En compañía de representantes de la comunidad libanesa, el
Alcalde Renán Barrera develó la placa, instalada en el cruce con Circuito
Colonias, que da nuevo nombre a la avenida.
Acompañaron al Concejal el C.P. Roberto Abraham Mafud,
cónsul honorario del Líbano en Yucatán; Lic. Habib Becil Dájer, presidente del
Club Libanés de Mérida; Gral Bernardo Vázquez Ramírez, subsecretario de la
Policía Estatal de Caminos; los regidores Elías Lixa Abimerhi y Jorge Dogre
Oramas, y la reina del Club Libanes, Mariana Caballero Manzur.
En ese sitio, el Lic. Elías Dájer Fadel leyó una oda
dedicada al emigrante libanés.
Posteriormente, durante un convivio en el Club Libanés,
Renán Barrera manifestó que la designación de la Avenida Líbano se hizo en
reconocimiento a la labor, a la aportación y al enriquecimiento que ha tenido
la ciudad con la participación libanesa durante muchos años.
Explicó que con esta medida se honra a los yucatecos de
ascendencia libanesa. Agregó que en esa zona están también la iglesia de
Nuestra Señora del Líbano y el Club Libanés.
—Estos espacios, en su conjunto, son representativos de la
comunidad libanesa y forman parte de la historia contemporánea de la ciudad
–expresó—. Para esta administración, ha sido prioridad retomar las políticas
que permitan estrechar relaciones con distintas comunidades, y más aún con las
que ya están en la ciudad y participan de manera importante en dinamizar el
desarrollo económico, político y social del sureste del país.
—Líbano no es un país grande en territorio pero su grandeza
está en su gente –continuó—. Está en la grandeza de un país que ha sido
habitado por muchos pueblos y muchas culturas pero que también los libaneses
han sido valientes emigrantes en muchos países donde su trabajo y su tesón han
sido clave para alcanzar grandes éxitos, para bien de ellos y de los países en
los que se han establecido.
Indicó que la comunidad libanesa ha sido parte fundamental
del desarrollo de la ciudad, creando empresas, comercios, fuentes de empleo y
acciones altruistas.
Señaló que los descendientes de libaneses son prominentes
yucatecos que con su trabajo y participación en la vida social, cultural,
empresarial, deportiva, intelectual y política, tienen gran presencia y son
parte trascendental para el desarrollo y crecimiento de Mérida.
—Donde hay un libanés, hay una persona buena, con calidez
humana, sensible a los acontecimientos sociales de sus ciudades pero también
del mundo entero –subrayó.
Becil Dájer expresó que no puede imaginarse a los pioneros
libaneses considerando siquiera la posibilidad de ver en alguna calle de la
nación que les abría las puertas, un letrero con el nombre de su país.
Destacó también las aportaciones de sus ancestros a la
cultura y gastronomía yucateca.
—El regalo que la ciudad de Mérida da a la comunidad
yucateca de ascendencia libanesa, es recibida y celebrada por esta generación
con un enorme orgullo, pero con un mayor compromiso por mantener vigente las
motivaciones de esta honrosa distinción y seguir trabajando para nunca
defraudar a nuestra ciudad, al estado y al país –manifestó.
A su vez, Abraham Mafud agradeció este homenaje que se
recibe en honor de sus ancestros.
También destacó la aportación que Líbano ha dado a todo el
mundo occidental y agregó que están fusionados con la cultura de Yucatán y de
México.
— Somos orgullosamente yucatecos y reconocemos nuestra
ascendencia libanesa –recalcó—. Actualmente somos casi 10,000 ciudadanos
yucatecos de origen libanés.
Entre los asistentes al convivio se encontraban Linda
Canavati de Becil; Pbro. Jorge Laviada Molina, rector de la iglesia de Nuestra
Señora del Libano; Mario Martínez Laviada, Oficial Mayor del Ayuntamiento, y
Janette Becil Dájer, del Comité de Damas del Club Libanés.
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