- Aunque el agua potable y residual se someta a diversos tratamiento, hay impurezas –como las químicas - que aún no se pueden eliminar completamente. Esta tecnología abre la posibilidad de contar con una mejor calidad de agua.
Por Maru Molina
México D. F. (Agencia Informativa CONACYT).- A través de una
planta solar, se ha logrado eliminar hasta 90% los residuos químicos del agua,
por lo que esta tecnología podría utilizarse para complementar el tratamiento
del agua potable o residual.
La tecnología fue diseñada por el doctor Rafael Almanza
Salgado, investigador titular C de tiempo completo, del Instituto de Ingeniería
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sus dispositivos combinan el uso de dióxido de titanio con
los rayos ultravioleta provenientes del Sol para provocar una reacción química
capaz de romper las moléculas de sustancias orgánicas contaminantes.
Tiene la capacidad —explica el doctor Almanza— de romper y
oxidar diferentes sustancias dañinas. Reduce metales pesados (como plomo,
cromo, arsénico o plata) a formas en las que su toxicidad sea menor o nula.
Asimismo, elimina microorganismos patógenos, como las bacterias Vibrio cholerae
y Salmonellas, por mencionar sólo algunas.
Una vez reducidos los metales, así como rotas y oxidadas las
moléculas orgánicas (hasta convertirse en dióxido de carbono), estas especies
ya no causan daño al ser humano.
A pesar de que actualmente el agua potable y residual es
sometida a diversos métodos de tratamiento, hay impurezas que aún no se pueden
eliminar, entre ellas las químicas. Esta tecnología abre la posibilidad de
contar con una mejor calidad de agua.
De acuerdo con el doctor Julio César Morales Mejía,
integrante del equipo de investigación, la presencia de químicos en el agua
puede tener un origen artificial o natural. Por ejemplo, explicó, la
contaminación puede deberse a restos de productos farmacéuticos, plastificantes,
agentes de limpieza y otros residuos industriales; pero también a la presencia
natural de sales con metales, como el arsénico, en aguas de pozo.
En lo referente a la planta solar —añadió el especialista—
se puede emplear para tratar el agua sin importar la procedencia del
contaminante químico; además, puede fabricarse a pequeña, mediana y gran
escala, por lo cual sería viable instalarla, tanto en una casa habitación, como
en la industria.
Para obtener el grado de doctor, Julio César Morales contó
con una beca del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC), otorgada por
el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El prototipo de planta solar es resultado de un trabajo
multidisciplinario de 25 años, en el que intervinieron especialistas en energía
solar, fotoquímica, tratamiento biológico de aguas residuales, tratamiento
fotocatalítico, ingeniería ambiental y ecología, entre otros.
Actualmente, los investigadores de la UNAM cuentan con un
prototipo en etapa preindustrial, pero la tecnología pronto podría
comercializarse, informó el doctor Morales Mejía.
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