- La iniciativa, remitida al Senado, busca que usos y costumbres de comunidades no discriminen a mujeres en elecciones
- Podrán ser presidentas municipales, regidoras y secretarias de ayuntamiento
México, DF.- La Cámara de Diputados aprobó reformas a la
Constitución Política, con el objetivo de garantizar que las mujeres y los
hombres indígenas disfruten y ejerzan su derecho a votar y ser votados en
condiciones de igualdad, y desempeñar cargos públicos y de elección popular.
Con la unanimidad de 400 votos a favor, se modificó la
fracción III del Apartado A del artículo 2 de la Carta Magna para establecer
que en ningún caso las prácticas comunitarias podrán limitar los derechos
políticos y electorales de las y los ciudadanos en la elección de sus
autoridades municipales.
El dictamen, remitido al Senado de la República para sus
efectos constitucionales, destaca que el papel de las comunidades indígenas ha
sido y será trascendental en la vida y desarrollo de cualquier sociedad, así
como sus importantes aportaciones en todos los campos de la humanidad, en las
ciencias, en las artes y en la política.
Menciona que la reforma establece que los pueblos y
comunidades indígenas serán respetados en cuanto a su libre determinación y
autonomía, para elegir conforme a sus normas, usos y costumbres a sus
autoridades, en pleno respeto a los principios de igualdad y equidad, de manera
que hombres y mujeres indígenas compitan bajo las mismas circunstancias, en las
contiendas electorales.
Con estas modificaciones, añade, se fortalecen los
mecanismos de protección y acceso y ejercicio pleno de los derechos
político-electorales a los ciudadanos que por su calidad étnica o pertenecer a
un pueblo o comunidad indígena, en los cuales sus usos y costumbres no les
permitan dicho acceso.
En la fundamentación del dictamen, el presidente de la
Comisión de Puntos Constitucionales, diputado Julio César Moreno Rivera (PRD),
mencionó que el objetivo es eliminar toda forma de discriminación, especialmente
las de género, étnica y racial, y la de diversas formas de intolerancia, así
como garantizar la protección de los derechos humanos de los pueblos indígenas
y el respeto a la diversidad étnica y cultural.
Con esta modificación, puntualizó, se complementarán las
acciones que el Estado mexicano ha impulsado en la materia de derechos humanos
y político-electoral, contribuyendo a respetar y permitir la equidad en todos
los ámbitos de la vida nacional.
Mencionó que los usos y costumbres no deben estar por encima
de los derechos humanos; por el contrario, tienen que apegarse a los principios
fundamentales de la Constitución, “ya que si los usos y costumbres se
contraponen se estarían violentando, al igual que a los diversos tratados y
convenios internacionales suscritos por la nación”.
Julio César Moreno sostuvo que la aprobación de este
dictamen es dar un paso adelante en el fortalecimiento de los mecanismos de
protección, acceso y ejercicio pleno de los derechos político-electorales de
los pueblos indígenas, sin que ello implique la pérdida de su cultura y sus
tradiciones, las cuales constituyen un importante legado para el país.
Al iniciar los posicionamientos, el diputado Luis Antonio
González Roldán (Nueva Alianza) resaltó que este dictamen es muestra de
congruencia con ésta y otras obligaciones que tiene el país a nivel
internacional en materia de igualdad de derechos de las mujeres, pero en
particular de las indígenas, cuyas garantías son vulneradas de manera
sistemática.
“Estamos convencidos
que el respeto de los derechos políticos conduce a sociedades más informadas y
exigentes. El dictamen refuerza el texto constitucional, a fin de incorporar
una visión de respeto a los derechos políticos tanto de hombres como de mujeres
en los sistemas de usos y costumbres”, abundó.
Ricardo Cantú Garza, diputado del PT, expuso que no es
suficiente con la modificación de la ley constitucional o las secundarias, sino
que es necesario un amplio proceso de educación a los indígenas para que se
superen prácticas ancestrales discriminatorias.
Mencionó que esas mexicanas sufren una triple
discriminación: por ser mujeres, indígenas y, en muchos casos, pobres. “Esta
medida legislativa servirá para lograr igualdad en el ejercicio de los derechos
políticos entre mujeres y hombres, pero debe ir acompañada de acciones
complementarias, con una política pública federal, estatal y municipal, en
donde se destinen mayores recursos a la educación de los pueblos indígenas”,
abundó.
La diputada Aída Fabiola Valencia Ramírez (Movimiento
Ciudadano) dijo: “Han pasado 60 años desde que se reconocieron los derechos de
las mujeres para votar y ser votadas. Sin embargo, en las comunidades de donde
provenimos seguimos siendo marginadas para ser presidentas municipales,
regidoras o simplemente secretarias municipales”.
Puntualizó que se debe ser incluyente en la participación de
las comunidades en el sistema electoral. “Ni las mujeres ni los indígenas
debemos ser tratados como un problema o una bandera para alcanzar acuerdos. Hoy
se requiere de todo un diseño institucional que permita esa integración sin que
ello implique la pérdida de la cultura y tradiciones”.
Del Verde Ecologista, la diputada Ruth Zavaleta Salgado
argumentó que la igualdad para los pueblos indígenas no puede ser un discurso
sino una realidad, y aclaró que esta iniciativa surge de la experiencia “de una
compañera que tuvo que pasar por circunstancias complicadas en una comunidad
que por usos y costumbres”, no reconoció que pudiera ganar una elección.
Esta reforma, agregó, busca garantizar que más mujeres
indígenas puedan representar a sus municipios, porque solamente con la igualdad
se logrará una justicia verdadera y que haya una consolidación democrática. “Si
no integramos a los pueblos indígenas y en especial a estas mujeres, no vamos a
poder decir que esta Legislatura ha cumplido con su verdadero papel”, advirtió.
La diputada Delfina Elizabeth Guzmán Díaz (PRD) relató que
los pueblos indígenas han otorgado una identidad gracias a la cultura, costumbre
y tradición. Agregó que sus aportaciones en el arte, la ecología, la ciencia y
la política son muestras de su capacidad, creatividad, esfuerzo y fortaleza, y
esta es la oportunidad real y palpable de reconocer derechos humanos de ambos
géneros en México.
“No podemos entender una reforma político electoral sin
garantizar el acceso a ellas. Es necesaria esta reforma para que hombres y
mujeres por igual, sin importar la forma de gobierno, accedan a su derecho de
votar y ser votados o votadas. Nada ni nadie debe estar por encima de los
derechos humanos y mucho menos de la Constitución Política”, abundó.
Por el PAN, la diputada Eufrosina Cruz Mendoza expresó su
compromiso con los derechos político-electorales de las mujeres indígenas e
indicó que este dictamen busca reconocer un derecho que fue concedido hace 70
años a las mexicanas de este país y que en las comunidades indígenas todavía
sigue siendo una ilusión.
“Esta reforma es para las mujeres indígenas que venimos de
la montaña, un sueño de un futuro hacia la igualdad. Significa que nos llamen
por nuestros nombres en la asamblea de nuestras comunidades, y que nadie más
diga qué es lo que tenemos que hacer o cuántos hijos tenemos que tener”, dijo.
La diputada Rocío Adriana Abreu Artiñano (PRI) precisó que
el dictamen deriva de la necesidad de ampliar la participación política de los
indígenas en sus comunidades, regidas bajo los sistemas de usos y costumbres y
crear las condiciones para que estas agrupaciones se encuentran cabalmente representadas.
Subrayó que el dictamen busca corregir las desigualdades no
sólo por cuestiones culturales, étnicas, raciales y de lenguaje, sino también
por razón de género, pues “es por todos sabido que las mujeres en este caso
padecen una triple discriminación: por ser pobres, indígenas y por el hecho
mismo de ser mujer. De ahí que establece intensificar los esfuerzos no sólo
desde este Poder Legislativo, sino de los otros dos Poderes del Estado y tres
niveles de gobierno”.
Al hablar a favor, el diputado Ricardo Mejía Berdeja
(Movimiento Ciudadano) detalló que la autonomía de los usos y costumbres no
puede ir a contrapelo de la causa justa y legítima de la igualdad entre hombres
y mujeres. “En un sistema y en un Estado democrático de derecho no puede haber
lugares de exclusión. No debe haber territorio donde no haya igualdad”.
La diputada Gloria Bautista Cuevas (PRD) puntualizó que los
usos y costumbres de los pueblos y comunidades indígenas son absolutamente
respetables y algunos verdaderamente admirables. “Eso no los exonera de que los
mismos deben tener límites que les impone el respeto indeclinable a los
derechos humanos y garantías establecidas en la Constitución y los instrumentos
internacionales de los que México sea parte”.
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