- Debatir sobre los derechos de los animales, produce una comunidad más segura y justa, asegura especialista internacional en derecho animal
Mérida, Yucatán.- Hablar de los derechos de los animales, es
hablar de justicia, lo cual produce mejoras no sólo para ellos, sino para la
comunidad que va a ser más segura y más justa, pues la protección a los
animales ya es una cuestión social y por lo tanto una cuestión legal, expresó
la Especialista en Derecho Ambiental y Asesora legal de la Fundación a favor
del derechos animal “Franz Weber”, abogada Anna Mulá.
La experta internacional dictó una conferencia en el auditorio
del Poder Judicial del estado de Yucatán y en encabezó el taller “Tratamiento
jurídico de los animales y fundamentos para su regularización, con especial
énfasis en el delito contra los animales domésticos”, dirigido a personal del
propio Poder Judicial y de otros organismos, entre ellos la Comisión de los
Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey), asociaciones de protección
animal y Universidades.
Resaltó que los delitos que se dan en contra de animales,
específicamente animales domésticos, ya están tipificados en nuestro código
penal, por lo que tenemos que actualizarnos no solamente para conocerlo, sino
también para conocer la esencia de lo que es el bien jurídico.
En la “Conferencia Dinámica Social de los derechos de los
animales: el derecho animal”, Mulá dejó sentado que los animales son seres
sintientes y que tienen necesidades básicas. “El criterio de igualdad con los
animales, dijo, es la capacidad de sentir”.
Mencionó que desde 1975 se habló de la inmensa explotación
animal, sobre todo en la industria moderna.
Señaló que el derecho ha regulado la relación entre los
seres humanos y los animales, pero se ha basado siempre en el concepto de
dominación del hombre hacia los animales, entonces desde el punto de vista
legal los animales han sido vistos como cosas.
Recordó que fue Inglaterra el primer país, en 1822, en
contar con la primera ley de protección animal, como Argentina lo fue en 1981
en América latina.
La especialista y asesora de la fundación de protección
animal “Franz Weeber”, expuso que desde hace 25 años existe un debate que va a
la alza “para hacer más respetuosa nuestra relación con los animales”.
Sin embargo, indicó que aun hay muchos prejuicios y las
leyes no se dictan pensando en el animal sino en la utilidad que les damos.
“Los derechos de los animales no se regulan hasta que no es necesaria una
tutela especial, por ejemplo, el derecho de dormir que para nosotros no está en
riesgo”.
Mulá señaló que el reconocimiento o no de los derechos de
los animales depende en gran parte de que la sociedad acepte o no la existencia
de estos derechos.
Agregó que la sociedad tiene que impulsar leyes de
protección de los animales y hacer que se cumplan.
La atención que el derecho ofrece a los animales tiene
envergadura mundial y aclaró que los derechos que se piden para los animales
son los que necesitan en función de su naturaleza. Habló de los derechos
universales de los animales.
Dijo que a nivel internacional existe una declaración
universal sobre bio ética y hay un estatuto jurídico del animal, mientras que
el Consejo de Europa ha dictado convenios vinculantes sobre la protección de
los derechos de los animales.
Recordó que existen fallos jurisprudenciales recientes que
se han dado en Colombia y Costa Rica sobre el deber constitucional de
protección de los animales. Cambios constitucionales que reconoce como un deber
la protección de los animales y que se equipara a otros derechos y a otras
garantías son una realidad en Alemania, Austria, Suiza y Luxemburgo.
Por su lado en el Código civil de algunos países ya se
establecen estos derechos y han habido fallos jurisprudenciales sobre los daños
morales y emocionales que genera las lesiones o la muerte de un animal.
Hizo un reconocimiento al hecho de que en Yucatán ya existe
y está tipificado el delito contra animal doméstico, lo cual es muy relevante,
“pero lo más importante es que se aplique”, opinó.
Una sociedad posmoderna ha de incluir la denuncia de los
sectores menos favorecidos y ha de hacer todo lo posible para que estas leyes
se apliquen. No se ha asumido el peligro que implica el maltrato animal, hay
muchos estudios que relacionan el maltrato animal con la peligrosidad del
sujeto, indicó.
Mulá resaltó que son necesarias estructuras administrativas
para aplicar las leyes. En Barcelona, por ejemplo, de donde ella es originaria,
existe desde 2009 una oficina de la protección de los animales y un consejo
municipal de convivencia, defensa y protección de los animales.
Dijo que el nivel de violencia a los animales es muy
elevado, pero en países donde hay campañas es menor.
“El maltrato animal siempre se debe denunciar, aquí ya hay
la posibilidad para denunciar el delito”, continuó.
Expresó que es necesaria una política de control e
inspección más rigurosa.
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