- Seis compositores mexicanos ofrecieron una experiencia diferente de escucha con el concierto Circuitio
- La iniciativa es resultado de la clase de electroacústica de Esteban Chapela, del CIEM
México, DF.- Los sonidos de la voz humana, del correr del
agua, el reloj, los trinos de los pájaros, el rugir de animales salvajes, el
tráfico, así como el bullicio citadino y otros objetos, fueron escuchados en el
concierto Circuitio, realizado la noche del 18 de junio en la Sala Murray
Schafer de la Fonoteca Nacional.
El concierto de música electroacústica para soporte fijo
multicanal estuvo integrado por obras de los jóvenes compositores Andrea
Chamizo Alberro, Juanra Urrusti, Pablo Mariña, Rodolfo Téllez Girón, Oswaldo
Torres y Luis Fernando Amaya.
Esta iniciativa, resultado de la clase de electroacústica de
Esteban Chapela, del Centro de Investigación y Estudios de la Música (CIEM),
fue una experiencia diferente para los asistentes, quienes en oscuridad
escucharon las piezas a través de un sonido octofónico (ocho bocinas) al ser
envueltos en 360 grados de percepción sonora.
La propuesta de Circuitio consistió en que el público
escuchara las obras desde la subjetiva línea divisoria de la voz humana y los
sonidos que emiten las aves, hasta la manifestación sonora del tránsito de la
conciencia al estadio de un sueño astral.
En el concierto, en el cual no hubo ejecutantes, sino sonido
y asistentes, se explicó que Circuitio es un término en latín que se usa para
describir a la circunferencia y con el evento se recordó a la ciudad de Crotona
de hace 26 siglos, tiempo en el que Pitágoras fundó una escuela dedicada al
estudio de la filosofía, las matemáticas y la música, donde los estudiantes y
el filósofo vivían aislados del mundo y dedicados al estudio.
Se explicó que cada día se reunían en un salón, se sentaban
en círculo y ofrecían al maestro hipótesis con las debidas demostraciones,
dicho salón estaba dividido por una espesa cortina que impedía el paso de la
luz, más no del sonido, de un lado de la cortina se reunían los matemáticos y
Pitágoras y del otro lado los acusmáticos, quienes escuchaban sin pronunciar palabra.
Evocando lo anterior, Circuitio fue un concierto acusmático
en donde se encontraron sólo los escuchas, y los músicos estudiosos de la
física y la matemática del sonido llevaron a los asistentes a un mundo sonoro
en el que hicieron el ejercicio de reconocer lo que escuchaban.
El concierto Circuitio, como todas las sesiones de la casa
de los sonidos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes fue grabado,
por lo que puede escucharse en la Audioteca Octavio Paz de la Fonoteca
Nacional, ubicada en Francisco Sosa 383, colonia Barrio de Santa Catarina,
Coyoacán. Entrada libre.
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