- Pide la CODHEY tomar medidas para garantizar la reinserción social de los internos
Mérida, Yucatán.- En el Diagnóstico Nacional de Supervisión
Penitenciaria, los penales yucatecos aprobaron con 6 puntos de 10, pero
persisten deficiencias en los centros de internamiento de la entidad como falta
de separación entre procesados y sentenciados, privilegios para algunos
internos, carencia de manuales de procedimientos disciplinarios, así como de
programas de rehabilitación y desintoxicación, entre otras situaciones
detectadas en las supervisiones.
El presidente de la
Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (CODHEY), José Enrique Goff
Ailloud, informó que los resultados de la Aplicación del Diagnóstico Nacional
de Supervisión Penitenciaria revelan situaciones que no son ajenas a la
Institución y que requieren acciones inmediatas para su solución.
Detalló la calificación promedio nacional de los Ceresos fue
de 6.02, y en Yucatán los cuatro centros de internamiento alcanzaron 6.00
puntos en promedio, lo que coloca a la
entidad en el lugar 18 de 32 estados.
La calificación más
alta la obtuvo el estado de Guanajuato con 7.59 y la más baja Quintana Roo con
3.66.
Recordó que en 2013 la calificación promedio alcanzada fue
de 5.80, por lo que se percibe un ligero incremento, pero pidió no bajar la
guardia y redoblar esfuerzos.
Goff Ailloud precisó
que el Centro de Reinserción Social de Mérida obtuvo una calificación de 5.89;
el de Oriente en Valladolid, 5.83; el del Sur en Tekax, 5.31; y el de
Reinserción Social Femenil del Estado, que recién abrió sus puertas, 6.96.
A diferencia de otras entidades del país, en los Ceresos de
Yucatán se ha logrado superar la problemática de sobrepoblación y hacinamiento,
situación señalada reiteradamente por esta Institución en años anteriores, sin
embargo, se requiere una mejor distribución de los internos.
En Mérida la capacidad del centro es de 2,485 internos y la población el día de la
supervisión, que fue el pasado mes de agosto de 2014, fue de 1,921.
En el Centro de Reinserción Social del Oriente Valladolid,
la capacidad es para 156 internos y la población al día de la visita fue de
149.
En el Centro de Reinserción Social del Sur Tekax, la
capacidad es de 146 internos y la población al día de la supervisión fue
de 123.
En el nuevo Centro de
Reinserción Social Femenil del Estado, la capacidad es para 120 mujeres y al
día de la visita, habían 22.
De acuerdo con las atribuciones conferidas por los artículos
10 fracción XVIII, de la Ley de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de
Yucatán, el Centro de Supervisión Permanente a Organismos Públicos participó en
conjunto con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en la aplicación del
Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria.
Remarcó que si bien
los internos cometieron delitos y están pagando una deuda con la sociedad, la
prisión debe garantizar en todo momento su seguridad, así como condiciones de
vida digna al interior de los centros penitenciarios, a fin de que las personas
privadas de su libertad desarrollen sus capacidades y realicen actividades que
les permita una verdadera reinserción a la sociedad.
Entre las
deficiencias detectadas en los centros de reinserción de Yucatán se pueden
observar la falta de separación entre procesados y sentenciados.
Además, se carece de
suficiente personal capacitado, con un salario acorde a la actividad que
desempeña, así como insuficiente suministro de equipamiento.
También se percibe
una deficiencia de acciones para prevenir y atender incidentes, así como la
falta de protocolos en caso de que ocurran.
Otro de los problemas
detectados fue la insuficiencia de programas para la prevención de adicciones y
de desintoxicación voluntaria, que constituyen un apoyo fundamental en la
rehabilitación y en el proceso de reinserción social.
En las revisiones se
observó la existencia de ciertos
privilegios para algunos internos, ya que se les permite tener bienes
los cuales se encuentran prohibidos por reglamento, asimismo se informó que hay
reclusos que tienen y ejercen control sobre el resto de la población,
deficiencias que vulneran los derechos a recibir un trato digno, de igualdad y
legalidad.
Se reitera que es
necesario contar con manuales de procedimientos para el ingreso, traslado de
internos, uso de la fuerza, solicitud de audiencias con autoridades,
presentación de quejas, ingreso de visitantes, revisión de estancias y
funcionamiento del Consejo Técnico Interdisciplinario, con el fin de regular las actividades diarias
y establecer criterios y lineamientos que garanticen la legalidad de las
medidas disciplinarias.
Otro tema es el
derecho a la salud, el cual se ve vulnerado en diversos centros, ya que se
observan deficiencias en los servicios médicos, particularmente insuficiencia
de medicamentos, de material de curación e instrumental, así como de personal
para atender a los internos, situación que tratándose de mujeres es
significativa ya que no cuentan con un área específica para ellas, motivo por
el cual en los casos de centros mixtos
tienen que acudir al consultorio en el área varonil.
Se encontraron
deficiencias en la atención médica a las personas con discapacidad física y
mental, así como en servicios para mantener la salud de los internos, equipo
médico, personal para atención e instrumental médico y unidad odontológica.
Además se encontró
que no en todos los centros se contempla la alimentación de los hijos de
internas que nacen y viven en el Centro -la
edad establecida como máxima para que niño permanezca con su madre es de
18 meses-.
No en todos los casos
se prevé la existencia de registros sobre probables violaciones a Derechos
Humanos, así como de un procedimiento para su atención o remisión de quejas por
parte de los internos ante la instancia competente.
No existe acceso a
números gratuitos desde teléfonos públicos, lo que dificulta mecanismos
efectivos para la prevención de prácticas que vulneren la integridad y la
dignidad de los internos.
Es importante
mencionar la necesidad ineludible de contar con personal suficiente que
garantice la seguridad de las instituciones, así como la vida digna en prisión.
Ante este panorama, hizo
un llamado a las autoridades penitenciarias para atender la situación de los
centros de reclusión en Yucatán, a fin de lograr el objetivo de la reinserción
en beneficio de la sociedad en general.
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