- Lavan, tapan, tiran y voltean potenciales criaderos en las colonias de Mérida.
Cerca de las 11 de la mañana, Ruby recibió a las voluntarias
Andrea y Fabiola, quienes además de distribuir abate en diversas áreas del
predio, la apoyaron con las labores de limpieza, ya que se encontraba con su
esposo, José Martín Pérez, quien por su avanzada edad, ya no puede caminar.
Ataviadas con una casaca amarilla, guantes, gorras y
debidamente identificadas con un gafete otorgado por la SSY, las brigadistas
recogieron y aplastaron envases, taparon y voltearon recipientes que acumulan
agua, y finalmente, aplicaron el larvicida en tinacos, macetas y demás
contenedores donde puede reproducirse el vector.
Después de compartir una serie de recomendaciones con sus
anfitriones, vecinos de la zona habitacional Salvador Alvarado Sur de esta
capital, Faby, como le dicen sus compañeros de brigada, pegó una calcomanía con
la leyenda “Casa verificada” en la ventana de la vivienda, con lo que finalizó
su labor en ella y se dirigió hacia la siguiente.
Andrea y Fabiola, al
igual que más de cinco mil elementos, recorren desde este día las colonias y
comunidades de los 106 municipios de Yucatán, como parte del esquema “Casa por
casa” que realiza el Gobierno del Estado para hacer conciencia entre la
población sobre la importancia de mantener sus hogares libres de cacharros que
puedan convertirse en criaderos.
En Mérida, tres mil voluntarios, conformados en grupos de
seis y acompañados de 455 jefes de brigada, visitarán 250 mil predios, donde
además estarán invitando a los mega operativos de descacharrización que se
implementarán el 27 y 28 de este mes.
“Recuerdo que cuando era pequeña, siempre pasaban los brigadistas casa por casa a fumigar. Veo que están retomando eso y es muy bueno que lo hagan, antes de que inicie la temporada de lluvias, que es cuando más moscos hay”, comentó María del Socorro Balam, quien con la ayuda de su hijo y esposo, vende pollos recién beneficiados.
En el terreno de Socorrito, como la conocen en la manzana,
hay un pozo del que saca agua para regar sus plantas. Para evitar que ahí se
genere un criadero, Paulette, otra de las brigadistas de la zona, colocó una
bolsa con abate dentro del mismo, y al igual que en viviendas anteriores,
recomendó a sus habitantes lavar, tapar, tirar y voltear todos los objetos que
acumulen líquidos.
El abate no es tóxico para el ser humano, por lo que se
puede aplicar como larvicida en cisternas, pozos y tinacos –en este caso, se
agrega una tapa por cada 10 litros de contenido–, además de llantas, cubetas y
macetas.
“Ella es un ejemplo de cómo se deben hacer las cosas. Ha seguido las recomendaciones al pie de la letra, ha tapado y volteado todos sus recipientes”, dijo sorprendida la brigadista al llegar a la casa de Ana Rosa Dzul Dzul, quien orgullosa comentó que, pese a que varias personas de su calle ya se han contagiado de dengue o chikungunya, nadie en su familia ha padecido estas enfermedades.
“Qué bueno que están haciendo este operativo. Yo siempre les
digo a mis vecinos que dejen entrar a los brigadistas, que lo que hacen no sólo
es por el bien de sus familias sino por todos los de la calle, porque además es
muy bonito tener limpio tu patio y tu casa”, aseguró la señora, al tiempo que
mostraba todos sus recipientes ordenados.
De vez en cuando, Virginia Ríos llega para ayudar a sus
sobrinos a cuidar de su papá, a quien se le dificulta caminar debido a
problemas de salud y a su avanzada edad. Al igual que Rosita, ella celebró la
preocupación de las autoridades por realizar estas acciones, principalmente
porque salvaguardan la salud de niños, personas de la tercera edad y con
discapacidad.