Cuba: Dos Reinas eligen la tradición y la artesanía

Actualmente Dos Reinas comercializa sus productos en las tiendas Home Deli, en los municipios capitalinos de Playa y el Cerro, y Panpana. Foto: Cortesía de la entrevistada

• "Nuestro turrón se basa en ese principio, pero también, sin perder la textura y durabilidad, experimenta con diferentes sabores", explica.

De la redacción
(semlaccu@enet.cu)

La Habana, diciembre, (SEMlac). - Para Gilma López no hay mayor placer que construir con sus manos algo que las personas puedan disfrutar. Para ella, todo lo que se hace de esa manera tiene una magia singular, porque se crea con mucho amor; de ahí que a la hora de pensar en un negocio, lo artesanal surgiera de inmediato entre sus ideas.

"Lo artesanal es algo maravilloso, porque es como llevar lo que tienes dentro de tu corazón, a través de tus manos, a otra persona, y eso es muy gratificante" confiesa a SEMlac.

"Dos Reinas", emprendimiento de turrón artesanal, tiene ese sello, comenta, y también el de apostar por la tradición más cubana. "Es un proyecto que está bebecito, surgió este año", relata sobre su nacimiento.

En enero se empezó a cocinar la idea, cuando una amiga sugirió hacer juntas algo nuevo y diferente. Entonces tuvo la idea de elaborar turrones de coco, porque era algo que no estaba sobrevendido en el mercado, además de que a las personas les gusta mucho.

"El de coco es un dulce tradicional y también queríamos rescatar eso", apunta. "Nuestro turrón se basa en ese principio, pero también, sin perder la textura y durabilidad, experimenta con diferentes sabores", explica.

El concepto ya estaba maduro y, aunque la amiga de Gilma no siguió con el emprendimiento, ella continuó adelante y decidió enamorar a su madre, repostera con muchos años de experiencia y quien podría aportarle conocimientos valiosos. Empezaron a hacer los moldes en la casa, compraron lo necesario, las cucharas de madera, los utensilios y…echaron manos a la obra.

Junto a su mamá, Gilma López impulsa un emprendimiento para la elaboración y comercialización de turrones artesanales de coco. Foto: Cortesía de la entrevistada

El nombre Dos Reinas llegó como algo natural, recuerda esta joven residente en el municipio capitalino de Marianao. "Somos las reinas de la casa y mi mamá para mí es mi reina", comenta divertida. Entonces, mientras buscaban un apelativo, Bety Espinosa (Bele), una amiga que las ayudaba con el diseño, tuvo la idea. La propuesta del logotipo y de la visualidad del producto. Sin embargo, fueron una creación de López, licenciada en comunicación social.

"Cuando lo teníamos todo, comenzamos. El producto lo lanzamos por primera vez el 9 de febrero de 2022 en el proyecto de desarrollo local Oasis Nelva, que nos abrió las puertas y aceptó para una feria de emprendedoras, donde lo lanzaron como si fuera un producto de la tienda. A partir de ese momento se quedó de esa manera", rememora.

Iniciaron poco a poco, con muchas fuerzas y deseos. Quizá por ello, desde la primera vez, sus turrones gozaron de muy buena aceptación, lo que las impulsó a seguir adelante, pese a los obstáculos.

La materia prima es lo que más las frena, pues cuando no falta el coco, los precios del azúcar escalan a niveles casi imposibles de alcanzar, precisa la emprendedora.

A ello se suma la necesidad de otros renglones, pues del turrón de coco natural que lanzaron al comienzo de su negocio, han llegado actualmente a elaborar otras combinaciones, como el turrón de pasas, jengibre, coco al cacao y coco con piña.

López coloca en la accesibilidad a los recursos uno de los principales escollos para iniciar un negocio, en medio de un escenario económico en crisis, acentuado por la pandemia de la covid-19 y la inflación.

"Vamos sacando nuevas combinaciones y eso demanda más materia prima. Este es, en realidad, el único obstáculo que hemos encontrado, porque en nuestro camino hemos tenido muchísimas oportunidades", afirma.

Actualmente "Dos Reinas" comercializa sus productos en las tiendas Home Deli (en los municipios capitalinos de Playa y el Cerro) y Panpana. Tiene su página en Instagram, pero la falta de materia prima, particularmente el azúcar, le impiden atender solicitudes de clientes por esa vía.

"Me gustaría expandirme, poder llegar y seguir con los clientes directos, pero económicamente hablando me resultan mejor las tiendas, aunque venda más barato por el descuento de cantidades, pero es algo seguro cada semana", explica.

Al hablar de su experiencia como emprendedora, Gilma insiste en que "las mujeres tenemos ideas y una fuerza increíble".

"Lo que se nos hace un poco difícil es que tenemos que llevar el trabajo, el emprendimiento, la casa, los hijos, todo sobre nuestros hombros, si bien sacamos fuerzas para poder salir adelante", dijo.

Alianzas y espacios digitales, más que alternativas

La experiencia de Gilma en este tiempo la convence de que las alianzas con otros proyectos y el uso de los espacios digitales, más que una alternativa son esenciales para el logro de sus objetivos.

"Conocimos todo este movimiento de personas emprendedoras, que son fantásticas, con todos estos bazares que se crean y son un puente maravilloso para llegar al público, donde se lanzan productos y hay muy buenas vibras. Eso te ayuda mucho a crecer, abrirse y encontrar, incluso, nuevas aristas para tu propio negocio", opina.

"En este mundo de creatividad, la mayoría somos mujeres y nos ayudamos unas a las otras; por tanto, siendo mujer encontré un camino fantástico y muchas puertas abiertas", agregó.

A ello añade que las redes sociales son otro componente importante, pues gracias a estas ha podido darse a conocer. Siempre estuvo en la filosofía del proyecto, sabía que las redes en este momento son un gran aliado para promover mi propuesta, acota.

Su historia personal le confirma, además, la necesidad de contar con espacios de aprendizajes para emprendedores. "Nos ayudan a conocer sobre cómo emprender en este nuevo tipo de vida, de comercio, y resulta muy valioso poder recibir información sobre economía y manejo de las redes sociales, porque muchas personas no las dominan ni calculan lo importante que son para desarrollar su negocio. Además de ser espacios para conocerse, mientras se aprende", considera.

En tanto, López aplica todos los conocimientos adquiridos en casi un año de esfuerzos y no ceja en su empeño por desarrollar su proyecto, mientras espera algún día "hacerlo en grande".

"Quisiera tener mi turronera, tener un espacio donde puedas llegar, tomarte un café y comer un pedazo de turrón, y luego llevar turrones a casa", dice esperanzada y, rápidamente, comienza a soñar con el momento en que llegue la Navidad y las personas encuentren en ese rincón propio, una opción para regalar o compartir.

"Esa es mi mayor aspiración: tener mi lugar donde pueda desarrollar mi idea sin límites y echar a volar mi imaginación. Tener todo lo que el cliente busque y desee, porque lo hacemos con mucho amor".