- El compositor, pianista, cantante y poeta participará como asesor en el Encuentro Nacional De Tradición y Nuevas Rolas
- El encuentro lo organizan la Dirección General de Culturas Populares, del Conaculta, y el Instituto de Cultura de Durango y el municipio de Ciudad Lerdo
México, DF.-¿Puede la música convertirse en una herramienta
de transformación social? Hay un artista que opina que sí: Guillermo Briseño,
actual director y fundador de la escuela Del Rock a la Palabra, quien este
jueves 13 de noviembre a las 11:30 horas participará como asesor musical en el
Encuentro Nacional De tradición y Nuevas Rolas 2014.
El evento, que se realiza del 13 al 16 de noviembre en
Ciudad Lerdo, Durango, es una plataforma comunitaria y nacional dirigida a
jóvenes músicos, la cual facilita y estimula su desarrollo profesional a través
de dos ejes de acción: la formación y la difusión.
El encuentro tiene el propósito de mostrar e impulsar a los
músicos de los pueblos originarios quienes enriquecen su tradición musical con
la incorporación de géneros contemporáneos, como el rock, jazz, blues y
hip-hop, entre otros.
Cabe señalar que el encuentro lo organizan la Dirección
General de Culturas Populares, del Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes, y el Instituto de Cultura del Estado de
Durango y el municipio de Ciudad Lerdo.
En entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes, el icono del rock mexicano, reconocido por una vida entera dedicada al
rock y al blues, y uno de los mayores representantes del movimiento de canto
rupestre, conversó sobre el objetivo de su participación en este encuentro:
hacer que los jóvenes músicos “estén asociados y despierten su inteligencia
para lograr que la música cumpla con su objetivo que es reconocernos en el otro
y como mexicanos”.
Su pasión y afición por conocer todo lo relacionado al mundo
de la música lo ha llevado a adquirir todo tipo de conocimientos tanto en
música popular como en clásica, lo que lo ha hecho ser considerado por otros
intérpretes como “un músico y compositor adelantado a sus tiempos. ¿Cómo
despertar en las nuevas generaciones de músicos este gusto por ambos estilos?
– Lo importante es hacer que los jóvenes escuchen mucha y
diferente música, pero sobre todo de calidad. Yo quisiera que no se dejen
dominar por el aparato comercial que promueve cosas muy bobaliconas, ligeras,
ya que es un tiempo que se vive en el país y en el mundo donde se exige una
densidad de pensamientos de los artistas.
“La gente, en especial los jóvenes, tiene que hacer su
música, pintura, cine, teatro o poesía con los pies en la Tierra y eso no
quiere decir que no puedan fantasear o enamorarse, pero no se nos puede olvidar
que tenemos que transformar este país. No me parece que sea aceptable que los
músicos campesinos tengan que vivir en miseria o sin saber si al otro día
tendrán vida”.
Más de 50 años en el mundo de la música, durante este tiempo
ha dividido su vida, tanto como integrante de bandas importantes en la escena
musical mexicana, entre ellas Soul Force, El Antiguo Testamento y Cosa Nostra,
pero también ha sido maestro de jóvenes que luego se convirtieron en figuras
del rock nacional, entre ellos Sabo Romo o Juan Carlos Novelo, ¿Cuál ha sido la
clave de este éxito?
– Si bien uno tiene ciertos dones que la naturaleza provee y
que son importantes e indispensables para un músico, la clave es que estos
dones se deben excitar, nutrir, desarrollar y para eso uno tiene que trabajar,
preguntar. No todo el mundo puede correr 100 metros en nueve segundos, eso
mismo pasa con los artistas, hay unos que tienen una emisión de voz
naturalmente dotada para ser un buen cantante, pero otros no y por eso deben
trabajar más.
“Ahora que estoy en este encuentro me interesa compartir con
los chicos lo mejor de mí experiencia en pocos días, despertar un intercambio
de ideas con ellos, comunicar con la mayor intensidad posible las correcciones
que pudiera observar de lo que hacen y explicarles cómo mejorar o incrementar
su trabajo a través de ideas, contrastes, matices, destrezas instrumentales, la
conciencia de dónde estamos y haciendo uso de la literatura, la poesía y la
imaginación”.
Al finalizar las asesorías y charlas con los jóvenes que
participan en este encuentro, ¿Cuál es el conocimiento, experiencia o mensaje
que busca trasmitirles?
– Lo que me parece importante provocar es que los muchachos
usen la cabeza y se den cuenta que tienen el derecho de exigir un espacio para
sus ideas, opiniones, ofertas, creatividad y que deben desarrollar sus
proyectos, ya que los músicos tenemos que escuchar, leer, aprender de otros.
“En general todos los grupos que participan son
interesantes, pero me gustaría que los
que provienen de comunidades originarias se expresen, hablen y promuevan música
en su propia lengua para que no se pierda. Hay que ayudar a que viva y se conozca,
ya que cuando desaparece una lengua en el mundo esto es una tragedia para la
humanidad, porque se pierde la forma de reconocer en otras lenguas el cosmos,
lo que vivimos, la naturaleza, el afecto, la inteligencia, la filosofía y la
sabiduría”.
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