Mérida, Yucatán.- En el país unas tres millones de persona
padecen la degeneración macular, afirmó el cirujano Ermilo Sánchez Buenfil, miembro del Colegio de Oftalmólogos de Yucatán,
quien aseguró que hay un nuevo tratamiento para detener la enfermedad, que cada
dosis cuesta de 18 a 20 mil pesos y se requieren al año un promedio de ocho.
Acompañado por Ximena Mira Lorenzo, cirujana oftalmóloga y
miembro de la Sociedad Yucateca de Oftalmología, dijo que la degeneración
macular está relacionada con la edad y es la principal causa de ceguera en
personas de más de 60 años de edad.
La mácula, que está localizada en la parte posterior del
ojo, es la encargada de la visión central y permite ver con claridad, explicó.
“La mácula se debilita con la edad o sucede en jóvenes de
manera más recurrente, causando una pérdida de visión que puede progresar
rápidamente porque se forman nuevos vasos sanguíneos anormales que se rompen
causando hemorragias que pueden llevar a perder la vista”, dijeron.
Esta enfermedad es muy común, poco detectada y suele dejarse
de lado por la población y simplemente decir “veo borroso”, ya que la visión
lateral es perfecta, pero si alguien viene de frente o hay algo frontal, no es
posible verlo, es una imagen “nubosa”, por eso hay problemas al leer, manejar,
reconocer caras, ver televisión, subir y bajar escaleras, entre otras
actividades cotidianas.
“Esta enfermedad no provoca dolor y su progresión es variada
en un ojo o en ambos. Cuando la enfermedad se desarrolla con deterioro gradual,
el cerebro puede inicialmente compensar la deficiencia visual y sus síntomas
pueden no ser identificados fácilmente. Sin embargo, independientemente de qué
tan rápido progrese la enfermedad, si no es atendida, puede conducir a la pérdida
de visión permanente”, apuntaron.
Destacaron que hay dos tipos de esta enfermedad: la seca y
la húmeda.
“La seca es la forma más común y representa el 90 por ciento
de todos los casos. Hay un deterioro en la función de la mácula, asociado con
la acumulación de drusas, depósitos amarillentos en la parte posterior del ojo
que pueden variar en número y tamaño, y son considerados una parte anormal del
envejecimiento del ojo.
“Y la húmeda es considerada la etapa avanzada de la
enfermedad y ocurre cuando los vasos sanguíneos anormales detrás de la retina
comienzan a crecer debajo de la mácula. Estos nuevos vasos sanguíneos anormales
tienden a ser muy frágiles y frecuentemente gotean sangre y líquido. La sangre
y el líquido levantan la mácula de su lugar normal en el fondo del ojo
ocasionando los cambios en la visión. El daño a la mácula ocurre rápidamente,
por lo que la pérdida de la visión central puede ocurrir de manera acelerada”,
precisaron.
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