de uso necesario, considerando la
gravedad del estrabismo. En una segunda visita, el doctor podrá detectar el
avance de la corrección y así continuar hasta que se logre el alivio completo
del paciente”, explicó el doctor Barrales.
En cuanto a qué tipo de personas es candidato idóneo para
someterse a esta nueva técnica, el investigador dijo que pacientes con un alto
grado de ceguera no son susceptibles para esta prueba, debido a que la
correspondencia retiniana de este tipo de pacientes no es similar a la de una
persona con estrabismo.
A excepción de lo antes mencionado, cualquier otro paciente
con “ojos bizcos” es ideal para ser tratado con este método, aunque aclaró que
la recuperación, la cual toma de cuatro a ocho meses, depende del nivel de
estrabismo y de la edad del individuo que lo padece, ya que entre más joven sea
el paciente, su cartílago y músculos disminuyen el tiempo de recuperación.
Asimismo, el especialista comentó que, gracias a su bajo
costo de inversión, este sistema garantiza el acceso a personas de bajos
recursos que lo necesitan.
No hay comentarios.
Publicar un comentario