Abren centros de acopio en Mérida, Cancún y Chetumal para apoyar a Dzilam González

  • Cultivos, plantíos, granjas, ranchos y casas se encuentran con pérdidas totales tras la devastadora inundación ocasionada por Cristobal.
  • Piden la donación de alimentos no perecederos, artículos de higiene personal, insumos de limpieza y artículos para bebé 
Dzilam González.- Tras la devastadora inundación ocasionada por Cristobal, que persiste después de varios días, en cultivos, plantíos, granjas, ranchos y casas, el ayuntamiento abrió varios centros de acopio en Mérida, Cancún y Chetumal para recibir los donativos de la población en beneficio de los damnificados.

El alcalde Christian Carrillo Baeza pidió la generosidad de los ciudadanos para donar alimentos no perecederos, artículos de higiene personal, insumos de limpieza y artículos para bebé.

--“Aún estamos viviendo el triste panorama que nos dejó a su paso la Depresión Tropical “Cristóbal”. La situación no es fácil para la comunidad; por ello, en el Ayuntamiento estamos trabajando arduamente para apoyar a todos los que nos necesitan, gracias a los que están aportando su granito de arena para ayudar a las familias dzilameñas”, agradeció.

Dijo que los interesados pueden acudir a los centros de acopio o directamente en el DIF Municipal siguiendo los protocolos de prevención contra el Coronavirus COVID-19, como son la sana distancia, uso de cubrebocas y gel antibacterial al visitar el municipio.

Los centros de acopio 

En Mérida:
Calle 89 No.682 A 78 y 78 B, Frac. La Herradura 4 Caucel.
Cel: 9994932955.

Calle 59 No. 849 x 4 y 16 Frac. Del Parque.
Cel: 9993514915.

Calle 51 B No. 824 X 100 y 101, Frac. Las Americas (Esquina 100-1, frente al parque)
Cel: 9992780329 y 9992717980.

Calle 41, Juan Pablo II, entre 20 A y 20,
Papelería Tania, 9999051138.

En Cancún:
Fraccionamiento Las Lajas 2
Región 211 Mz 12 lote 12 
Las lajas 2 entre Tunich y Zactunich
Cel : 9981008113.

En Chetumal:
Av del Magisterio #527
Esquina Valle Hermoso
Cel. 9838359557

En Dzilam González
DIF Municipal Calle 22 entre 17 y 19 a un costado de la Iglesia.
Cel: 9911162456

Empresas afiliadas a la Concanaco proveerán al gobierno federal de materiales de construcción para acciones de vivienda

  • Firma convenio con Comisión Nacional de Vivienda, que permitirá participar a más de 10 mil empresas afiliadas del país 
  • Impulsarán la cadena de suministro, generará empleos y mejorarán los niveles de bienestar de las poblaciones más vulnerables
Ciudad de México.- Más de 10 mil empresarios afiliados a las Cámaras de Comercio del país, con representación en 906 poblaciones, serán proveedores de materiales de construcción de las acciones de vivienda que desarrollará el gobierno federal. 

A partir de este mes y como parte del programa de activación económica del gobierno federal, se realizarán acciones de vivienda subsidiadas a través de la Conavi, con el objetivo de impulsar la cadena de suministro y la generación de empleos, para mejorar los niveles de bienestar de las poblaciones más vulnerables.

Para ello, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo y la Comisión Nacional de Vivienda firmaron un convenio de colaboración que permitirá a las empresas afiliadas a las Cámaras de Comercio de todas las poblaciones del país proveer de los insumos para la construcción de sus viviendas a los beneficiarios de los programas.

La directora de la Conavi, Edna Elena Vega Rangel, detalló que para este 2020 se tiene como meta realizar 165 mil acciones de vivienda para atender a los sectores más vulnerables, cuya derrama ascenderá a 13 mil millones de pesos y generará 893 mil empleos directos y 730 mil indirectos.

Al respecto, el presidente de la Concanaco, José Manuel López Campos, destacó que por medio de este acuerdo los ciudadanos tendrán la oportunidad de adquirir todo lo que necesiten para la construcción de sus casas a precios justos, de la mejor calidad, sin intermediarios y con garantía, ya que comprarán en negocios formalmente establecidos, que cumplirán con la entrega de los productos en los tiempos acordados. 

Indicó que la Concanaco realizará un monitoreo constante de los precios de sus empresas afiliadas, a fin de evitar que se eleven los costos de los productos, a quienes los adquieran a través de los programas de Conavi, y así procurar que sus recursos les rindan más y se aprovechen mejor.

Por medio de este convenio de colaboración, subrayó, se incluirá la participación de pequeños y medianos comercios como tiendas de materiales de construcción y eléctricos, de plomería, pisos, baños, acabados y accesorios; así como carpinterías, ferreterías, proveedores de aluminio y vidrio, entre otras.

“México se encuentra en un proceso de reactivación de sus sectores productivos, de empezar a vivir una nueva realidad, luego de más de dos meses de confinamiento a consecuencia del Covid-19, inicia la reactivación económica con la reapertura de negocios y empresas que tuvieron que detener sus operaciones durante la contingencia sanitaria”, anotó.

Consideró que, en el camino de la recuperación del país, la sinergia entre sectores es un factor importante para trazar acciones que permitan dinamizar la economía, y los empleos, para fortalecer el consumo interno y generar ingresos a las familias que permitan mejorar sus condiciones de bienestar.

Como parte del acuerdo, precisó, la Concanaco se compromete a promover en las Cámaras de Comercio las reglas de operación del programa de Conavi, con la finalidad de abrir la oportunidad a que más empresas sean proveedoras y que los posibles beneficiarios conozcan cómo puedan acceder a una acción de vivienda de las que promueve el gobierno federal.

El dirigente empresarial reconoció que el sector de la vivienda es uno de los más dinámicos del país e incluyente, que genera empleo y derrama económica en todas las poblaciones, al igual que brinda bienestar a las familias con una casa digna.

Con esta visión, acentuó, los empresarios tenemos que asumir nuestra responsabilidad con la sociedad, para un México más justo y con igualdad de oportunidades.

Resaltó la importancia de sumar esfuerzos para que juntos, gobierno y empresarios, busquemos soluciones para atender de manera integral los problemas que en materia de vivienda se enfrentan en el país.

El sueño de autoabastecerse de energía con fuentes renovables, camino de convertirse en realidad en Hawai

Ginebra.- Hawai persigue el objetivo de generar el 100% de su electricidad a través de fuentes renovables para el año 2045. Si logra conseguirlo, demostraría al resto de los Estados Unidos y a las comunidades insulares de todo el mundo que el abastecimiento total de energía mediante fuentes sostenibles es posible.

En las onduladas colinas de una de las islas volcánicas de Hawai se alinean una serie de paneles fotovoltaicos de color azul marino que generan enormes cantidades de energía solar. Es mediodía, y un fuerte calor tropical cae sobre esta planta de energía solar que proporcionará electricidad a más de 70.000 personas.

Nos encontramos en Kauai, una de las siete islas habitadas en el noroeste del archipiélago hawaiano, donde la generación de energía no representa solamente una aspiración, sino que es una necesidad. La Cooperativa de Servicios Públicos de la Isla de Kauai es una organización sin ánimo de lucro encargada de dirigir esta planta y sus 77.000 paneles solares que generan al menos el 10% de la energía de las islas, las 24 horas del día, los 365 días del año.

En Hawai, una de las comunidades insulares más remotas del mundo, los costos de la electricidad siempre han sido elevados, ya que dependen de la importación de combustibles fósiles para hacer funcionar las centrales eléctricas.

Antes de que el precio del petróleo bajara a mínimos históricos en abril de 2020, Noticias ONU habló con David Bissell, director ejecutivo de la Cooperativa. El representante de la compañía explicó que el costo de la energía solar es "significativamente más bajo que el costo de la energía generada por el petróleo", y agregó que "aún es más barato a medida que mejora la tecnología".

Y, todavía más importante para las empresas y los consumidores, ha logrado estabilizar los precios de la energía solar que anteriormente "podían fluctuar en un 50% dependiendo de la volatilidad del precio del petróleo".

Uno de los desafíos más importantes para cualquier planta de energía solar es cómo almacenar la abundante electricidad que se genera durante los días soleados pero que, por razones obvias, no puede obtenerse de noche.
Justo en este momento, durante la hora más soleada del día, probablemente satisfacemos el 100% de las necesidades energéticas diurnas de Kauai", dijo Bissell, "y ahora además podemos almacenar cualquier excedente en baterías". 
La Cooperativa inauguró en marzo de 2017 la "primera planta generadora de energía solar y almacenamiento en baterías de suministro público". La batería les permite almacenar energía durante el día y distribuirla por un período de cuatro horas durante el pico de demanda nocturno.

Objetivo: 100% de energía renovable

La producción de energía solar en Kauai forma parte de un ambicioso programa para que Hawai dependa totalmente de fuentes de energía renovales el año 2045.

La iniciativa "Hawai sostenible" se inició en 2016 en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU acordados a nivel mundial. Este conjunto de medidas globales busca mediante 17 metas reducir la pobreza, proteger el planeta y garantizar la paz y la prosperidad para todos en el año 2030.

El Objetivo número 7, cuya meta garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos, busca aumentar "considerablemente la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas".

El gobernador de Hawai, David Ige, explicó a Noticias ONU la sorpresa que su apuesta supuso para otros gobernadores estadounidenses. Pensaron que nuestro compromiso con las fuentes de energía renovable y no contaminantes estaba tan alejado de la realidad que era una iniciativa absurda".

Aunque cada vez es más barato construir instalaciones que generen energía solar, para los países en desarrollo sigue siendo una empresa costosa. No obstante, Ige indicó estar "orgulloso de que Hawai sea fuente de inspiración para otros estados y comunidades".

Pero pese a esta fuerte apuesta, Hawai se enfrenta a un reto importante: la falta de espacio. La población de 1,4 millones de residentes compite por la tierra con los agricultores, el turismo y la industria.

Las ovejas, ese aliado inesperado

Sin embargo, una asociación singular entre un ganadero local y la Cooperativa de Servicios Públicos de la Isla de Kauai demuestra cómo las empresas que compiten por los recursos de la superficie terrestre pueden mantener una relación mutuamente beneficiosa.

Para ello cuentan con la inestimable cooperación de las 350 ovejas de Daryl Kaneshiro que se despliegan en la planta energética pastando la exquisita hierba tropical que, de otro modo, cubriría los paneles solares impidiendo su productividad y producción energética.
Gané un concurso contra las empresas de jardinería que querían limpiar el césped con máquinas", dijo. Esta opción es simplemente más eficiente y, a su vez, sostenible y más beneficiosa para el medio ambiente".
Una estrategia de inversión ecológica

Las islas pequeñas, como Kauai, se enfrentan a sus propios retos medioambientales y a crisis de abastecimiento externas debido a su lejanía y su limitada estructura de recursos naturales.

Por esa razón, "el desarrollo de la energía solar como parte de una estrategia de inversión ecológica que vincula a diferentes sectores de la economía crea un efecto multiplicador en la gestión sostenible de los recursos naturales, la creación de empleo y el paso a una transición adecuada a una economía con bajas emisiones de carbono", dijo el experto de la Organización Internacional del Trabajo en economía sostenible, Moustapha Kamal Gueye.

A medida que las ovejas sacian su apetito de hierba a la sombra de los paneles de la planta solar, las placas se inclinan automáticamente unos centímetros más para captar el sol de la tarde. Este sencillo movimiento mecánico producirá una cantidad extra de electricidad que quedará almacenada en las baterías para su posterior uso nocturno y acercará un paso más a convertir en realidad uno de los mayores anhelos de Hawai: la total sostenibilidad del archipiélago mediante el uso de energías renovables.

Coronavirus y comida: Tenemos alimentos para todos, pero no todos pueden acceder a ellos

Un campesino cultivando arroz en Sundorgonj, Gaibanda en Bangladesh. Foto: IFAD/GMB Akash
Ginebra.- Un informe de la agencia de la ONU para la alimentación concluye que el sector agroalimentario se comportará mejor que otros y que, en comparación con la crisis global de los precios de los alimentos de 2007-2008, el mundo se encuentra actualmente en una mejor situación. El gran desafío es el acceso desigual a la comida.

Pese a las dificultades que genera la pandemia del COVID-19 en algunos sectores como el turismo o el entretenimiento, el sector agroalimentario podría mostrar una mayor resiliencia ante la crisis que otros ámbitos económicos, según explica el análisis publicado este jueves por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

El nuevo informe de la Organización aclara que, pese a la previsible incertidumbre en los mercados alimentarios por la COVID-19, es probable que el sector agroalimentario muestre mayor fortaleza que otras actividades económicas.

El director de la División de Comercio y Mercados de la Organización, Boubaker Ben-Belhassen indicó que "las consecuencias de la pandemia de COVID-19 se han dejado sentir -en diversos niveles- en todos los sectores alimentarios evaluados por la FAO. Si bien la COVID-19 ha supuesto una grave amenaza para la seguridad alimentaria, en general, nuestro análisis muestra que, desde la perspectiva global, los mercados de productos agrícolas están demostrando ser más resilientes a la pandemia que muchos otros sectores. Dicho esto, debido a la magnitud del desafío y a la enorme incertidumbre que plantea, la comunidad internacional debe permanecer vigilante y preparada para reaccionar, si hace falta y cuando sea necesario", aseguró.

El estudio concluye que, en comparación con la crisis global de los precios de los alimentos de 2007-2008, el mundo se encuentra actualmente en una mejor situación. Contribuyen a ese dato las positivas perspectivas de la producción mundial de alimentos, los bajos precios internacionales, un mayor número de países importadores y exportadores y una mayor preparación para enfrentarse a las crisis mundiales por parte de los encargados de formular políticas.

Pese a estos avances y "aunque en el mundo hay alimentos suficientes para todos, la fuerte contracción del crecimiento económico debida a la pandemia se ha traducido en un problema de acceso, limitando la capacidad de la población de obtener alimentos suficientes o suficientemente nutritivos, sobre todo en los países que ya se veían afectados por el hambre y otras crisis incluso antes de la aparición de la COVID-19", especifican los autores del estudio.

Asimismo, el informe detalla las tendencias y perspectivas de una serie de productos alimentarios durante la temporada 2020-21.

Crecen los cereales y baja la carne

Las previsiones iniciales de la Organización indican que la producción global de cereales superará el récord del año pasado en un 2,6% y que su comercio alcanzará los 433 millones de toneladas durante el periodo 2020-21, un aumento del 2,2% respecto al ejercicio 2019-20.

Sin embargo, la producción de carne a nivel mundial caerá un 1,7% durante 2020 debido principalmente a tres factores: las enfermedades de los animales, las alteraciones del mercado ligadas a la COVID-19 y los efectos de las sequías.

La noticia positiva en este apartado es que el comercio internacional registraría un crecimiento moderado mantenido por las grandes importaciones de China.

Desde enero, los precios internacionales de la carne disminuyeron un 8,6%, especialmente en la carne de ovino, seguidas por las aves de corral, cerdo y bovino. Esta situación se alcanzó debido a las medidas tomadas para controlar el coronavirus que comportaron complicaciones logísticas, el descenso global de la demanda de importaciones y las grandes cantidades de carne sin vender.

El pescado sufre para seguir a flote

La pandemia del coronavirus afectará durante este año a la captura de productos frescos y a "las especies populares en restaurantes", ya que las flotas pesqueras siguen atoradas y los productores acuícolas disminuyeron sus "objetivos de repoblación de peces".

La COVID-19 puede alterar gravemente la producción mundial de camarones y salmones, especialmente en Asia donde la cría se retrasó de abril a mayo y junio. Por ejemplo, en la India se prevé una disminución de la producción de camarones cultivados de entre un 30 y un 40%.

Al mismo tiempo, decreció la demanda de camarones frescos y congelados, y se cree que la de salmón se reduciría al menos un 15% durante este año. La venta al por menor de salmón y trucha sufrió un fuerte descenso y no se prevé una pronta recuperación.

Se mantiene el bajo precio del azúcar y la leche fluctua

Por segundo año consecutivo bajará la producción mundial de azúcar situándose "por debajo del nivel estimado de consumo mundial, por primera vez en tres años".

Pese a ello, se prevé un incremento de la compra de azúcar que se mantiene por los bajos precios y la "reconstitución de las existencias" en algunos de los países tradicionalmente importadores.

Pese a las alteraciones que ha causado el coronavirus en los mercados, la producción mundial de leche mostraría su fortaleza al preverse un crecimiento de un 0,8% durante este año. No obstante, el pronóstico para las exportaciones globales de productos lácticos indica una reducción del 4%, en un contexto en el que puede variar la demanda de importaciones.

La crisis económica del COVID-19 empujará a millones de niños al trabajo infantil

  • Si no se toman medidas de protección social, factores como el cierre de escuelas, la muerte de padres y madres, la reducción de remesas, la falta de trabajo en general y el aumento de las labores informales, dejarán millones de niños en el mundo expuestos a la explotación, la trata de personas, y el trabajo forzado. 
Ginebra.- La crisis del coronavirus podría empujar a millones de niños más al trabajo infantil, y paralizar el progreso de 20 años para eliminar este flagelo, advierte un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

Desde el año 2000, se ha logrado sacar del trabajo a unos 94 millones de niños,  pero esas ganancias están ahora en riesgo por la pandemia. Según las agencias, aquellos que ya sufren esta explotación podrían estar trabajando más horas o en peores condiciones, y otros más podrían ser forzados a soportar trabajos terribles, con un daño significativo a su salud y seguridad.

Esto ocurriría principalmente debido al aumento de la pobreza, lo que empuja a los hogares a recurrir a todos los medios disponibles para sobrevivir. Según el informe, cuando la pobreza aumenta un 1%, el trabajo infantil aumenta un 0,7% en algunos países.

Cuando la pobreza aumenta un 1%, el trabajo infantil aumenta un 0,7% en algunos países.
En tiempos de crisis, el trabajo infantil se convierte en un mecanismo de supervivencia para muchas familias, a medida que aumenta la pobreza, las escuelas cierran y la disponibilidad de servicios sociales disminuye, más niños son empujados a la fuerza laboral”, asegura la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
Según el informe, los grupos más vulnerables, como las personas que trabajan en la economía informal y los migrantes, sufrirán la mayor parte de la recesión económica, el aumento de la informalidad y el desempleo, la caída general en los niveles de vida, las crisis de salud y los sistemas de protección social insuficientes, entre otras presiones.
Un niño de 13 años en Palestina recoge escombros cerca de la ciudad de Gaza para transportarlos en burro al mercado y venderlos.UNICEF/Eyas El Baba
Un niño de 13 años en Palestina recoge escombros cerca de la ciudad de Gaza para transportarlos en burro al mercado y venderlos.

La caída de la calidad de vida
En crisis anteriores que impulsaron la caída de los niveles de vida, muchos países de bajos y medianos ingresos vieron cambios drásticos en el progreso en la reducción del trabajo infantil y la inscripción de niños en la escuela.

Un estudio en Côte d'Ivoire sobre la caída de los precios del cacao en la crisis económica de 1990 encontró que una caída del 10% en los ingresos condujo a una disminución de más del 3% en las matrículas escolares, y un aumento de más del 5% en los niños trabajando.

Según el informe, la evidencia de las recesiones económicas en América Latina apunta a impactos más débiles o incluso marginalmente positivos, especialmente cuando existen medidas de protección social adecuadas.

Durante la crisis cafetera en América Central de 2000 a 2001, por ejemplo, varios países de la subregión fueron testigos de avances en las tasas de matriculación en la escuela primaria y un ligero descenso en el trabajo infantil. Los programas de asistencia social desempeñaron un papel importante en la protección del bienestar de los hogares. Los hogares en las zonas cafeteras con programas de asistencia social podrían proteger mejor los gastos del hogar y la asistencia escolar de los niños en comparación con aquellos en las zonas cafeteras sin dichos programas.
Un niño turco trabajando en el campo. El 70% del trabajo infantil ocurre en la agricultura. © UNICEF/Kamuran Feyizoglu
Un niño turco trabajando en el campo. El 70% del trabajo infantil ocurre en la agricultura.
Empleo a la baja

Las horas de trabajo globales cayeron en el primer trimestre de 2020 en un 4,5% estimado en comparación con el último trimestre de 2019. Esto suma aproximadamente 130 millones de empleos a tiempo completo, suponiendo una semana laboral de 48 horas. Se espera que las horas de trabajo globales en el segundo trimestre sean 10,5% más bajas, equivalentes a 305 millones de empleos a tiempo completo.

Menos oportunidades de empleo y salarios más bajos pueden llevar a las personas a un trabajo informal o de explotación, lo que puede reducir aún más los salarios y, a su vez, contribuir al trabajo infantil. En comparación con los adultos, es más probable que los niños acepten trabajo por menos salario y en condiciones vulnerables. Las empresas pueden reclutar niños deliberadamente para reducir costos y aumentar las ganancias.

Y es que los niños son a menudo la mano de obra más disponible en los hogares. Por ejemplo, el desempleo de los padres debido a las crisis económicas en Brasil ha llevado a los niños a intervenir para proporcionar apoyo temporal. Se han documentado efectos similares en Guatemala, India, México y Estados Unidos. República de Tanzania.

Una forma de ayuda financiera para las familias es reducir los costos escolares, afirma el informe. Esta fue una parte importante de cómo los hogares afrontaron la Gran Recesión en El Salvador, con familias que cambiaron la asistencia de escuelas privadas a públicas dentro de un año escolar para reducir los gastos en educación.

También cuando las familias no pueden encontrar trabajo y se quedan sin opciones de sustento, incluso en el hogar, los niños pueden ser enviados lejos, lo que los hace vulnerables a la explotación. Consecuencias similares pueden resultar si los miembros de la familia se mudan o se separan. Los niños abandonados o solos están aún menos protegidos y son más vulnerables a las peores formas de trabajo. Después del terremoto de 2015 en Nepal, por ejemplo, el colapso de los mecanismos de protección públicos y privados impulsó el aumento de niños víctimas de la trata de personas.

Niños trabajando en una instalación informal de procesamiento de oro en Ghana. El trabajo infantil es algo común, debido a la pobreza.UNICEF/ Nyani Quarmyne
Niños trabajando en una instalación informal de procesamiento de oro en Ghana. El trabajo infantil es algo común, debido a la pobreza.

El crecimiento del trabajo informal
Las crisis económicas pasadas han impulsado el crecimiento del empleo informal, ya que los despedidos del trabajo formal buscan cualquier fuente alternativa de ingresos.  

Como está bien documentado, el trabajo infantil prevalece principalmente en la economía informal, donde los niños pueden intervenir fácilmente como trabajadores no calificados. Por lo tanto, las amenazas a los derechos de los niños de un sector informal ampliado no deben subestimarse. Un mayor empleo informal junto con dificultades económicas podría empujar a muchos niños fuera de la escuela y al mercado laboral.

Además, según los expertos, algunos hogares comenzarán nuevas empresas para hacer frente a la pérdida de empleo y el desplazamiento económico, lo que puede provocar más trabajo infantil. La evidencia reciente de Malawi, Filipinas y Zambia destaca cómo cuando la producción crece dentro de los hogares, el trabajo infantil aumenta.

La reducción en las remesas
La desaceleración económica mundial seguramente reducirá las remesas nacionales e internacionales que proceden principalmente de la Unión Europea y los Estados Unidos. Según el informe, en el pasado, se ha demostrado que las remesas internacionales reducen el trabajo infantil en los países pobres.

Cuando los migrantes remiten menos ingresos, las familias sufren. Los estudios de la Gran Recesión encontraron que redujo considerablemente las remesas de los Estados Unidos a México. Las familias que experimentaron una disminución tenían más probabilidades de tener hijos en el trabajo infantil.  Además, Los estudios de la crisis financiera asiática indicaron que las remesas respaldaban a las empresas familiares al tiempo que sostenían la escolarización y la protección contra el trabajo infantil.

Además, los retornos forzados de trabajadores migrantes en algunos países han resultado en niños y familias varados en las fronteras o confinados en centros de cuarentena. En Nepal, el cierre de algunos hornos de ladrillos, junto con la falta de transporte, han impedido que unas 12.000 personas, incluidos 2000 niños, regresen a sus aldeas de origen.

Niños agricultores trabajan en la provincia de Balkh, en Afganistán.Banco Mundial/Ghullam Abbas Farzami
Niños agricultores trabajan en la provincia de Balkh, en Afganistán.
Una crisis de crédito

Una crisis crediticia reduce la inversión, incluso en la escolarización, lo que puede producir más trabajo infantil, una progresión evidente, por ejemplo, en Sudáfrica. A nivel familiar, una contracción del crédito puede generar que las tarifas escolares sean menos accesibles, lo que mantiene a los niños fuera de la escuela, y puede aumentar el trabajo infantil.

Además, cuando el crédito formal e informal no está disponible, los hogares pueden recurrir a formas más desesperadas para acceder al crédito, como el trabajo en condiciones de servidumbre. Esta ha sido una estrategia común en la historia reciente, y la crisis de COVID-19 podría empeorarla aún más.

Ya existe evidencia anecdótica de trabajo infantil en condiciones de servidumbre asociado con la pandemia, asegura el informe. El riesgo de que los prestamistas abusivos exploten a los niños puede aumentar especialmente una vez que se levanten las medidas de cierre y se reanuden las actividades normales.

Menos comercio internacional
A nivel mundial, el comercio internacional se ha derrumbado, con expectativas de que la depresión persista como lo hizo después de la crisis financiera de 2008. La pandemia provocó una caída del 3 por ciento en los valores del comercio mundial en el primer trimestre de 2020. Se prevé que la desaceleración se acelere en el segundo trimestre. Las previsiones recientes muestran una disminución del 27%.

Dada la estrecha tensión de las cadenas de suministro mundiales, las medidas para detener la propagación del virus, como el cierre de fronteras, el transporte y las empresas, han suprimido las exportaciones e importaciones mundiales y han reducido la producción. Tales cambios pueden influir en el nivel de vida de los pobres al inflar los precios al tiempo que se reducen los ingresos del trabajo y los activos familiares. Una disminución en el comercio que disminuye el nivel de vida empeorará el trabajo infantil, advierte el informe.
Una jovencita estudia a distancia en Túnez. Banco Mundial/Arne Hoel
Una jovencita estudia a distancia en Túnez.

Las escuelas cerradas: otro factor de riesgo
De acuerdo con las agencias, la evidencia indica cada vez más que el trabajo infantil está aumentando a medida que las escuelas cierran durante la pandemia. El cierre temporal de los centros educativos está afectando actualmente a más de mil millones de estudiantes en más de 130 países. Incluso cuando se reinician las clases, algunos padres ya no pueden permitirse enviar a sus hijos a la escuela.

Los expertos advierten que esto causa que más niños se vean obligados a hacer trabajos peligrosos o sean explotados.  Además, las desigualdades de género pueden hacerse más agudas, con las niñas particularmente vulnerables a la explotación en la agricultura y el trabajo doméstico.

Después del tsunami de Indonesia, solo las familias más ricas y educadas pudieron hacer frente y mantener a sus hijos saludables y en la escuela.

La evidencia sobre el trabajo infantil aumenta a medida que las escuelas cierran durante el cierre global que está aumentando gradualmente. En Malawi, por ejemplo, el Gobierno cerró las escuelas para evitar la propagación del virus. Incapaces de aprender, los niños pronto terminaron con otras tareas. Las agencias citan el testimonio de un niño en ese país: "Muchos padres en mi vecindario se han aprovechado de las" vacaciones "para enviar a los niños a la ciudad a vender frutas y verduras".

Una mujer y su hija en un hospital de Colombia durante la pandemia de COVID-19.OPS
Una mujer y su hija en un hospital de Colombia durante la pandemia de COVID-19.

La muerte de los padres
El creciente número de muertes por COVID-19 es seguido por el creciente número de niños que se quedan sin uno o ambos padres, así como otros cuidadores, como los abuelos. Los niños privados de cuidado familiar son particularmente vulnerables al trabajo infantil, la trata y otras formas de explotación.

La evidencia de crisis anteriores sugiere que cuando los sistemas de salud no cuentan con recursos suficientes y faltan mecanismos de protección social, es muy probable que las familias experimenten crisis de salud severas. Muchos trabajadores, especialmente aquellos en el sector informal, no tienen más remedio que continuar trabajando, lo que aumenta su riesgo de enfermarse. Los hogares pueden enfrentar costos de salud catastróficos exacerbados por la pérdida de un proveedor de la familia o un receptor de pensiones. El trabajo infantil se convierte en una estrategia de supervivencia. Las niñas en particular pueden asumir un papel más importante en el cuidado de los miembros del hogar que se enferman.

Cuando los miembros adultos del hogar se enferman o mueren, no es inusual que los niños asuman su trabajo. En sociedades con roles de género tradicionales, la muerte paterna puede llevar a los niños a buscar trabajo, incluidas las peores formas de trabajo infantil, fuera del hogar. 

Un estudio reciente en Mali documentó cómo la enfermedad de las mujeres en la familia hace que los niños asuman ciertas tareas. Aun cuando el trabajo de los niños y el de sus madres generalmente están estrechamente entrelazados, las madres a menudo también juegan un papel de supervisión para asegurarse de que los niños continúen en la escuela.

Además, la evidencia anecdótica de diferentes países revela que, dado que las personas piensan que los niños no se ven afectados por COVID-19, se les pone a trabajar en lugar de los adultos. Cuidan a los familiares enfermos y hacen compras y otras actividades que implican romper la cuarentena. También complementan el ingreso familiar cuando los adultos no pueden trabajar, especialmente porque pueden saltarse o evitar el toque de queda, ya que son menos visibles y es menos probable que la policía los atrape.

Una niña estudiando con una computadora portátil proporcionada por la Fundación OLPC (una computadora portátil por niño). Montevideo, UruguayPNUD Uruguay/Pablo La Ros
Una niña estudiando con una computadora portátil proporcionada por la Fundación OLPC (una computadora portátil por niño). Montevideo, Uruguay

Recomendaciones
Al imaginar el mundo después del COVID-19, debemos asegurarnos de que los niños y sus familias tengan las herramientas que necesitan para enfrentar tormentas similares en el futuro. La educación de calidad, los servicios de protección social y las mejores oportunidades económicas pueden cambiar las reglas del juego”, agregó la jefa de UNICEF.
El director de la Organización Internacional del Trabajo recalcó también que la protección social es vital para estos tiempos de crisis.
La integración de las preocupaciones sobre el trabajo infantil en políticas más amplias de educación, protección social, justicia, mercados laborales y derechos humanos y laborales internacionales hace una diferencia crítica”, aseguró Guy Rider.
El informe propone una serie de medidas para contrarrestar la amenaza del aumento del trabajo infantil, entre ellas:
  • una protección social más integral
  • un acceso más fácil al crédito para los hogares pobres
  • la promoción del trabajo decente para adultos
  • medidas para que los niños vuelvan a la escuela, incluida la eliminación de cuotas escolares
  • más recursos para inspecciones laborales y cumplimiento de la ley.

La OIT y el UNICEF están desarrollando un modelo de simulación para analizar el impacto del COVID-19 en el trabajo infantil a nivel mundial. Se publicarán nuevas estimaciones mundiales sobre el trabajo infantil en 2021.

La Organización Internacional del Trabajo  lanzó el "Día Mundial contra el Trabajo Infantil" en 2002 para concienciar acerca de la magnitud de este problema y aunar esfuerzos para erradicarlo.

El Día Mundial este  2020 se centra en el impacto de la crisis en la explotación laboral de la infancia y hace un llamamiento a los países y organizaciones para proteger a los más vulnerables durante la gestión y recuperación de esta crisis.

Nelson Mandela, sinónimo de la lucha contra el racismo

“La eliminación de la pobreza no es un gesto de caridad. Es un acto de justicia. Es la protección de un derecho humano fundamental, el derecho a la dignidad y a una vida decente”, afirmó alguna vez Nelson Mandela, quizá el máximo abanderado de la lucha del género humano por la libertad, la igualdad y las garantías fundamentales en general. (Artículo de la serie del 75 aniversario de la ONU)
La segregación racial de Sudáfrica y poco más tarde la implementación del apartheid, en 1948, fueron motivo de gran preocupación en la entonces recién creada Organización de las Naciones Unidas. La Asamblea General adoptó en 1950 su primera resolución contra ese régimen discriminatorio que obligaba a vivir separados de la población blanca a los grupos raciales originarios de África y a otros grupos étnicos ahí establecidos como resultado del colonialismo. A partir de entonces y durante más de cuatro décadas se aprobaron más resoluciones, se celebraron conferencias y se emprendieron acciones con la intención de que se desmantelara ese sistema racista.

En este contexto, una figura surgió para ocupar un lugar de honor en la historia al convertirse en sinónimo de la lucha por los derechos humanos en Sudáfrica y el mundo: Nelson Mandela.

Nelson Rolihlahla Mandela nació en 1918 en Mvezo, Sudáfrica. Haber crecido en un entorno de segregación racial lo hizo consciente desde muy temprana edad de las injusticias y abusos de los derechos humanos y lo llevó a implicarse en la vida política cuando era estudiante de leyes en la Universidad Fort Hare.

He luchado contra la dominación blanca y he luchado contra la dominación negra.
Durante sus primeros años de activista, fundó la Liga Juvenil del Congreso Nacional Africano -al que se había afiliado un poco antes- y pronto fue electo su secretario general. En 1952, comandó la campaña masiva “Rebeldía”, que llamaba a la desobediencia civil contra las leyes injustas.

Sus actividades políticas lo enfrentaron a los gobernantes del apartheid cuando su movimiento se radicalizó con la masacre de manifestantes negros pacíficos cometida en Sharpeville en 1960, que dejó 69 muertos y unos 200 heridos. Inmediatamente después, el gobierno declaró el estado de emergencia y detuvo a cerca de 18.000 manifestantes. Mandela pasó entonces a la clandestinidad, pero en 1961 fue arrestado por cargos de traición y aunque pronto fue absuelto, fue detenido nuevamente en 1962 por salir ilegalmente del país (viajó a varios países africanos y europeos) y recibió una sentencia a cinco años de cárcel.

Un espíritu libre a pesar de las rejas

En 1964 el gobierno del apartheid lo juzgó nuevamente, esta vez acusándolo de sabotaje y sentenciándolo a cadena perpetua en la prisión de la isla Robben. Al dirigirse en el juicio de Pretoria al tribunal que lo condenó, Mandela declaró: “He dedicado mi vida a esta lucha por el pueblo africano. He luchado contra la dominación blanca y he luchado contra la dominación negra. He valorado el ideal de una sociedad democrática y libre en la que todas las personas vivan en unidad y armonía con igualdad de oportunidades. Es un ideal para el que vivo y espero alcanzarlo. Pero si fuera necesario, estoy preparado para morir por él.”

Su declaración estipuló que odiaba “la arrogancia racial” que otorgaba las bondades de la vida a una minoría de la población como derecho exclusivo y que reducía a la mayoría a “una condición de servilismo e inferioridad. “Nada de lo que pueda hacer este tribunal cambiará en modo alguno ese odio que siento y que sólo podrá desaparecer cuando se eliminen la injusticia y la inhumanidad contra las que he luchado para erradicar de la vida política y social de este país.”

No obstante el encierro, Mandela se convirtió en símbolo y líder del movimiento contra el apartheid. Su infatigable espíritu de libertad y reivindicación de los derechos humanos, no sucumbió entre las rejas, al contrario, organizó un movimiento de desobediencia civil en el penal que obligó a las autoridades a mejorar las condiciones de los reclusos en la isla Robben.

Tras 27 años privado de la libertad, 18 de ellos realizando trabajos forzados en una cantera, Mandela fue liberado en febrero de 1990 cuando la creciente presión nacional e internacional logró que el nuevo mandatario sudafricano F.W. de Klerk -que había asumido el poder un año antes- empezara a desmantelar el apartheid y anulara la prohibición del Congreso Nacional Africano


Premio Nobel de la Paz y presidencia de Sudáfrica

Tan pronto recuperó la libertad, Mandela se reintegró a la actividad política y lideró al Congreso Nacional Africano en sus negociaciones con el régimen para acabar con el apartheid y establecer un nuevo gobierno multirracial.  En junio de ese mismo año, en calidad de vicepresidente del Congreso Nacional Africano, viajó a Nueva York para hablar ante el Comité Especial contra el Apartheid de la Asamblea General de la ONU.

Su infatigable trabajo hizo a Nelson Mandela acreedor al Premio Nobel de la Paz en 1993, galardón que compartió con el presidente Klerk.

Un año después, el Congreso Nacional Africano ganó con gran mayoría los primeros comicios multirraciales y libres en el país y Mandela se convirtió en el primer presidente de Sudáfrica electo democráticamente.

En 1994, su primer año como jefe de Estado, Nelson Mandela participó en el debate de la Asamblea General, donde pronunció un emotivo discurso.


El racismo degrada al perpetrador y a la víctima
Estamos aquí hoy para saludar a la Organización de las Naciones Unidas y a sus Estados miembros individual y colectivamente, para unir fuerzas con las masas de nuestros pueblos en una lucha común que trajo nuestra emancipación e hizo retroceder las fronteras del racismo”, dijo el presidente Mandela.
Ante el pleno de la Asamblea, el flamante mandatario agradeció a la ONU el apoyo a la lucha de los africanos en su país. “En cierta medida ese cambio histórico se ha producido gracias a los grandes esfuerzos que emprendieron las Naciones Unidas para lograr la eliminación del crimen del apartheid contra la humanidad.”

En la misma tribuna, advirtió que el camino de Sudáfrica sería difícil debido al empecinamiento del racismo “que puede aferrarse a la mente e infectar profundamente el alma humana”. Sin embargo, afirmó que su país seguiría adelante por dura que fuera la batalla. “No cejaremos en nuestro empeño. El hecho de que el racismo degrade tanto al perpetrador como a la víctima nos exige que, para ser leales a nuestro compromiso de proteger la dignidad humana, luchemos hasta lograr la victoria.”


Derechos humanos

Mandela era un convencido defensor de los derechos humanos y su sólida postura frente al racismo y la injusticia lo erigió como un paladín de esas garantías inherentes a todas las personas.

Su cuarto año como presidente de Sudáfrica, 1998, coincidió con el cincuentenario de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un acontecimiento al que se refirió en su participación en el debate de la Asamblea General, aseverando que dicho instrumento mantuvo en alto la esperanza de que en el futuro todas las sociedades se construirían “sobre los cimientos de los gloriosos ideales plasmados en cada una de sus frases”.
Para todos los que tuvieron que luchar por su emancipación, como nosotros, los que con la ayuda de las Naciones Unidas nos tuvimos que liberar del sistema criminal del apartheid, la Declaración Universal de Derechos Humanos vindicó la justicia de nuestra causa”, apuntó.
La Declaración Universal de Derechos Humanos vindicó la justicia de nuestra causa.
No obstante, aclaró que la Declaración es también un desafío en tanto que los países deben dedicarse a la aplicación de sus principios.
Hoy celebramos el hecho de que este histórico documento ha sobrevivido cinco decenios turbulentos, en los que han tenido lugar algunos de los acontecimientos más extraordinarios de la evolución de la sociedad humana. Entre ellos figura el derrumbe del sistema colonial, el fin de un mundo bipolar, los sorprendentes adelantos en el ámbito de la ciencia y la tecnología y el logro de un complejo proceso de mundialización”, señaló Mandela en esa oportunidad. 
En ese contexto, también lamentó que, pese a todo, los seres humanos siguieran siendo las víctimas de las guerras y la violencia y que no lograran ser libres del temor a las armas de destrucción masiva o convencionales.

Al año siguiente, 1999, Mandela concluyó su mandato como presidente de Sudáfrica y decidió retirarse de la vida política, aunque siguió abogando por la paz, la justicia social y los derechos humanos hasta su muerte, en diciembre de 2013.

Entre sus actividades tras el retiro, destacaron los programas sociales y de desarrollo comunitario del Fondo Nelson Mandela para la Infancia y la Fundación Nelson Mandela, establecidas en 1995 y 1999, respetivamente. Además, fue un activista del combate al VIH-SIDA, que le costara la vida a su hijo Makgatho Mandela.

Día Internacional y Premio Nelson Mandela

Como reconocimiento a su servicio a la humanidad y a sus contribuciones a la cultura de la paz, la libertad, los derechos humanos, la reconciliación, la igualdad de género y las relaciones interraciales, la Asamblea General de la ONU decidió proclamar el Día Internacional de Nelson Mandela, fijando para tal efecto el 18 de julio, fecha del natalicio del líder sudafricano. La resolución con dicha proclamación se adoptó en noviembre de 2009 y en 2010 se celebró la efeméride por primera vez.

Más tarde, en 2014, un año después de su muerte, las Naciones Unidas establecieron el Premio Nelson Mandela, otorgado por primera vez en 2015. El galardón quinquenal reconoce a dos personas, un hombre y una mujer, por su dedicación al servicio de la humanidad desde diversos ámbitos que pueden ser la lucha contra la pobreza, la promoción de la justicia social, los derechos humanos o la solución de conflictos, entre otros. El premio se considera un homenaje a la vida y el legado de Mandela.

El 18 de julio de 2018, la administración postal de la ONU emitió una estampilla conmemorativa para marcar el centenario del nacimiento del ex presidente sudafricano.


Muerte de Madiba

Para tristeza de Sudáfrica y del mundo, Nelson Mandela murió en Johannesburgo el 5 de diciembre de 2013 a los 95 años.

Quince años antes, en el podio de la Asamblea General de la ONU en 1998 había hablado de su retiro y de lo que esperaba antes de su muerte:
He llegado al punto del largo camino en que se me otorga la oportunidad —como debería ser para todos los hombres y mujeres— de retirarme a descansar y a vivir tranquilo en la aldea donde nací.
Sentado en Qunu, mi aldea, y al hacerme viejo, como sus colinas, seguiré abrigando la esperanza de que en mi propio país y en mi propia región, en mi continente y en el mundo, surja un grupo de líderes que no permita que a nadie se le niegue la libertad, como a nosotros; que a nadie se le convierta en refugiado, como a nosotros; que a nadie se le condene a pasar hambre, como a nosotros; que a nadie se le prive de su dignidad humana, como a nosotros.

Seguiré esperando que el renacimiento de África eche raíces profundas y florezca para siempre, sin tener en cuenta el cambio de las estaciones.

Si todas estas esperanzas se pueden traducir en un sueño realizable y no en una pesadilla que atormente las almas de los viejos, entonces tendré paz y tranquilidad, entonces la historia y los miles de millones en todo el mundo proclamarán que valió la pena soñar y esforzarse por dar vida a un sueño realizable.”

Mandela, un hombre con muchos nombres

A lo largo de su vida, Nelson Mandela cosechó distintos nombres, cada uno de ellos con una historia detrás.

Rolihlahla es el nombre que su padre le dio al nacer, significa “jalar la rama de un árbol”, lo que se traduce en términos coloquiales como “agitador”.

Nelson fue el nombre que le dio su maestra en la escuela el primer día de clases, siguiendo la costumbre de ese entonces de dar a los niños africanos un nombre inglés.

Madiba, quizá su nombre más popular en Sudáfrica, corresponde a un jefe de su tribu en el siglo XVIII. El nombre del clan es más importante que el apellido y se considera muy respetuoso usarlo.

Tata es una palabra cariñosa que quiere decir padre y muchos sudafricanos lo llamaban así aunque fueran mayores que él.

Khulu significa grande, ejemplar. También es la abreviatura de abuelo en uno de los idiomas originarios de Sudáfrica.

Dalibhunga fue el nombre que se dio a Mandela a los 16 años en el rito tradicional de iniciación a la vida adulta. Quiere decir “convocante al diálogo”.

Producción: Carla García
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