- El Presidente de Conaculta recordó que el autor de Los juegos fue parte de la generación que puso a los jóvenes como protagonistas de sus propias historias.
- Desde niño elegí al Palacio de Bellas Artes como mi propia catedral y desde joven tejí una larga relación con el INBA: Avilés Fabila.
México, DF.- En la vida de René Avilés Fabila conviven tres
pasiones que le han llevado a enriquecer el patrimonio cultural de México: la
literatura, el periodismo y la docencia, afirmó el Presidente del Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, al entregar al
escritor la Medalla Bellas Artes, en la Sala Manuel M Ponce del Palacio de
Bellas Artes.
“En alguna ocasión René afirmó que se había casado con la
literatura; que a la luz del día sostenía relaciones amorosas con el periodismo
y que encontraba en el ejercicio de la docencia una plenitud muy especial. Son
efectivamente tres pasiones que le llevaron a la novela y el cuento; a dirigir
suplementos culturales y a mantener una relación permanente con las aulas. En
toda esta actividad hay una intensa cercanía con los jóvenes, que René ha
cultivado toda su vida”, dijo Tovar y de Teresa antes de recordar las aportaciones
literarias de uno de los renovadores del lenguaje en las novelas y cuentos de
los años 60 y 70.
“Formó parte de un grupo de autores que puso a los jóvenes
como protagonistas de sus propias historias y como el centro del lenguaje, los
deseos, la política, el amor y el desamor, la música, el humor, la familia y la
ciudad. René Avilés Fabila nos dio así
una obra que tiene intereses muy marcados: el amor, la política y el universo
de lo fantástico”, apuntó el titular de Conaculta.
Al recibir el galardón, el periodista que fue editor del
suplemento cultural el Búho de Excélsior,
reseñó su relación de amor hacia el Palacio de Bellas Artes, desde sus
años de infancia, en compañía de sus padres. También recordó las muchas visitas
que hizo para escribir crónicas de lo que ha ocurrido en la máxima casa de los
artistas de México.
“Quiero agradecer al INBA y a Conaculta la Medalla Bellas
2014. Es la cumbre de mi carrera”, comenzó diciendo el autor de cuentos y
novelas como Los juegos (1967), Hacia el fin del mundo (1969) y El gran
solitario del palacio (1971).
“Desde niño, la belleza arquitectónica y riqueza pictórica
del Palacio de Bellas Artes me deslumbraban y decidí que está sería mi
catedral. El milagro ocurrió en 1967 al publicar mi primera novela Los juegos,
el entonces director de Bellas Artes, José Luis Martínez me invitó a participar
en un ciclo legendario llamado Los narradores ante el público por donde pasaron
a hablar de su trabajo literario Carlos Fuentes, Rafael Solana, Luis Spota y
Carlos Monsiváis, y de mi generación estuvimos como invitados Gustavo Sáinz,
José Agustín y yo. Esa fue mi primera aparición en la sala Manuel M Ponce,
luego se hizo común participar en actividades del INBA”, recordó Avilés Fabila
al agradecer el galardón ante cerca de trescientas personas.
“Trato de decir
apretadamente que mi relación amorosa con el INBA es larguísima”, sintetizó
antes de ser abrazado con aplausos.
Previo a la entrega
de la medalla, los escritores Óscar de la Borbolla y Jaime Labastida
compartieron recuerdos y reflexiones de la obra de René Avilés Fabila. Mientras
De la Borbolla se enfocó en el trabajo
como escritor y editor del galardonado, Labastida Ochoa hizo una revisión sobre
la actividad periodística y política de Avilés Fabila. En esos minutos se recordó a muchos de los
maestros y amigos de René Avilés como Juan José Arreola, Juan Rulfo y José
Agustín.