Ya no estamos dispuesto a vivir arrodillados ante el miedo: Chelita Magadán

⁠Mérida, Yucatán.- Al respaldar la iniciativa presidencial contra la extorsión, la bancada de morena en el Congreso local, a través de la diputada María Esther Magadán Alonso, denunció los casos registrados en la entidad y sentenció: “Ya no más intimidaciones disfrazadas de “cuotas”.

---“Ya no más amenazas que buscan doblar la voluntad de un pueblo que siempre se ha mantenido de pie”, dijo la progreseña, quien afirmó que los casos registrados en Yucatán duelen: “personas de la tercera edad que han caído en engaños, mujeres a quienes les generan terror psicológico, familias que han tenido que dejar de contestar números desconocidos por temor. Porque aún en un estado tranquilo, la extorsión intenta abrirse paso aprovechándose de la vulnerabilidad ajena”.

 Aseguró que “los delincuentes apuestan por el miedo, mientras ellos buscan controlar, la gente exige justicia y seguridad”.

Discurso Dip. María Esther Magadán Alonzo 11/12/2025

---“Hoy subo a esta tribuna para fijar mi posicionamiento a favor de la iniciativa presentada por la presidencia de la república, bajo el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum y recientemente por nuestra bancada aquí en el congreso del estado, una Estrategia Nacional que aborda con firmeza y responsabilidad uno de los delitos que más lastiman a nuestras comunidades: la extorsión.

La extorsión es una de las realidades más dolorosas que hoy enfrenta México. Es un delito que no solo roba dinero: roba tranquilidad, rompe familias, mete miedo en los hogares y obliga a muchas personas a vivir con un temor que nadie merece sentir.

Durante años ha golpeado a comunidades enteras, no solo afecta la economía; hiere la confianza, desgasta la esperanza y rompe la tranquilidad cotidiana. Por eso, para muchas personas, fortalecer el marco legal contra la extorsión representa mucho más que una reforma jurídica: simboliza la posibilidad de recuperar espacios, reconstruir la paz y proteger la dignidad de quienes han sido vulnerados.

Una legislación más clara y efectiva puede brindar herramientas para actuar con mayor firmeza frente a quienes se aprovechan de la vulnerabilidad ajena, además de ofrecer vías más seguras para que las víctimas denuncien sin temor.

La lucha contra la extorsión no se trata solo de sancionar, sino de devolver a la gente la seguridad que nunca debió perder.

En todo el país conocemos historias de gente que ha tenido que cerrar su negocio por las llamadas “cuotas”, comerciantes que perdieron su patrimonio, familias que viven con miedo porque alguien las amenazó por teléfono, por mensaje o incluso de manera directa. Los delincuentes apuestan por el miedo; buscan controlar y someter. Pero la gente exige justicia y seguridad.

Yucatán es un estado seguro, sí, y todos estamos orgullosos de eso. Pero también aquí hay casos, y esos casos duelen: personas de la tercera edad que han caído en engaños, mujeres a quienes les generan terror psicológico, familias que han tenido que dejar de contestar números desconocidos por temor. Porque aun en un estado tranquilo, la extorsión intenta abrirse paso aprovechándose de la vulnerabilidad ajena.

Por eso hoy hablamos de la gente. De las historias reales. De lo que viven nuestros vecinos y nuestras familias.

Ya no más intimidaciones disfrazadas de “cuotas”; ya no más amenazas que buscan doblar la voluntad de un pueblo que siempre se ha mantenido de pie. Cada medida que protege a la ciudadanía es una puerta que se les cierra a los que creen que pueden seguir manipulando vidas enteras desde las sombras.

Los delincuentes apuestan por el miedo, mientras ellos buscan controlar, la gente exige justicia y seguridad

Que lo escuchen quienes han lastimado ya no estamos dispuesto a vivir arrodillados ante el miedo. Detener a quienes cometen este delito es una forma directa de proteger el sustento de miles de familias trabajadoras que, todos los días, con esfuerzo y honestidad, levantan negocios, cultivan la tierra, transportan mercancías o prestan servicios”.

Esta reforma viene acompañada de acciones concretas:

– La capacitación obligatoria para el personal que atiende emergencias.

– La existencia de un número especial donde la ciudadanía podrá pedir apoyo inmediato.

– La sensibilización a trabajadores de tiendas, bancos y centros de conveniencia para que identifiquen cuando una persona está siendo obligada a realizar depósitos o transferencias.

– La coordinación entre instituciones para que ningún ciudadano se sienta solo ante una amenaza.

Porque no basta con castigar; hay que prevenir, hay que acompañar, hay que proteger.

La extorsión lastima, pero la unión de la gente y la fuerza de las instituciones pueden más. Con esta iniciativa seguimos dando pasos firmes para que Yucatán siga siendo un lugar seguro, pero también más justo, más humano y más valiente.

Es cuánto”,