- Inauguran exposición ¡Que viva la construcción del salterio! en el Centro de las Artes, abierta hasta el 29 de septiembre
México, DF.- Una caja de resonancia y una cuerda tensa,
generadora de vibraciones, ha sido la base primordial de una gran diversidad de
instrumentos de todas las épocas y culturas a lo largo de la historia de la
humanidad, tal como se ve en la exposición ¡Que viva la construcción del
salterio!, inaugurada el pasado 21 de septiembre en la Galería del
Confesionario del Centro de las Artes, en Querétaro, en el marco del Sexto
Encuentro Internacional de Salterio, el cual cuenta con apoyo del Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Queretano de la Cultura y
las Artes.
La muestra fue organizada por la laudera Gabriela Pérez
Carpinteyro, quien considera que la magia de la construcción de un instrumento
musical está en la técnica y el oficio de transformar un material y combinarlo
con otros, logrando que éstos puedan emitir las vibraciones que, tanto
compositores como ejecutantes, convierten en historias musicales.
Esta exposición está
conformada mayormente con instrumentos de la colección privada del Dueto
Dulcemelos, cuenta con algunos salterios del mundo, salterios mexicanos
históricos y de constructores modernos, hasta llegar al instrumento de
concierto. También se exponen instrumentos en proceso de construcción para
lograr el acercamiento del público con el oficio de la laudería.
Egresada de la
Escuela de Laudería del Instituto Nacional de Bellas Artes, Pérez Carpinteyro
ha perfeccionado sus conocimientos en los talleres de Nahum Landa y Antonio
Amezcua, en Veracruz; ha sido asistente-aprendiz en el taller de Dimitri
Badiarov, en Querétaro; de Isabelle Wilbaux, en Montreal, Canadá, y de Nicholas
Blanton, en West Virginia, Estados Unidos. La experiencia adquirida le permite
afirmar que el laudero tiene una gran responsabilidad con el universo, ya que
es el encargado de la transformación del árbol en un instrumento musical.
“De igual manera —destaca— la ciencia ha sido una gran
transformadora del conocimiento que requiere la construcción de instrumentos
musicales, introduciendo nuevos materiales y teorías para el entendimiento
mecánico y acústico”, agregó Pérez Carpinteyro.
Al hablar de su interés por el salterio, dijo que su
educación musical se inició siendo estudiante de la Escuela Secundaria General
no. 1, al formar parte de la Orquesta Típica Constitución de 1917, al tocar la
guitarra y el violín. “El primer acercamiento que tuve con el salterio fue al
preguntarme ¿qué es?
En mi desarrollo estudié la licenciatura en laudería y
siempre tuve la intención de construir este instrumento, pero era un poco
complicado sin un guía, porque me enseñaron a construir violines, pero cada
instrumento tiene distintas mecánicas de funcionamiento. Alguna vez hice un
intento de salterio que no funcionó muy bien y fue a partir de platicar con los
maestros Alejandra Barrientos y Héctor Larios, así como la oportunidad de
conocer a Nick Blanton en el Tercer Festival de Salterio, cuando me propuse
aprender lo necesario para la construcción de este instrumento y realmente la
iniciativa es aportar algo a la educación infantil, porque nos hemos dedicado
en el taller al salterio infantil”.
En la cédula introductoria de la exposición, Gabriela Pérez
señala que el salterio llega a Europa desde Oriente; los europeos lo introducen
a nuestro continente, donde México lo adopta y lo hace propio, convirtiéndose
en representante entrañable de la cultura popular y desde entonces su
construcción tradicional se ha preservado, al grado que ha ganado su
denominación como salterio mexicano, diferenciándolo del camino evolutivo que
ha tomado en otros países.
En este sentido, la
promotora de este instrumento afirma que el cimbalom, hackbrett, hammer
dulcimer, yang quin, santur, y dulcimer, por mencionar algunos, guardan
relación con el salterio.
Durante los últimos 20 años el movimiento iniciado por el
Dueto Dulcemelos ha fomentado la reivindicación del salterio como instrumento
de concierto, para lo cual han contado con la colaboración de importantes
compositores, quienes han aportado obras originales. Pero también buscando el
desarrollo estético, mecánico y acústico, mediante el trabajo conjunto con
lauderos destacados.
La exposición ¡Que viva la construcción del salterio! estará
abierta al público hasta el 29 de septiembre en la Galería del Confesionario
del Centro de las Artes en Santa Rosa de Viterbo, ubicado en calle Arteaga
esquina Ezequiel Montes, Centro Histórico, en Querétaro.
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