- Mayoría se limita a campañas, talleres y cursos de capacitación: Coneval
- Estudios muestran que las mujeres continúan siendo las más pobres, con salarios inferiores y sin seguridad social
México, DF:- La presidenta de la Comisión de Igualdad de
Género, diputada Martha Lucía Mícher Camarena (PRD), aseguró que los programas
sociales no disminuyen la brecha de desigualdad entre mujeres y hombres; por
tanto, instó a definir programas y acciones claras, a fin de incluirlos en el
Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2015.
En reunión con el secretario ejecutivo del Consejo Nacional
de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Gonzalo Hernández
Licona, la legisladora solicitó realizar un estudio de los programas sociales
relacionados con violencia de género como prevención, atención, sanción y
justicia, y derechos humanos, a fin de conocer cómo se desempeñan.
Informó que para el PEF 2015, las diputadas trabajaron en
alinear programas y ramos del anexo referente a las mujeres con el Plan
Nacional de Desarrollo, el Programa Nacional de Igualdad entre Mujeres y
Hombres y la Ley General a una Vida Libre de Violencia, ya que en años
anteriores los criterios para definir acciones no eran claros.
Por ejemplo, añadió, la muerte de mujeres sólo se registra
cuando estas llegan a un hospital o a la Procuraduría General de Justicia, sin
tomar en cuenta otros elementos.
En su intervención, el titular del Coneval, informó que en
el diagnóstico sobre la estrategia presupuestaria para la igualdad entre
mujeres y hombres, referentes al anexo 10, la mayoría de los programas se
concentra en actividades que se limitan a campañas, talleres y cursos de
capacitación, lo que restringe el conocimiento sobre resultados a largo plazo.
De acuerdo con el diagnóstico de la pobreza de género de las
mujeres en México 2012, la participación económica de las mujeres es menor que
la de los hombres, y las más pobres presentan una mayor dependencia de los
recursos provenientes de programas sociales.
“A pesar de contar con la misma escolaridad que los varones,
las remuneraciones de las mujeres ocupadas son menores”, apuntó Hernández
Licona.
En cuanto a la mortalidad materna, especificó que en el 2010
se presentaron 992 fallecimientos, siendo las principales causas enfermedades
hipertensivas del embarazo, hemorragias obstétricas y respiratorias,
ocasionadas por falta de información, mala calidad en atención e
inaccesibilidad para llegar a los centros de salud, así como demora en recibir
un tratamiento adecuado.
Destacó que en el 2011, sólo dos de cada 10 mujeres ocupadas
contaban con seguridad social. Asimismo, continuó, las entidades con mayor
porcentaje de incidentes por violencia en mujeres de 15 años o más fueron el
Estado de México, Nayarit, Sonora, Distrito Federal y Colima.
Los diagnósticos muestran que las brechas de desigualdad son
más severas en los municipios con menor población, y entre ellos, los de
población indígena; sin embargo, sostuvo, hay pocas acciones e intervenciones
dirigidas a estas poblaciones.
En general, dijo, los programas sociales analizados hacen
esfuerzos, pero se encuentran desarticulados entre sí, y al no conocer los
resultados de sus acciones no se cuentan con mediciones o evaluaciones en todos
los casos; por ende, no se puede determinar el grado de aportación al eje
rector.