Mérida, Yucatán.- El Ayuntamiento de Mérida adquirirá un digestor orgánico que
consiste en bacterias Microcat que permitirán sanear las aguas de las antiguas
lagunas de oxidación que fueron durante dos décadas el destino final de aguas
sanitarias y de nixtamaleras, informó el subdirector municipal de Ecología y
Residuos Sólidos, Elgar Pech y Canul.
Informó que está en proceso de licitación la adquisición de
la bacteria que acelerará la biodegradación de la carga orgánica, la cual se
sedimentará y el agua restante se evaporará con el sol y también se contratará
a un laboratorio que determinará cuáles son las condiciones de las aguas.
El producto que adquirirá el Ayuntamiento consiste en 492
cajas de bacterias, digestor orgánico para drenajes, fosas sépticas y plantas
de tratamiento de aguas residuales, cada una con un contenido de 200 gramos.
Dijo que a estas lagunas de oxidación, ubicadas en el
periférico poniente, fueron descuidadas durante la anterior administración
municipal y no se les dio tratamiento alguno. Ahora, a punto de concluir la administración
de tres años de Renán Barrera recibirán de nueva cuenta la atención debida a
fin de evitar malos olores, con la consecuente molestia para los vecinos de la
zona, y la contaminación del manto freático.
Recordó que ese sitio estuvo más de 20 años en servicio —en
abril de 2013 dejó de funcionar al entrar en operación la Planta de Tratamiento
de Aguas Residuales— y fue diseñado para dar tratamiento primario a las aguas
residuales provenientes de fosas sépticas y de plantas nixtamaleras, las cuales
se depositaban en grandes celdas que abarcan aproximadamente una hectárea de
terreno.
—Son cuatro núcleos de celdas —explicó—. Tenían un diseño
primario para que las aguas, por efectos del sol, se evaporasen aunque también
había sedimentación y descomposición.
Dijo que después de anunciarse la construcción del relleno
sanitario, empezó el proceso para resolver el problema de las aguas residuales
porque no se podían filtrar al manto freático y, sin tratamiento, ocasionaría
su contaminación. Ante ello, se buscó dar un tratamiento primario a las aguas
ya que en ese entonces quizá no se diseñaban las plantas para tratamiento de
aguas residuales y sanitarias.
Precisó que el proceso consistía en tirar las aguas a las
que no se daba ningún tratamiento especial y no contaba con equipos para airear
el agua residual estancada. Posteriormente, se instalaron motores para airear
las aguas residuales, lo que permitió degradarlas lentamente para evitar malos
olores.
Agregó que también se diseñaron algunas redes que consistían
en mamparas para darle cierto movimiento al agua así como acelerar ciertas
fases para lograr la evaporación y sedimentación de los lodos.
El Ing. Pech y Canul recordó que en la administración
2007-2010 se le agregaron bacterias a las aguas residuales para acelerar el
proceso de la degradación de la materia orgánica. Sin embargo, durante la
gestión de Angélica Araujo Lara se dejó de prestarle atención a las lagunas de
oxidación que incluso llegaron a rebosar, lo cual ocasionó innumerables quejas.
Agregó que apenas empezó la actual administración, en 2012,
se comenzó a aplicar un proceso de tratamiento, con lodos sedimentados en todas
las lagunas y se realizó la limpieza total y el desalojo de los lodos.
—Luego de la temporada de lluvias de 2012 se retiraron los
lodos y limpiaron todas las celdas. Los lodos fueron llevados al relleno
sanitario —indicó—. En junio de 2013 se cerraron las lagunas de oxidación y
están proceso de clausura, lo que implica un programa de saneamiento.
No hay comentarios.
Publicar un comentario