Evita llorar sobre la leche derramada

Siendo gobernadora de Yucatán Dulce María Sauri nos compartió una anécdota: una señora de condición humilde pidió audiencia de manera urgente. Era tal la súplica y la urgencia que, intrigada, la hizo pasar.
Apuntes para reflexionar III | Siendo gobernadora de Yucatán Dulce María Sauri nos compartió una anécdota: una señora de condición humilde pidió audiencia de manera urgente. Era tal la súplica y la urgencia que, intrigada, la hizo pasar.

--“Por favor ayúdeme, suplicó la dama. Sólo usted me puede ayudar, reafirmó. ¿Qué pasa?, cuestionó la entonces gobernadora. Necesito comprar una tela para hacer de inmediato un pantalón porque cuando estaba planchando lo quemé y temo que mi marido se entere y con ello las consecuencias.

La violencia intrafamiliar, que muchas veces no sólo termina en violentos golpes sino hasta en la muerte (feminicidio), tiene muchas aristas. Algunas veces es porque no sirvió la cena, estaba fría, muy caliente o no. Otras porque él llegó borracho y quería sexo. Huyen, se van de la casa, las buscan, las encuentran y… paliza para que aprendan. Amén si su pareja o marido es celoso, casi siempre el resultado es trágico. Basta con revisar la sección policiaca de los periódicos.

¿Cómo darse a respetar, en estos casos? Además ellas acuden a denunciar por esos golpes, esos moretones que tardan varios días en sanar. Les piden pruebas. No procede. Las cosas se agravan, las hijas resultan violadas por el padrastro o por el propio padre. ¿Cómo darse a respetar, en estos casos?

Eso es lo que sucede entre cuatro paredes. La otra historia es cuando salen a la calle. Si traen pantalón “Qué nalgas”; si traen falda, “qué piernas”; si traen blusa, “Qué chichis” y todas las leperadas que tienen que soportar cuando caminan por las aceras, cuando viajan en el microbús, en la combi, en el metro y hasta llegar al centro laboral donde sufren de abusos de sus superiores. Cuando llega la agresión entonces la expresión coloquial “es que vestía muy provocativa”, “es que traía unas minifaldas” y hasta el “ella lo provocó”. ¿Cómo darse a respetar, en estos casos?

Otras viven el infierno. Salen a cenar, a tomar una copa como millones de hombres lo hacen cotidianamente o simplemente a reunirse por un  café con las amigas. Nunca regresan a casa, unas son capturadas por las redes de trata, prostituidas, vejadas; otras son violadas y abandonadas en basureros, en calles oscuras, barrancos o sepultadas en alguna fosa clandestina.

No necesitas ser feminista, conservador, de la izquierda, rojillo, panista, priista, morenista o de cualquier ideología o religión para que nos demos cuenta que esta sociedad está podrida y que una parte de ella está clamando de dolor.

Por eso me entristecen las expresiones de personas del sexo masculino que descalifican el movimiento de millones de mujeres mexicanas, y del mundo porque la violencia lacera de manera global, que buscan visibilizar la brutalidad de género que sufren cotidianamente.

Me entristece que en lugar de ser empáticos con el dolor de miles de familias que han perdido a una hija, a una hermana, a una madre, a una tía, a una madrina, a una suegra o a una abuelita se diga que las mujeres, y los hombres que las apoyan, pierden el tiempo porque usan caminos equivocados para darse a respetar y valorar.

¿En verdad crees que ellas deben aprender a darse a respetar? Porque así como he descrito las historias que ellas viven muchos niños sufren abusos, hasta en instituciones menos imaginadas; en el seno de las iglesias.

Por eso me entristece que haya personas del sexo masculino y algunas del género femenino, que en lugar de respaldar una genuina demanda caigan en el fanatismo a ultranza y crean que el movimiento es contra un gobierno, como el mismo sistema en el poder pregona.

Recuerda: no es contra tu gobierno. Gobiernos van y gobiernos vienen, pero tu familia siempre será tu familia y debes defenderla a cualquier costa. Evita que el día de mañana tu nombre y apellido aparezcan en la nota policiaca por no defender a tiempo lo más sagrado en tu núcleo familiar: la mujer.

Evita llorar sobre la leche derramada.

Viernes 6 de marzo de 2020

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