- Cerrada y larga ovación para reconocer el talento y calidad de los bailarines
Mérida, Yucatán.- La fina y precisa ejecución que ofreció el
Ballet Nacional de Cuba, dirigido por la maestra Alicia Alonso, mereció
prolongadas ovaciones del público yucateco que asistió a la función de gala
Coppélia en el teatro “Armando Manzanero”.
La emotiva presentación, en el marco del Otoño Cultural
2014, la máxima fiesta anual que
organiza la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), estuvo protagonizada
por Viengsay Valdés, Víctor Estévez y Ernesto Díaz ante más de mil espectadores.
El titular de la Sedeculta, Roger Metri Duarte, y el cónsul
General de Cuba en la Península de Yucatán, Jorge Mario García Cecilia,
acompañados de la prima ballerina assoluta, Alicia Alonso, y el director del
Museo de la Danza, Pedro Simón, presenciaron junto con el público la gala de
esta obra con libreto de Arthur Saint-Léon y Charles Nuitter sobre un cuento de
E. T. A. Hoffmann, con música de Léo Delibes.
La puesta en escena de la compañía cubana es resultado del
trabajo de más de cuatro décadas de la maestra Alonso para perfeccionarla,
partiendo de la coreografía que Leon Forkin realizó en 1948, sobre la original
de Marius Petipa.
Los trazos y las figuras de los cuerpos de los bailarines de
talla mundial, encabezados por Viengsay Valdés y Víctor Estévez, cautivaron al
público yucateco con la presentación de Coppélia, obra estrenada el 25 de mayo
de 1870 en la Ópera de París.
La pieza, dividida en tres actos, trata sobre una enigmática
jovencita que despierta el interés de Franz y Swanilda, quienes protagonizan
una serie de acciones que derivan en lo que podría nombrarse un triángulo
amoroso.
El primero presenta a una comunidad de Galitzia, a finales
del siglo XVIII. En la ventana de la casa de un misterioso anciano, conocido
como el doctor Coppélius, se ve a una joven que parece estar absorta en la
lectura de un libro.
Swanilda trata de llamar la atención de esa joven, a quien
todos llaman Coppélia y consideran hija del anciano. Franz, prometido de
Swanilda, se muestra interesado por la misteriosa lectora, y al saludarla
recibe de ella, inesperadamente, muestras de que corresponde a sus galanteos.
De ese suceso se desencadenan una serie de hechos en dos
actos más en los que intervienen aldeanos, juguetes, un burgomaestre y jóvenes,
entre otros personajes interpretados por los bailarines del Ballet Nacional de
Cuba, uno de los preferidos del público de esta entidad.
El arco narrativo cierra en el tercer acto cuando tiene
lugar una anunciada fiesta para la inauguración de la nueva campana. Swanilda y
Franz, ya reconciliados, deciden celebrar sus bodas, y se presentan ante el
burgomaestre para recibir su dote, y todos festejan la unión de la pareja.
La calidad en la ejecución de las piezas por parte de los
bailarines logró enamorar de nuevo a los espectadores yucatecos, quienes
reconocieron el talento de los artistas con una larga y cerrada ovación para
los integrantes de uno de los ballets más prestigiados del orbe.
Esta fue la primera de las dos funciones que la compañía
antillana ofrecerá en Yucatán en el marco del Otoño Cultural, por lo que este
martes se volverá a presentar en el mismo teatro, en donde se espera otro lleno
como el que se dio este día, no obstante la fuerte lluvia que se dejó sentir en
esta capital.
Como repositora, coreógrafa y responsable de las grandes
piezas del repertorio tradicional dentro del Ballet Nacional de Cuba, Alicia
Alonso emprendió un minucioso trabajo con la coreografía, el estilo y la
dramaturgia de Coppélia, para lo cual retomó, siempre que le fue posible,
elementos originales, de Saint-Léon a Petipa, a los que aplicó un riguroso
criterio para establecer los conceptos del estilo clásico demi-caractère que
corresponde a la agrupación.
Además, enriqueció la coreografía con momentos de gran
virtuosismo técnico, tanto en los despliegues de lo puramente académico, como
en las danzas de carácter o demi-caractère.